Dehaene, a un paso de la presidencia de la Comisi¨®n Europea

Viene de la primera p¨¢ginaUno de los elementos destacados de la noche fue el comportamiento del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. El eje italo-brit¨¢nico, presagiado por los numerosos contactos mantenidos durante la jornada y por la buena sinton¨ªa entre ambos gobiernos, dur¨® tanto como el apoyo espa?ol a Dehaene: justo una votaci¨®n.

Berlusconi explic¨® en una conferencia de prensa, a media tarde, que votar¨ªa en funci¨®n de sus convicciones, m¨¢s pr¨®ximas a la visi¨®n perif¨¦rica de la Uni¨®n asociada al librecambismo que al reglamentismo atribuido a Francia. Matiz¨® tambi¨¦n, sin embargo, que el canciller Helmut Kohl le hab¨ªa expresado su temor a una Uni¨®n demasiado r¨ªgida. El resultado es que vot¨® en primera vuelta a favor de Lubbers y ya en la segunda como el grueso del pelot¨®n.

El desarrollo de las votaciones demostr¨®, en cualquier caso, que el eje Par¨ªs-Bonn sigue siendo central en la actual Uni¨®n Europea, a pesar de la prueba de fuerza lanzada por un debilitado John Major y un Berlusconi todav¨ªa muy novato, que asisti¨® ayer a su primer Consejo Europeo. El canciller alem¨¢n, reforzado por el brillante resultado cosechado en las elecciones europeas, pudo maniobrar a sus anchas y soltar toda la fuerza de su peso pol¨ªtico sobre la balanza en favor de su candidato belga.

Los dos candidatos que integran como primeros ministros el Consejo Europeo no asistieron a la votaci¨®n. Jean-Luc Dehaene estuvo en la cena, en la que se debat¨ªan otras cuestiones, y se retir¨® en, el momento del debate sobre su futuro. Lubbers prefiri¨® quedarse en su hotel y mand¨® a su ministro de Exteriores, Wim Kok, con una carta de disculpas.

El primer ministro griego y presidente en ejercicio del Consejo Europeo, Andreas Papandreu, que tiene la salud muy quebrada, necesit¨® la ayuda de su ministro de Exteriores, Teodoros Pangalos, para dirigir la reuni¨®n. S¨®lo Pangalos asisti¨® y presidi¨® la segunda votaci¨®n.

No se conoce todav¨ªa el precio de los actuales apoyos a Dehaene y de la rendici¨®n que intentar¨¢ hoy la presidencia griega. Berlusconi cuenta con dos puntos de inter¨¦s nacional a defender en sus primeros pasos europeos. Por una parte, el incremento de la cuota lechera italiana y la condonaci¨®n de una enorme multa por exceso de producci¨®n lechera cuyo saldo es ahora de 1.200 millones de ecus (192.000 millones de pesetas). Por la otra la elecci¨®n del diplom¨¢tico Renato Ruggiero, como director general de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio, que se resolver¨¢ en la pr¨®xima reuni¨®n del G-7 y necesita del apoyo de los Doce.

Contralpartidas a Holanda

Es m¨¢s dif¨ªcil conocer cu¨¢l ser¨¢ la contrapartida ofrecida a Holanda. Algunos socios quer¨ªan ofrecer a Lubbers la secretar¨ªa general de la Alianza Atl¨¢ntica, pero su titular, el alem¨¢n Manfred W?rner, realiz¨® unas declaraciones el mi¨¦rcoles pasado recordando que no piensa retirarse y que quiere regresar despu¨¦s del verano una vez recuperado de la quinta intervenci¨®n quir¨²rgica a que ha sido sometido.

El Reino Unido est¨¢ acostumbrado a quedar aislado en numerosas votaciones en la UE, por lo que no es obligado que reciba alg¨²n tipo de compensaci¨®n por su renuncia al veto. El ¨²nico problema de John Major es la medida del desgaste que le produce el veto sobre el nombramiento en relaci¨®n a los problemas que le ocasione el nombramiento, de Dehaene ante sus diputados m¨¢s antieurope¨ªstas. Es dif¨ªcil, sin embargo, que Major resista solo a una presi¨®n continuada de los otros once, dirigidos por Kohl, una vez Lubbers se haya retirado.

La designaci¨®n del presidente de la Comisi¨®n esta ma?ana es as¨ª casi obligada, sino se desea situar con un pie forzado al Consejo Europeo. Kohl ha anunciado que convocar¨¢ una cumbre europea para los primeros d¨ªas de su presidencia semestral que empieza el 1 de julio para resolver la cuesti¨®n antes del 19 de julio, fecha en que se constituye el Parlamento Europeo. Kohl es partidario de reforzar los poderes del Parlamento Europeo y desea darle la posibilidad de hacer la votaci¨®n de confianza del sucesor de Delors a tiempo.

La designaci¨®n del presidente de la Comisi¨®n Europea exige la unanimidad de los Doce. Es decir, se trata de una decisi¨®n intergubernamental entre 12 Estados soberanos que cualquiera de ellos puede vetar. Tradicionalmente se ha resuelto en la charla al lado del fuego, la conversaci¨®n informal entre los jefes de Gobierno y de Estado, que se efect¨²a sin regla escrita alguna. Ayer a ¨²ltima hora, por ejemplo, se desconoc¨ªa si los dos candidatos que cuentan, los primeros ministros de B¨¦lgica, Jean-Luc Dehaene, y de Holanda, Rud Lubbers, participar¨ªan en la discusi¨®n o se ausentar¨ªan.Tampoco deber¨ªan estar los cuatro pa¨ªses de la ampliaci¨®n (Austria, Suecia, Noruega y Finlandia) ni Delors, pero todo depend¨ªa del presidente de la reuni¨®n, Andreas Papandreu. El momento decisivo es la intervenci¨®n del presidente, que puede anunciar la existencia de una mayor¨ªa y pedir si hay objeciones al nombramiento. La mayor¨ªa en favor de Jean-Luc Dehaene exist¨ªa muy claramente antes de empezar la cena.

La aparici¨®n de objeciones suscita una rueda de intervenciones que permite percibir si hay posibilidad o no de consenso. Pero todo forma parte de los secretos m¨¢s guardados.