Cuando lo peor no es perder

Cuando se pierden unas elecciones, lo primero es intentar saber el porqu¨¦. Casi todos los analistas pol¨ªticos, e incluso los propios l¨ªderes del partido socialista, coinciden en dos datos causantes de la derrota: la corrupci¨®n y la crisis econ¨®mica. Tras estudiar estas circunstancias, es inevitable pensar en el futuro. de pr¨®ximas elecciones, donde, si las cosas no dan un giro vertiginoso, la derrota socialista ser¨¢ a¨²n de mayor calado.Desde hace tiempo el electorado amplio del PSOE se qued¨® esperando el "cambio" prometido, y m¨¢s recientemente, nunca lleg¨® el famoso "cambio del cambio". Mientras todo esto suced¨ªa, los partidos de la oposici¨®n cumpl¨ªan con su deber de acoso, unos sustentando formas de Gobierno desde una izquierda clara y progresista (Izquierda Unida) y otros con el sereno mensaje de gobernar para todos con una nueva visi¨®n liberal conservadora.

Despu¨¦s de lo pasado, es f¨¢cil adivinar que el voto del electora do de izquierdas tiene due?o (IU), como tambi¨¦n parece claro que el voto de centro-derecha tiene su casa en el PP. ?D¨®nde ir¨¢ el voto socialista en las pr¨®ximas elecciones? ?Qu¨¦ salida tiene el PSOE cuando le falta y se le es capa su voto por la izquierda y tambi¨¦n huye el electorado neoliberal por la derecha?

?Podr¨¢ recuperar el PSOE aquel amplio electorado, hoy fugado? Muy mal futuro para el que todo lo tuvo; la prepotencia de sus l¨ªderes, al principio, y su ceguera posterior, han tenido la culpa. Lo peor no ha sido perder unas elecciones, lo peor ha sido el dilapidar su enorme apoyo electoral, que les ha dicho adi¨®s.