"Gay Power" naci¨® hace 25 a?os en Stonewall
Desde los d¨ªas en que bailar con un compa?ero del mismo sexo era ilegal y la homosexualidad se consideraba todav¨ªa un "desorden mental", el barrio del West Village, en Nueva York, es uno de los ejes fundamentales de la geograf¨ªa del movimiento gay. En la madrugada del 28 de junio de 1969, un pub frecuentado por homosexuales conocido como The Stonewall Inn, en a calle Christopher, se convirti¨® en el escenario que marc¨® el despegue de la lucha por los derechos de esa comunidad.Acababa de celebrarse en Nueva York el funeral por la actriz Judy Garland, un cl¨¢sico icono de la cultura gay, y muchos de los asistentes se desplazaron por la noche al Stonewall, donde la polic¨ªa hab¨ªa practicado constantes redadas y registros alegando que el bar carec¨ªa de licencia para vender licores.
Aquella noche, los habituales del bar decidieron no soportar lo que ellos consideraban una humillaci¨®n sistem¨¢tica. A medianoche, seis agentes de la polic¨ªa entraron en el local para desalojarlo, pero pronto se vieron rodeados por unas 200 personas que les arrojaban botellas de cerveza, ladrillos y cualquier objeto a mano.
Apoyados por decenas de vecinos del barrio, y al grito del reci¨¦n acu?ado "Gay Power", los clientes del Stonewall utilizaron un parqu¨ªmetro para encerrar a los polic¨ªas en el local. Los refuerzos llegaron inmediatamente, pero la revuelta se extendi¨® a lo largo de tres d¨ªas y tres noches.
Las abejas reinas
El diario local Dady News public¨® entonces un titular que hoy ir¨ªa contra todos los c¨®digos imaginables de correcci¨®n pol¨ªtica: "Redada en un nido de homos, las abejas reinas est¨¢n que pican".
La rebeli¨®n de Stonewall no tuvo, seg¨²n los que estuvieron presentes, el encanto de las sentadas pac¨ªficas de los hippies que caracterizaron el final de esa d¨¦cada. Chaperos menores de edad, travestidos, negros e hispanos improvisaron en un bar carente de facilidades tan elementales como el agua caliente una desordenada batalla campal contra la polic¨ªa, que, afortunadamente no lleg¨® a hacer uso de sus armas de fuego.
A lo largo de las celebraciones conmemorativas del vigesimoquinto aniversario de este incidente, la palabra Stonewall, convertida en s¨ªmbolo, ha aparecido en el t¨ªtulo de diversas obras teatrales y composiciones de m¨²sica.
En la noche del pasado s¨¢bado, la puerta del Stonewall era un punto de encuentro pac¨ªfico, un lugar de peregrinaci¨®n donde las antiguas y las nuevas generaciones de gays y lesbianas del West Village se reunieron para encender velas, colocar globos de colores e improvisar pintadas callejeras. Encabezando la marcha de ayer en Nueva York, los "veteranos de Stonewall", algunos con el pelo ya canoso y otros desempolvando sus trajes de travestidos, recibieron los aplausos m¨¢s sonoros de un desfile que se hab¨ªa organizado en su honor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.