Guardiola, decepcionado por su mala actuaci¨®n
![Santiago Segurola](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe505581b-3596-4161-bc77-1816c8c68bf7.png?auth=d22627484165dfcb062103e8d1fdebeb92a54c13220f4fd6553111e786e168fa&width=100&height=100&smart=true)
El partido hab¨ªa acabado y tambi¨¦n la cena. Los jugadores se desped¨ªan de sus familiares, que regresaban a Espa?a. Un futbolista, generalmente extrovertido, parec¨ªa circunspecto, un poco abatido. Segu¨ªa con el partido en la cabeza. Lo desmenuzaba para encontrar respuestas a su mal juego y a la decepci¨®n que sufr¨ªa. Es mejor decirlo: Guardiola. "Tienes que criticarme", me dijo. Estaba herido porque nadie asume un compromiso m¨¢s rotundo con lo que hace en el campo que el medio centro del Barcelona.El malestar de Guardiola ten¨ªa que ver con una forma de interpretar el f¨²tbol. Espa?a hab¨ªa ganado y acababa de conquistar un puesto en los octavos de final. Una postura c¨ªnica de Guardiola le hubiera permitido agarrarse al resultado para rebajar su sentimiento de culpa. Al fin y al cabo, hay gente que considera que lo ¨²nico importante en el f¨²tbol es el resultado. Puestos a mirarlo de esta forma, la selecci¨®n hab¨ªa ganado su primer partido en el Mundial, hab¨ªa logrado su mayor cuota de goles y se hab¨ªa pasado a la segunda fase. Pero el jugador miraba m¨¢s lejos, como lo hace en el campo. Esta clase de futbolistas son sensibles con su trabajo. Hab¨ªan jugado mal, lo sab¨ªan y se sent¨ªan responsables.
La postura de Guardiola tiene grandeza, pero es demasiado desgarrada. Su mal juego es criticable, como el de Guerrero, o el de Caminero en la primera parte. Pero el nivel de culpas tiene que ser compartido. Un buen equipo no se hace s¨®lo con algunos buenos futbolistas. Es la lecci¨®n que aprendimos frente a Bolivia. Lo trascendente es la idea, la decisi¨®n de seguir un camino sin dudas. Es un problema hist¨®rico de Espa?a, tambi¨¦n evidente en esta Copa del Mundo.
Jugaron varios de los buenos, pero, ?a qu¨¦ jugaron? A nada. Ellos ofrecen la posibilidad de cambiar de modelo, salir de la indeterminaci¨®n que ha lacrado hist¨®ricamente al f¨²tbol espa?ol y tomar una v¨ªa atractiva y eficaz. Cada uno de ellos lo ha demostrado en su club: Guardiola en la direcci¨®n del gran Barca; Guerrero en la conversi¨®n radical del Athletic; Caminero en su extraordinaria progresi¨®n en el Atl¨¦tico. Podr¨ªa discutirse si pueden jugar todos juntos, o si en alg¨²n caso pueden solaparse, como parece que ocurre entre Caminero y Guerrero. Pero lo importante es trabajar en una l¨ªnea, con tiempo, con comprensi¨®n, sin colocarles en el pared¨®n. Cierto, jugaron mal y ellos lo han sentido como una tragedia. Es la grandeza de estos futbolistas, su identificaci¨®n con un compromiso nuevo. La verdadera realidad es que un mal partido de unos pocos obliga a la reflexi¨®n, pero no justifica la larga historia de ¨®xido y miseria del f¨²tbol espa?ol.
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