Arafat adelanta a hoy su entrada en Palestina
Nuevo golpe de escena en Palestina. Yasir Arafat ha decidido adelantar su retorno y proyecta llegar esta tarde a Gaza, donde se le espera con una mezcla de incredulidad, alegr¨ªa y escepticismo. La maniobra refleja la extraordinaria vocaci¨®n teatral del viejo l¨ªder de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), que desde hace cinco semanas mantiene en vilo a ¨¢rabes e israel¨ªes. Ahmad Tibi, un asesor de Arafat, lo anunci¨® en la radio israel¨ª, donde se?al¨® que el l¨ªder palestino opt¨® por adelantar su viaje como un gesto hacia los jud¨ªos religiosos, que guardan la festividad del sabbath.
Llegar durante el sabbath, dio a entender el anuncio, podr¨ªa haber sido considerado como una afrenta. La decisi¨®n fue obviamente inducida. Seg¨²n Tibi, Arafat resolvi¨® aceptar una petici¨®n urgente del rabino israel¨ª Eliahu Bakshi-Dorom, quien, en una nota oficial, le record¨® que "la primera condici¨®n para la paz es el respeto mutuo de los valores de todas las religiones".Arafat es naturalmente consciente de que su primer viaje a Gaza en 27 a?os exige un extraordinario acto de malabarismo diplom¨¢tico. Desde el primer momento, su plan de visitar la franja aut¨®noma ha generado una inusitada ola de protestas de los colonos jud¨ªos y los sectores religiosos, que han comenzado a movilizarse para lo que las propias autoridades israel¨ªes describen como la mayor manifestaci¨®n de protesta desde la creaci¨®n del Estado jud¨ªo. Su llegada durante la observancia del sabbath, que comienza el viernes al atardecer, habr¨ªa dado a¨²n mayor munici¨®n a sus enemigos.
Nabil Chaath, el jefe de la delegaci¨®n negociadora palestina, incluso dio hora para la llegada de su jefe. En declaraciones formuladas en El Cairo, Chaath dijo que Arafat cruzar¨ªa la frontera con Egipto a las 14.30 (13.30, hora peninsular espa?ola). En Gaza, el nuevo anuncio fue recibido con genuino asombro. De hecho, la noticia de su llegada, inicialmente prevista para ma?ana, ya hab¨ªa sorprendido hasta a los altos mandos de la polic¨ªa palestina que deber¨¢n velar por su seguridad durante los tres o quiz¨¢s cuatro d¨ªas de su intempestiva visita a los territorios aut¨®nomos.
Mientras en Jerusal¨¦n los enemigos de Arafat, comenzaron a movilizarse desde primera hora de la ma?ana, en Gaza la ¨²nica se?al de la inminencia de su llegada eran los piquetes de trabajadores municipales que arreglaban el pavimento de la angosta v¨ªa costanera ambiciosamente llamada avenida de Rimal. Las obras, por supuesto, no cubr¨ªan toda la longitud del camino, sino que se concentraban en un tramo de 200 metros, es decir, la distancia entre el cuartel del comando de polic¨ªa y el hotel Palestina.
En todo caso, lo que resultaba evidente es que la polic¨ªa palestina se dispon¨ªa a transformar el ¨¢rea en un campo inexpugnable. Centenares de antiguos guerrilleros convertidos en agentes del orden practicaban ayer formaciones en la playa y m¨¢s de un. oficial dio se?ales de histeria.Improvisaci¨®n
"Deb¨ªan habernos avisado con m¨¢s tiempo. Pr¨¢cticamente acabamos de llegar aqu¨ª y se nos encarga una tarea colosal", se quej¨® un viejo teniente, evidentemente frustrado y nervioso por el estado de la involuntaria indisciplina de sus hombres.Seg¨²n la mayor¨ªa de las previsiones, Arafat presidir¨¢ un cortejo de m¨¢s de un centenar de personalidades y un importante destacamento de la Fuerza 17, el batall¨®n de guardaespaldas.
Pero en realidad lo que muchos habitantes de Gaza esperaban era "una gran sorpresa", y en el intento de adivinanza se confund¨ªan las ambiciones y expectativas m¨¢s inveros¨ªmiles. En la bulliciosa calle de Omar Mujtar, la principal arteria de la ciudad de Gaza, un joven mec¨¢nico confes¨® que no descartaba la posibilidad de que Arafat se presente del brazo de Jalil al Wazir, el comandante militar de Al Fatali. asesinado por comandos israel¨ªes en T¨²nez en 1988. "Arafat se ha estado guardando esa sorpresa para el d¨ªa de su regreso triunfal a Palestina", agreg¨®.Otros especulaban con que la sorpresa ser¨ªa la simult¨¢nea liberaci¨®n de todos los prisioneros pol¨ªticos palestinos y el retorno de los deportados. No faltaban, por supuesto, quienes aseguraban que la sorpresa tendr¨ªa caracter¨ªsticas mucho m¨¢s materiales y directamente econ¨®micas. "Traer¨¢ en sus maletas miles de millones de d¨®lares", afirmaba con convicci¨®n un joven que se paseaba silbando por el bazar.
[Dos soldados israel¨ªes resultaron heridos ayer en la carretera de Kisufim, en la zona de los asentamientos jud¨ªos de Gush Kativ, en Gaza, por extremistas de Ham¨¢s. Un portavoz de esta organizaci¨®n palestina, rival de la OLP y opuesta a los acuerdos de paz, asegur¨® que el ataque era un modo de dar la bienvenida al l¨ªder palestino.]
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