Predicciones meteorol¨®gicas

El pasado 24 de junio aparec¨ªa en esta secci¨®n una carta del se?or Bautista P¨¦rez, director general del Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa (INM), en la que se pone en duda que puedan predecirse con antelaci¨®n las mal llamadas "gotas fr¨ªas" -su nombre adecuado es sistemas convectivos a escala regional o mesoescala-, que dan lugar a las lluvias catastr¨®ficas que con frecuencia asuelan las regiones del Levante.Pasa a la p¨¢gina siguiente Viene de la p¨¢gina anterior

Replicaba as¨ª a un articulo publicado anteriormente en este mismo diario, que se hac¨ªa eco de la presentaci¨®n en un congreso cient¨ªfico internacional en Francia de los resultados de, nuestra investigaci¨®n sobre el alto. grado de previsibilidad de este fen¨®meno meteorol¨®gico.

Tal respuesta nos ha sorprendido por producirse cuando a¨²n no conoce con exactitud el objetivo, m¨¦todo y resultados del mencionado estudio. Ya que no parece id¨®neo iniciar una pol¨¦mica sobre una compleja investigaci¨®n cient¨ªfica en un medio de comunicaci¨®n general, tan s¨®lo quisiera puntualizar algunos argumentos no cient¨ªficos vertidos en la mencionada r¨¦plica.

En primer lugar, el se?or Bautista P¨¦rez afirma que ning¨²n pa¨ªs del "mundo" dispone en la actualidad de un modelo operativo capaz de predecir los sistemas convectivos t¨ªpicos de Levante. Aunque esto fuera cierto, no parece argumento en contra de su posible desarrollo en Espa?a.

Estoy seguro de que cualquier investigador en f¨ªsica de la atm¨®sfera tiene conocimiento de las decenas de art¨ªculos acerca de modelos capaces de simular sistemas convectivos a mesoescala, que se han publicado en las m¨¢s prestigiosas revistas especializadas durante la ¨²ltima d¨¦cada. Cabr¨ªa as¨ª esperar que, si en alguno de los pa¨ªses con "servicios meteorol¨®gicos m¨¢s desarrollados" se observaran sistemas convectivos tan catastr¨®ficos, se habr¨ªa intentado poner operativo alguno de tales modelos.

En segundo lugar, desde que en el a?o 1992 conseguimos desarrollar nuestro modelo de pron¨®stico meteorol¨®gico, han sido varias las ocasiones en que lo hemos ofrecido al Instituto Nacional de Metereolog¨ªa para que considerara su utilidad de cara a la predicci¨®n operativa sin que, como dice, haya tenido "tiempo material para demostrar su voluntad de colaboraci¨®n".

No obstante, por esas mismas fechas decidi¨® adoptar el modelo operativo escandinavo Hirlam, asumiendo la dependencia tecnol¨®gica que ello implica, sin que hasta ahora se tenga noticia de su comportamiento en la simulaci¨®n de los sistemas convectivos de Levante.

Y, finalmente, desconozco por completo que, como afirma, se halle en manos de la Secretar¨ªa General del Plan Nacional de Investigaci¨®n Cient¨ªfica y Desarrollo Tecnol¨®gico un proyecto de colaboraci¨®n sobre este particular, a no ser que se refiera a otra investigaci¨®n que estamos llevando adelante acerca de los efectos regionales del previsible cambio clim¨¢tico global en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, para cuyo desarrollo, por cierto, hemos tenido que recurrir a solicitar el uso de un superordenador en el extranjero ante la falta de respuesta a nuestra petici¨®n el pasado febrero , para utilizar el del INM.-