Jugadores con sentido t¨¢ctico

Javier Clemente retom¨® parte del manual que siempre defendi¨® para apuntalar la zaga, y meti¨® en la divisoria jugadores de choque y sentido t¨¢ctico en lugar de los peloteros. Pre?ado el partido de fajadores, surgi¨® una contienda dividida, la pelota saliendo como un conejo, y mucho juego de oficio. Y ah¨ª los espa?oles, con Bakero al mando, es tuvieron m¨¢s l¨²cidos en el juego. Con el 2-0, el partido se rompi¨® y Espa?a se luci¨®.Porter¨ªa. Zubizarreta resolvi¨® las acciones puntuales con una gran seriedad. Le sac¨® dos goles, las dos con la mano derecha, a Suiza.

Defensa. Volvi¨® Nadal a la demarcaci¨®n de libre mientras Alkorta y Abelardo ejerc¨ªan nuevamente de marcadores. El azulgrana no s¨®lo no le dio salida al bal¨®n desde la cueva sino que lo perdi¨® frecuentemente. S¨®lo resolvi¨® el juego frontal a¨¦reo. Alkorta estuvo plet¨®rico tanto en el marcaje a Chapuisat como en el corte y en la entrega. Abelardo cumpli¨® con Knup. La inclusi¨®n de Camarasa como lateral zurdo result¨®, en cambio, un fiasco. Perdido, ni atac¨® ni defendi¨®. En el otro carril, liberado de Sutter -se resinti¨® de su fractura en un dedo del pie en el calentamiento- Ferrer aceler¨® bien por la banda y estuvo r¨¢pido en defensa. Dio una asistencia a Goikoetxea que el barcelonista desaprovech¨® lamentablemente.

Centro del campo. El oficio de Bakero le dio un sentido t¨¢ctico al equipo y le garantiz¨® un buen robo de bal¨®n, mientras Hierro exhibi¨® su zancada, la misma que le sirvi¨® para marcar un golazo, y su juego posicional muy lento. No tuvo el equipo ning¨²n regista que domara aquel loco partido ni ning¨²n lanzador que corriera buenos balones para romper el fuera de juego. El ala derecha tampoco colabor¨® a estirar al colectivo. Goikoetxea estuvo esta vez desacertado. Sergi, en cambio, en su nueva demarcaci¨®n m¨¢s ofensiva, acab¨® participando mucho -llevando casi todo el peso- en el juego de ataque. Y hasta. Otero, que jug¨® los minutos finales, tuvo un par de ocasiones de marcar, se?al de lo lanzada que iba la selecci¨®n al final.

Delantero. Puede que a Luis Enrique le cuesta acabar las jugadas, aunque ayer marcara el gol decisivo, pero nadie las empez¨® mejor que ¨¦l. Recordando viejos tiempos, su movilidad, rapidez y sentido del juego ridiculiz¨® a los cuatro zagueros suizos. Estuvo muy desasistido y, sin embargo, supo lanzar buenos balones cuando se repleg¨® a la divisoria. Baj¨® a la banda derecha para cubrir el puesto de Goikoetxea, sustituido por Begiristain.