Un pueblo para artistas

Olmeda de las Fuentes (134 habitantes) es, seg¨²n algunos artistas, el pueblo m¨¢s pict¨®rico de la regi¨®n madrile?a. Muchos de sus habitantes han sido retratados por importantes artistas actuales y apenas queda un rinc¨®n de la localidad que no haya sido plasmado en lienzo. Sus estrechas, empinadas y blancas calles han atra¨ªdo en los ¨²ltimos a?os a casi una veintena de artistas pl¨¢sticos y cr¨ªticos de arte. Olmeda se ha convertido as¨ª en su lugar habitual de residencia y veraneo. "Es l¨®gico, porque tenemos los paisajes m¨¢s bonitos de la regi¨®n", comenta su alcalde ' el independiente Juan Carlos Fern¨¢ndez.El primer artista que lleg¨® al pueblo en los a?os sesenta fue Luis Garc¨ªa Ochoa, miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Tras ¨¦l comenz¨® la afluencia de pintores al pueblo: ?lvaro Delgado, Jos¨¦ Vela Zanetti, Jos¨¦ Frau, San Jos¨¦, Hidalgo, Valseiro, Toja, Secundino Rivera, Alberto Moreno, Pilar Aranda, Granell...

"Olmeda fue un descubrimiento para todos nosotros. La primera vez que vi este pueblo desde la carretera cre¨ª estar ante un nacimiento navide?o", comenta el artista y ex catedr¨¢tico de Literatura Espa?ola de la Universidad de Nueva York Eugenio Fern¨¢ndez Granell. Este pintor de 81 a?os, aqu¨ª afincado y cuya obra se ha expuesto en Europa y Estados Unidos, a?ade: "Es dif¨ªcil explicar c¨®mo es Olmeda y qu¨¦ es lo que atrae aqu¨ª a los artistas. Este pueblo es un oasis en el desierto castellano. No existen chal¨¦s adosados ni turismo masivo. Es un pueblo perfecto para disfrutar de tranquilidad y belleza. Tiene el verdor de los municipios del norte y la blancura de los andaluces", comenta el artista.

La mayor¨ªa de los pintores que han pasado por Olmeda ha donado al Ayuntamiento alguna de sus obras. Todos los cuadros se guardan celosamente en el interior de la iglesia parroquial. S¨®lo pueden ser admirados durante la celebraci¨®n de los actos lit¨²rgicos. Actualmente hay 20 obras de arte moderno colgadas de los muros del templo. Los vecinos no quieren dar cifras sobre el valor exacto de la colecci¨®n municipal. "Es mejor no hablar de n¨²meros", comentan recelosos.

Hace algunos a?os, el p¨¢rroco propuso vender algunas de las pinturas para sufragar los gastos de reparaci¨®n de la iglesia. El Ayuntamiento tuvo que recordarle que todas las obras de arte eran de propiedad municipal y que, por tanto, no pod¨ªa venderlas.

En Olmeda de las Fuentes se vive de cerca todo lo relacionado con la pintura: se organizan exposiciones antol¨®gicas; una calle est¨¢ dedicada al pintor Garc¨ªa Ochoa; se tiene previsto aumentar el n¨²mero de calles con nombres, de artistas residentes en el municipio y el Ayuntamiento est¨¢ intentando tambi¨¦n levantar un albergue para pintores y artistas en la antigua casa del m¨¦dico.

Curiosamente, el pueblo m¨¢s pict¨®rico de la regi¨®n cambi¨® de top¨®nimo en los a?os cincuenta. El municipio se llamaba Olmeda de las Cebollas. "Cada vez hab¨ªa menos cebollas, y no nos gustaba el nombrecito", bromea Fern¨¢ndez.

El origen de Olmeda de las Fuentes est¨¢ glosado as¨ª: en el siglo XVI, un forajido se refugi¨® en el ya desaparecido y cercano pueblo de Valdeamores. Los soldados del rey no respetaron la inmunidad que confer¨ªa al fugitivo el haberse encerrado en lugar sagrado: le prendieron. El pueblo se rebel¨® y apel¨® ante el monarca, que no atendi¨® sus quejas. Los vecinos consideraron entonces que el pueblo estaba endemoniado: lo abandonaron y fundaron Olmeda de las Cebollas.

A?os m¨¢s tarde, Felipe II visit¨® el nuevo municipio y le concedi¨® el t¨ªtulo de villa. Los vecinos, en compensaci¨®n, nombraron desde entonces a todos los reyes alcaldes honor¨ªficos. "Era una manera de decirles a los monarcas que sabemos que la Corona tiene buen gusto", concluye el regidor.