"El ciudadano m¨¢s odiado en Cuba es el espa?ol"
Jorge Mas Canosa, de 54 a?os, aunque sentado en el despacho desde el que dirige una de las cinco empresas de su propiedad, dedica la mayor parte del d¨ªa a prepararse para ser el pr¨®ximo presidente de Cuba. Si ma?ana se convocasen elecciones libres en ese pa¨ªs, Mas Canosa ser¨ªa uno de los candidatos con m¨¢s posibilidades. Pero es m¨¢s seguro a¨²n que sin el poder econ¨®mico que este hombre y la comunidad a la que representa y ha reunido en 30 a?os de exilio no se podr¨¢ reconstruir una Cuba pr¨®spera en el futuro. Sin embargo, su car¨¢cter impulsivo y autoritario le ha traicionado muchas veces. Fuera del n¨²cleo del exilio de Miami, donde es un l¨ªder indiscutible, Jorge Mas Canosa y su organizaci¨®n -que tiene una gran influencia en la pol¨ªtica de EE UU sobre Cuba- tienen fama de retr¨®grados ultraderechistas que se niegan a cualquier soluci¨®n negociada con Fidel Castro."?Intransigentes? Nosotros somos gente civilizada, contrariamente a lo que se ha podido presentar, porque Fidel maneja muy bien la propaganda. Lo que yo no puedo hacer son cosas que puedan crear falsas esperanzas. Fidel Castro me ha pedido a trav¨¦s de dos o tres presidentes que nos entrevistemos fuera de Cuba, pero yo no me voy a entrevistar con ¨¦l. Yo no necesito reunirme con Castro para que respete los derechos humanos y libere a los presos pol¨ªticos. Cada vez que se re¨²ne con alguien, lo ¨²nico que hace es desprestigiarlo y tomarle el pelo. Reunirme yo con Castro es crear una expectativa ilusoria al pueblo cubano, porque estoy convencido de que jam¨¢s va a aceptar una iniciativa que ponga en riesgo su poder. A m¨ª me gustar¨ªa llegar a Espa?a y decir cosas como que todos los protagonistas del drama cubano deben sentarse en una mesa con Fidel Castro para buscar una soluci¨®n. Pero eso no funciona, y yo no puedo enga?ar al pueblo cubano".
Pregunta. ?Pero ha intentado usted alguna, soluci¨®n negociada?
Respuesta. Cuando yo me reun¨ª con Felipe Gonz¨¢lez, le ped¨ª que intercediera. Felipe me dijo que ¨¦l estaba dispuesto a ofrecerle [a Castro] Espa?a para que se fuera a vivir all¨ª. Me dijo que necesitaba estar seguro de que el Gobierno de EE UU estar¨ªa de acuerdo con eso. Yo consegu¨ª que George Bush le escribiera y le confirmara que estaba de acuerdo, y se hizo la gesti¨®n. Nosotros hemos estado en disposici¨®n siempre de buscarle una puerta ancha a Castro, siempre hemos estado dispuestos a hacer un compromiso de no perseguirle, de no quitarle su gran fortuna personal, de que se pueda ir adonde le d¨¦ la gana, etc¨¦tera. Nosotros vamos a seguir por un camino de racionalidad. Pero estamos en presencia de un loco, de un se?or que cuando se fue a Cartagena se llev¨® en el avi¨®n la cama, la almohada, el agua, la comida y hasta el hielo. El problema es que la gente que est¨¢ relacionada con este problema de Cuba no conoce a Fidel Castro.
P .?Puede todav¨ªa Espa?a hacer algo para ayudar en el problema cubano?
R. Espa?a tiene que empezar por admitir que hay un segmento importante de la poblaci¨®n cubana en el exterior. Yo s¨¦ que en Espa?a hablar de Miami es como hablar de un estercolero. Pero la verdad es que nosotros le damos m¨¢s a Espa?a de lo que le da Cuba. En Cuba, Espa?a y el contribuyente espa?ol lo ¨²nico que hacen es tirarle dinero a un sistema injusto, inhumano, que no tiene ninguna viabilidad. El exilio cubano compra m¨¢s productos espa?oles, le da m¨¢s beneficios al pueblo de Espa?a que Fidel Castro. Existe una imagen completamente equivocada de los cubanos del exilio. Nosotros hemos creado 64.000 peque?as empresas. No hay grupo hispano de mayor ¨¦xito e influencia pol¨ªtica en el mundo que nosotros. Nadie ha hecho eso. Nada m¨¢s que los jud¨ªos y nosotros. Eso no lo hace un grupo de terroristas y de locos. ?Que somos apasionados? S¨ª, es verdad, pero, ?qu¨¦ espa?ol no es apasionado?
P. ?Qu¨¦ le parece el asesoramiento que Carlos Solchaga est¨¢ ofreciendo al Gobierno cubano?
R. Solchaga tiene que darse consejos ¨¦l mismo. ?Si es una mierda la econom¨ªa en Espa?a! Con un paro de proporciones incalculables y el 80% de los negocios en bancarrota, ?qu¨¦ cojones va a aconsejar Solchaga a Fidel! Darle ayuda a Fidel Castro, ayudar a sostener una econom¨ªa de la que no se beneficia el pueblo es un acto de colaboraci¨®n injustificable. Hoy en d¨ªa el ciudadano m¨¢s odiado en Cuba es el espa?ol, porque ha contribuido a crear una pol¨ªtica de apartheid econ¨®mico. A los cubanos no les est¨¢ permitido entrar a los grandes hoteles que hacen los espa?oles. Los espa?oles se han cogido las mejores playas, en las que no pueden nadar los cubanos; los mejores restaurantes, en los que no pueden comer los cubanos. El d¨ªa que Castro caiga, el pueblo va a asaltar esos hoteles.
P. Hay quien teme que, cuando Castro caiga, lo que va a ocurrir es que los norteamericanos se van a volver a apoderar de Cuba.
R. Eso es mierda. ?Si no se han podido adue?ar de Miami! Si nosotros los hemos echado de aqu¨ª, ?c¨®mo se van a adue?ar de nuestro propio pa¨ªs? Los americanos no tienen que ser los due?os de Cuba. Nosotros tenemos el dinero, la capacidad y el conocimiento. Yo soy partidario tambi¨¦n de darle al cubano de la isla una participaci¨®n importante. Hay que pasar de un pa¨ªs de proletarios a un pa¨ªs de propietarios. Y nosotros tenemos las f¨®rmulas m¨¢s simples para conseguirlo. Al d¨ªa siguiente de que caiga Fidel Castro nosotros convertiremos a cuatro millones de cubanos en propietarios. A cada persona le daremos la propiedad de la casa. donde vive ahora. Los antiguos propietarios no tendr¨¢n derecho a reclamar las casas. Igual haremos con los operadores de barber¨ªas, zapater¨ªas, peque?as granjas de pollos, todo lo que, ahora es del Gobierno.
P. ?Qu¨¦ es lo que usted le puede ofrecer a los cubanos?
R. El cubano lo que quiere es libertad. El cubano lo que quiere es ponerse un traje como el que tengo yo, manejar un autom¨®vil, comer, viajar al exterior; y eso es a lo que yo espero poder contribuir. Yo voy a luchar con todo lo que tengo, primero para asegurarme de que hay democracia, y la manera m¨¢s f¨¢cil de asegurarse es disolver el Ej¨¦rcito. Cuba no necesita Ej¨¦rcito. Yo le aseguro que el milagro alem¨¢n se va a quedar peque?o comparado con el milagro cubano. En cinco o diez a?os nosotros convertiremos a Cuba en uno de los pa¨ªses m¨¢s pr¨®speros del hemisferio occidental, compitiendo con EE UU y Canad¨¢.
P. ?Cu¨¢l es, seg¨²n usted, la forma de salir del bloqueo actual de la situaci¨®n pol¨ªtica en Cuba?
R. La ¨²nica manera de salir de este atolladero es establecer una alianza estrat¨¦gica con los sectores que est¨¢n alrededor de Castro, con los cuales nosotros llevamos mucho tiempo conversando. Todav¨ªa no hemos conseguido nada porque, adem¨¢s, presumirnos que la mayor parte de ellos vienen mandados por el propio Castro, pero s¨ª hemos podido detectar una preocupaci¨®n de car¨¢cter patri¨®tico entre algunos de ellos. Existe una toma de conciencia en el sentido de que somos una naci¨®n dividida por un solo hombre que se llama Fi del Castro. Los que est¨¢n alrededor de Castro est¨¢n conscientes de que si se elimina a Castro se resuelve el problema. ?C¨®mo se elimina a Castro? Yo soy partidario, y se lo he dicho a ellos, de que, cuando Castro salga del pa¨ªs para la pr¨®xima reuni¨®n, no lo dejen regresar a Cuba. Hay mil maneras de eliminar a Castro sin derramamiento de sangre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.