Rabin acusa al Likud de hacer el juego a los 'ultras'
V?CTOR CYGIELMAN El primer ministro israel¨ª, Isaac Rabin, en un ataque sin precedentes contra la oposici¨®n nacionalista y religiosa, acus¨® ayer al partido conservador Likud de estar dirigido por los extremistas jud¨ªos del grupo Gush Emunim. "Hay una alianza de hecho entre los extremistas isl¨¢micos, que contin¨²an con sus atentados terroristas para sabotear la marcha hacia la paz, y los extremistas de derecha, que utilizan la sangre jud¨ªa vertida para bloquear la pol¨ªtica de paz del Gobierno", declar¨® ayer Rabin. El primer ministro exhort¨® a los colonos jud¨ªos "que a¨²n quedan en Jerusal¨¦n para manifestarse" que vuelvan a sus casas, "donde podr¨¢n ayudar al Ej¨¦rcito a defender la seguridad de sus hogares, de sus familias y de sus hijos".
La polic¨ªa israel¨ª detuvo ayer a 54 manifestantes de ultraderecha jud¨ªos cuando varios cientos de ellos bloquearon la zona pr¨®xima a las oficinas del Gobierno. La acci¨®n en¨¦rgica de la polic¨ªa sorprendi¨® a los manifestantes, que hasta ahora eran tratados con guante blanco por las fuerzas de orden p¨²blico.En la madrugada del domingo, miles de extremistas de derecha invadieron los barrios palestinos de Jerusal¨¦n Este, incendiaron veh¨ªculos, rompieron los escaparates de las tiendas y lanzaron piedras contra el consulado norteamericano, pero la polic¨ªa s¨®lo practic¨® una detenci¨®n. Tres agentes resultaron heridos.
Es de destacar que las fuerzas del orden no utilizaron las porras de madera que usan habitualmente contra los manifestantes que transgreden abiertamente la ley y violan el orden p¨²blico. Los dirigentes de los colonos jud¨ªos, que fueron los verdaderos organizadores de la gran manifestaci¨®n, hab¨ªan anunciado que 250.000 personas ocupar¨ªan la ciudad e impedir¨ªan con sus cuerpos la llegada del l¨ªder de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), Yasir Arafat, a Jerusal¨¦n.
En primer lugar, Arafat no ten¨ªa la intenci¨®n de visitar Jerusal¨¦n en esta ocasi¨®n. En segundo lugar, no hubo 250.000 manifestantes en la protesta de la madrugada del domingo, ni siquiera 100.000, aunque los ultras abarrotaron calles y plazas. En realidad se trat¨® de un ¨¦xito para la oposici¨®n nacionalista y religiosa, si bien se detectaron dos notables debilidades.
Insultos y ausencias
Por un lado, los gritos de los extremistas: "?Muerte a Arafat, el jefe terrorista!", cuya efigie fue quemada en la mejor tradici¨®n de las muchedumbles delirantes de Bagdad y Teher¨¢n, y "?Rabin, traidor!". Los dirigentes del Likud se disculparon por tales gritos, pero no hicieron nada para impedirlos. Por otro, los colonos jud¨ªos y los religiosos dominaron en general la manifestaci¨®n. Las masas sefarditas, que apoyan al partido conservador Likud, no estuvieron presentes de la protesta. David Levy, su l¨ªder y portavoz en la direcci¨®n del Likud, cuya ausencia de la tribuna de la manifestaci¨®n no pas¨® desapercibida, no fue invitado a tomar la palabra.
Ahora m¨¢s que nunca, los colonos jud¨ªos, directamente amenazados por los acuerdos entre Rabin y Arafat, son el alma y el cuerpo de la lucha contra la pol¨ªtica gubernamental, apoyados adem¨¢s por algunos grup¨²sculos de extrema derecha.
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