Bakero y Zubizarreta dirigieron la terapia
Clemente permiti¨® y una reuni¨®n antes del choque con Suiza
Todos hablaron. Los jugadores se reunieron en el hotel Capital Hilton de Washington, apenas unas horas antes de disputarse el partido con Suiza. Clemente dio permiso a sus dos capitanes, Zubizarreta y Bakero, para dirigir la terapia en un equipo que le sent¨ªa un tanto confuso por la divergencia entre el juego y los resultados. Era necesario discutir, hablar, sentir el peso de la jerarqu¨ªa de los capitanes y conseguir la unidad de criterios. Todo eso ocurri¨® en Washington.Bakero, que ha emergido como l¨ªder del equipo, lanz¨® el mensaje p¨²blicamente despu¨¦s de la victoria ante Bolivia. Lo dijo con claridad: "Es necesario hablar y. hay que hacerlo antes del partido contra Suiza. Este equipo tiene que encontrar su identidad". Sus manifestaciones revelaban la posici¨®n de un jugador que ha mantenido una postura muy definida durante el Mundial. Segundo en la escala de jerarqu¨ªa, Bakero ha tenido una voz propia durante las ¨²ltimas semanas. No ha actuado como un ap¨¦ndice de Clemente. Bakero ha opinado en cada momento. Y en algunos casos, esa voz ha parecido tan independiente que ha colisionado con la de Clemente, el sumo sacedorte del equipo.
Las palabras de Bakero fueron recogidas por el entrenador. Clemente consideraba que hab¨ªa una comunicaci¨®n suficiente entre el cuerpo t¨¦cnico y los jugadores. Pero los futbolistas ten¨ªan demasiadas interrogantes abiertas, generadas en gran medida por la l¨ªnea errante que hab¨ªa seguido el equipo, por las se?ales contradictorias que recib¨ªan. Se sent¨ªan confundidos. La propuesta de Bakero fue bien recibida por todos. Clemente tambi¨¦n dio v¨ªa libre a la reuni¨®n. Su liderazgo no estaba cuestionado, pero la plantilla necesitaba un minuto de reflexi¨®n.
El corte de la reuni¨®n fue tranquilo. Los jugadores expusieron sus problemas, pero la l¨ªnea argumental estuvo m¨¢s dirigida a crear un sentimiento solidario entre los jugadores. Zubizarreta y Bakero pidieron una actitud decidida y clara del grupo. "Tenemos que jugar colectivamente y con agresividad. Si hay un bal¨®n dividido tiene que ser nuestro, como ocurri¨® ante Alemania. No podemos relajarnos dijo Zubizarreta a sus compa?eros.
La terapia tuvo un efecto considerable. Los jugadores se sintieron aliviados. Algunos ped¨ªan una bandera. La encontraron en la petici¨®n p¨²blica de Bakero. Hab¨ªa que hablar a solas, y hablaron. Sucedi¨® en Washington.
Y en Boston, la selecci¨®n se tom¨® un descanso de casi dos d¨ªas. El regreso a los entrenamientos, previsto para hoy, est¨¢ presidido, sin embargo, por el estado del campo, situado a unos 20 minutos de la sede de la concentraci¨®n y a una hora de Boston. El terreno est¨¢ muy machacado por el trabajo que en ¨¦l desarrollaron anteriormente las selecciones de Corea y Grecia, y la hierba es muy alta. La federaci¨®n ha solicitado a sus cuidadores que pasen el rodillo y estudian la posibilidad de encontrar una alternativa, que podr¨ªa ser el campo de entrenamiento que utilizaron Argentina y Bolivia. Los jugadores intentaron zanjar cualquier pol¨¦mica. "Nosotros hemos venido a jugar a f¨²tbol, y no a hablar de si los campos de entrenamiento nos gustan m¨¢s o menos. Con una buena cama y un bal¨®n tengo bastante", dijo Guardiola.
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