Iglesia y moral

La invitaci¨®n de monse?or Yanes a percibir la homosexualidad como intr¨ªnsecamente mala o desordenada es una orientaci¨®n moral de una irresponsabilidad pasmosa por las implicaciones que conlleva. Se trata de un llamamiento al menosprecio, desacreditando y etiquetando a una parte de la humanidad de malos y desordenados. Si reflexionamos ser¨¢ f¨¢cil concluir que la maldad est¨¢ en actos como la corrupci¨®n moral de la gente, el uso del poder para promocionar la intransigencia, instigar y violentar a unos contra otros; dosificar caprichosamente el respeto y los derechos de las personas... seg¨²n mi moral, monse?or, es malo.Una explicaci¨®n a esta confusi¨®n moral podr¨ªa ser la ignorancia que sobre este tema (sexualidad en general) tiene monse?or; el entorno cerrado en el que se desenvuelve y que s¨®lo permite posturas r¨ªgidas ante la vida, unas relaciones sociales y con el entorno mediatizadas que desarrollan realidades de direcci¨®n ¨²nica que niegan las realidades que cada ser humano quiera crear para s¨ª.

Actualmente se debate sobre si la Iglesia debe pedir perd¨®n por ciertos hechos pasados, pero, en mi opini¨®n, esta que s¨¦ niega a reconocer a la sociedad y que se aleja de ella es la misma Iglesia que no supo - actuar correctamente en los momentos en que estuvo en su mano hacerlo. Esta Iglesia que intenta santificar a una se?ora que desterr¨® a sus acreedores para no hacer frente al pago de sus pr¨¦stamos es una Iglesia que no sabe qu¨¦ es pedir perd¨®n. Esta Iglesia que etiqueta de buenos y malos a las personas es una Iglesia que no est¨¢ en condiciones de pedir perd¨®n.

Si de verdad creen que va a haber juicio final, ¨¦chense a temblar todos aquellos que en vida hicieron el mal, provocaron odios, alentaron la intransigencia, comulgaron con poderes abominables, violaron, torturaron, asesinaron.. Yo vivo con la conciencia muy limpia, y convencido de que usted no es m¨¢s bueno que yo.-