Ech¨¢varri, contra las pol¨¦micas de sus franceses

Dos ciclistas franceses de gran popularidad y capacidad, Armand de las Cuevas y Jean-Fran?ois Bernard, han criticado en esta primera semana del Tour el comportamiento interno del Banesto, no en la carrera, sino en cuanto a la relaci¨®n que mantienen en su seno los corredores con los dirigentes. Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, director del equipo, aplaza cualquier contestaci¨®n "porque estamos en carrera y esto es ahora lo m¨¢s importante".De las Cuevas, que dej¨® el ano pasado Banesto, denunci¨® que en una ocasi¨®n no le permitieron ganar una etapa; Bernard, por su parte, anunci¨® que no renovar¨¢ su contrato, porque mantiene relaciones tensas con ciertas personas despu¨¦s de que creciera exageradamente el equipo tras la fusi¨®n con el Amaya. "Sus declaraciones", dice Ech¨¢varri, "garantizan que en el Banesto no hay ninguna dictadura. Cada uno puede decir lo que piense, sin que ocurra nada. Yo, al menos, no he dicho absolutamente nada a Bernard. En cuanto a De las Cuevas, no tengo por qu¨¦, pues ya no pertenece al equipo".

El director del Banesto, en cualquier caso, est¨¢ convencido de que las declaraciones de De las Cuevas no reflejan con exactitud lo que ¨¦l quiso expresar, mientras que las de Bernard, ratificadas ante la televisi¨®n, responden a su deseo, "nada reprochable", asegura Ech¨¢varri, de cambiar de equipo. "Ya se le ofreci¨® el a?o pasado la posibilidad de dejar Banesto", revela su director, "si lograba en Francia formar un equipo a su alrededor. No fue posible y continu¨® con nosotros. Perfecto, porque es un corredor que nos interesa, como lo demuestra que est¨¢ con nosotros en el Tour. Yo estoy contento con su rendimiento, y la relaci¨®n profesional que mantenemos es, por tanto, buena. Otras cuestiones son las personales, si es que las hay y que tiempo habr¨¢ de matizar, porque ahora lo m¨¢s importante es trabajar todos para el equipo, y ¨¦l lo est¨¢ haciendo de manera irreprochable, o sea, que ning¨²n problema". Tan bien est¨¢ Bernard, vieja joven esperanza francesa, que coloc¨® con ¨¦l a su hermano Pascal como mec¨¢nico del equipo.

Ech¨¢varri considera que, en el ciclismo, todos los componentes de un equipo han de trabajar para el l¨ªder, y recuerda la ¨¦poca en la que Miguel Indur¨¢in era gregario de Pedro Delgado.

En esta asignatura es en la que fall¨®, ciertamente, De las Cuevas, licenciado del Banesto a mediados de la temporada pasada. El iluminado franc¨¦s no se recataba en afirmar que no estaba a gusto porque consideraba que ten¨ªa capacidad para ser el l¨ªder del equipo en alguna prueba. La mayor tensi¨®n entre ¨¦l y el equipo lleg¨® en el Tour de 1992, cuando se empe?¨® en hacer un gran desgaste en la contrarreloj de Luxemburgo para mostrar sus posibilidades. Qued¨® segundo tras Indur¨¢in, pero se le atragant¨® la monta?a. Despu¨¦s del Giro de 1993, De las Cuevas hizo las maletas definitivamente. Y como l¨ªder del Castorama ya ha sido maglia rosa en el Giro.