El escondite italiano
El mi¨¦rcoles a mediod¨ªa se vistieron con el traje de Armani y los llevaron en autob¨²s para que se acostaran con sus mujeres en varios hoteles de lujo de Manhattan. Por la ma?ana, los que hab¨ªan jugado con Nigeria no entrenaron. Los otros lo hicieron levemente. Arrigo Sacchi, de muy buen humor, concedi¨® una interminable rueda de prensa a la muchedumbre de periodistas sentados en un auditorio. Las ruedas de prensa del seleccionador con los periodistas italianos suelen ser muy largas porque no se trata s¨®lo de preguntar y de responder sino de discutir. El resumen de esa peroraci¨®n fue el optimismo. Sacchi concluy¨® que ahora se inauguraba una etapa de entusiasmo. Hasta el minuto 88 nigeriano la suerte estuvo de parte de los otros. "Desde el gol de Baggio la fortuna se ha hecho itafiana". "Ahora empieza la guerra de verdad", dijo. Los espa?oles nos vimos en el punto de mira.Con tanto af¨¢n se lo tomaron los italianos tras el recreo de Nueva York, que celebraron el siguiente entrenamiento a puerta cerrada. La selecci¨®n italiana ha entrenado y ha seguido entrenando desde el comienzo del Mundial en los campos de una high-school. El lugar, en Somerset (Nueva Jersey) se encuentra tan apartado y es tan an¨®nimo que la estaci¨®n de tren m¨¢s pr¨®xima se llama Metromark sin correspondencia con el nombre de localidad alguna. Un taxista tomado al azar tarda dos horas en localizar Martinsville, otra hora en encontrar el Somerset Hill Hotel -transatl¨¢ntico forestal rodeado de polic¨ªas- algo m¨¢s de media hora en llegar a escuela. La Pingry School es de estilo posmodernista y la matr¨ªcula para hacer un curso de BUP vale m¨¢s de un mill¨®n de pesetas. Las instalaciones son en consecuencia amplias y capaces de adaptaci¨®n. En el caso del entrenamiento a puerta cerrada se hizo instalar cortinas sobre una suerte de jaulas rodeando una superficie equivalente a la tercera parte de un campo de f¨²tbol. All¨ª dentro ensayaron 18 jugadores la forma de desenvolverse en el achique de espacios que cree Sacchi que prepara Clemente. El d¨ªa anterior se ejercitaron en pases desde el medio campo a la delantera. La preocupaci¨®n de Sacchi es el funcionamiento del ataque mientras se siente satisfecho con la defensa. Dude o no con uno u otro portero.
No duda ya de Roberto Baggio del que dice que "ha roto la concha". Hasta hace unos d¨ªas los jugadores manten¨ªan una mortecina relaci¨®n con su entrenador. Ahora el decaimiento ha desaparecido. Sacchi vestido con un conjunto de camiseta y pantal¨®n verde nigeriano m¨¢s una gorra playera de color blanco, saludaba a la concurrencia desde el otro lado de la cinta como una antigua actriz de camino a una premiere. La v¨ªspera del viaje a Boston no habl¨® con la prensa. Cinco jugadores toscamente vestidos de azul marino se reunieron con los periodistas. Todos dijeron lo que cualquier aficionado habr¨ªa supuesto que dir¨ªan. Uno y otro contestaron media docena de veces que un Italia-Espa?a no es un Milan-Barcelona a pesar de enfrentarse los mismos jugadores. Todos respondieron varias veces que no importan los tres d¨ªas de descanso m¨¢s de que han disfrutado los espa?oles. Maldini, el mejor culo del Mundial seg¨²n una encuesta de The Washington Post, a?ad¨ªa que ganar¨¢ seguramente quien consiga el primer gol. Efectivamente nadie sab¨ªa nada.
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