"Ser¨¢ dif¨ªcil saber la verdad sobre la muerte de mi marido"
Tiene tan s¨®lo 34 a?os y es ya una mujer que despierta curiosidad y grandes pasiones a su favor en M¨¦xico. No es un l¨ªder, pero gran parte de la poblaci¨®n desear¨ªa que lo fuera. El d¨ªa en que fue enterrado su marido, en Magdalena de Kino (Estado de Sonora), ley¨® un epitafio que estremeci¨® al pa¨ªs. M¨¦xico descubri¨® entonces a una mujer culta y con grandes dotes para ser escuchada en silencio.Diana Laura Riojas es hoy, casi cuatro meses despu¨¦s del asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, una mujer comprometida con un ideario, que incluso ha rechazado varias ofertas pol¨ªticas. Rodeada de sus dos hijos, Luis Donaldo y Mariana, quiere, en cambio, hacer cosas en M¨¦xico en favor de la paz, la educaci¨®n y la dignidad de la persona.
Pregunta. ?Por qu¨¦ guard¨® tanto silencio tras el asesinato de su marido?
Respuesta. El silencio no es ausencia. Tampoco af¨¢n de lejan¨ªa y mucho menos intenci¨®n de abdicar. Si durante alg¨²n tiempo guard¨¦ silencio fue por un duelo personal e ¨ªntimo. He tenido momentos de profunda reflexi¨®n y he llegado a la conclusi¨®n de que debo continuar el camino en otras circunstancias.
P. ?Qu¨¦ hace ahora Diana Laura Riojas?
R. La ausencia de Luis Donaldo me ha obligado a replantear mi vida. Esto significa proporcionarle la seguridad la tranquilidad y el amor necesarios a mis hijos para que se formen adecuadamente. He decidido asimismo crear la Fundaci¨®n Luis Donaldo Colosio, que es un organismo aut¨®nomo e independiente que se ha propuesto mantener vivo el ideario pol¨ªtico de mi marido como compromiso de vida ciudadana digna a trav¨¦s del fomento de los valores humanos.
P. Hablemos del asesinato. Hay una sensaci¨®n generalizada de que jam¨¢s va a ser aclarado.
R. Recientemente tom¨¦ la determinaci¨®n de nombrar a un prestigioso abogado penalista para que acuda a todas las diligencias relacionadas con el caso, me mantenga informada de ello y proporcione la informaci¨®n pertinente a la opini¨®n p¨²blica. Ha sido la reacci¨®n personal de una mujer atada a la emoci¨®n y al dolor y que ha vivido en carne propia el peso de los acontecimientos. Ahora bien, a casi cuatro meses de distancia y ante el cariz que han tomado los recientes sucesos relacionados con el atentado, considero que ser¨¢ muy dif¨ªcil saber la verdad en breve sobre la muerte de mi marido.
P. A¨²n se recuerda lo tortuosa que fue la campa?a de su marido.
R. La campa?a de Luis Donaldo fue breve, pero intensa. Coincidi¨® con un proceso de beligerancia informativa. Hoy resulta parad¨®jico que no se haya querido dar cr¨¦dito a su decidida actitud hacia el cambio. Un cambio que el pa¨ªs demandaba.
P. ?Qu¨¦ transformaciones preve¨ªa su marido para, M¨¦xico?
R. Para Luis Donaldol M¨¦xico viv¨ªa la competencia pol¨ªtica y en la competencia ¨¦l estaba decidido a realizar su mejor esfuerzo. Reconoc¨ªa que no ten¨ªa el triunfo asegurado y que ten¨ªa que luchar por ganarlo. Siempre dijo que no quer¨ªa, concesiones al margen de los votos o al margen de la ley. El cre¨ªa en la democracia y en su mente se hab¨ªa borrado toda presunci¨®n de la existencia de un partido de Estado. Sab¨ªa que M¨¦xico viv¨ªa otros tiempos.
P. ?Preve¨ªa limpiar el sistema, o sea, acabar con la corrupci¨®n y las mafias que utilizan la pol¨ªtica para el lucro personal?
R. Luis Donaldo pretend¨ªa convocar a todos los ciudadanos a unirse en una cruzada permanente que permitiera desterrar viejas pr¨¢cticas con una nueva actitud ciudadana. Su lucha era contra la desigualdad y contra los privilegios de grupos o personas. ?l reconoci¨® que viv¨ªamos en un M¨¦xico de mujeres y hombres afligidos por el abuso de las autoridades. Es lo que llamaba la arrogancia de las oficinas gubernamentales. Sin embargo, la corrupci¨®n es un mal mundial y no s¨®lo privativo de mi pa¨ªs.
P. La gente cuando habla de usted lo hace con preocupaci¨®n. Como consternada por una grave enfermedad que sufri¨® hace muy poco tiempo.
R. Agradezco esa preocupaci¨®n. De salud, mis hijos y yo es tamos bien. Lamentablemente, mi mal no es f¨ªsico. Mi mal est¨¢ en mi esp¨ªritu. El dolor no cesa, se transforma. Es entonces cuando una tiene que acostumbrarse a hacer de la ausencia una presencia constante.
P. ?Que Ie pas¨® a Manuel Camacho con su marido?
R. Camacho, Pedro Aspe, Emilio Gamboa, Ernesto Zedillo y Emilio Lozoya, entre, otros, contendieron junto con Luis Donaldo por la candidatura del PRI a la presidencia de la Rep¨²blica. Todos tuvieron las mismas posibilidades y se acogieron a las mismas reglas. Pienso que en, cualquier proceso donde participan contendientes en igualdad de circunstancias es poco ¨¦tico y signo de inmadurez no conformarse ante los resultados por el s¨®lo hecho de que estos no nos favorecieron.
P. ?Es cierto que Camacho jam¨¢s felicit¨® a su marido por el destape?
R. Los pri¨ªstas y el pueblo de M¨¦xico jam¨¢s escucharon a Camacho felicitar a m¨ª marido. Estaba en su derecho no hacerlo. Lo ¨²nico que s¨¦ es que Luis Donaldo jam¨¢s lo sinti¨® como un rival y siempre se expres¨® de ¨¦l en buenos t¨¦rminos. Sin embargo, no se percibi¨® reciprocidad.
P. ?Que tal se lleva usted con el presidente Carlos Salinas?
R. Mi marido fue un cercano colaborador de Salinas en los ¨²ltimos diez a?os. Durante ese tiempo desarroll¨® v¨ªnculos de admiraci¨®n y compromiso con su persona. Yo s¨¦ que la ausencia de Luis Donaldo le ha afectado profundamente. La relaci¨®n de afecto que manten¨ªamos cuando viv¨ªa Luis Donaldo y que uni¨® a nuestras dos familias tratamos de que se mantenga.
P. Sinceramente. ?Tiene usted miedo? ?Le atormenta que pueda ocurrir algo si dice la verdad de lo que piensa?
R. No. Tengo la convicci¨®n de que cualquier acci¨®n que ejercite implica riesgos. Pero no creo que haya alguien que quiera hacerme m¨¢s da?o del que ya me han hecho.
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