Los alcaldes estan que arden
Los municipios catalanes se quejan de descoordinaci¨®n y falta de medios en la lucha contra los incendios
Los alcaldes catalanes est¨¢n que arden, aunque no todos lo dicen en p¨²blico. Tanto los de los municipios afectados por el fuego la semana del 4 al 10 de julio como quienes enviaron ayuda para combatir los, graves incendios que han asolado la provincia de Barcelona hablan de descoordinaci¨®n y de falta de medios para combatir el fuego. Desde la Administraci¨®n competente -la Generalitat- se niega la descoordinaci¨®n entre los cuerpos oficiales, aunque se admiten fallos de encaje entre ¨¦stos -bomberos, polic¨ªas auton¨®micos, agentes forestales, Guardia Civil, Ej¨¦rcito- y los miles de voluntarios movilizados.El lunes 4, a las 16.15 horas, el Departamento de Gobernaci¨®n de la Generalitat anunciaba que se hab¨ªa declarado el nivel 2 del plan de lucha contra los incendios, que implicaba la actuaci¨®n de recursos ajenos a la Administraci¨®n auton¨®mica, aunque bajo su autoridad, y la constituci¨®n de un comit¨¦ de emergencia, que se reuni¨® de forma permanente en el cuartel central de los bomberos, en Bellaterra (Barcelona). Estas medidas supon¨ªan el estreno del Infocat, el nuevo Plan de de Protecci¨®n Civil de Emergencias por Incendios Forestales en Catalu?a a¨²n en tramitaci¨®n administrativa.
La apreciaci¨®n de muchos alcaldes es que esa coordinaci¨®n no se traslad¨® sobre el terreno y que se prescindi¨® de las autoridades locales, que son las que conocen mejor la geograf¨ªa decada t¨¦rmino. Otra queja es que los miles de voluntarios no fueron encuadrados, ni equipados, ni dirigidos por nadie, aunque en la Generalitat se recuerda que son los ayuntamientos los que deben, crear sus propios planes de actuaci¨®n.
Sebasti¨¢ Ribes es teniente de alcalde de Sabadell (200.000 habitantes, gobernado por IC-IU). Explica que el d¨ªa 4 se declar¨® un, incendio en las poblaciones lim¨ªtrofes, que fue detenido con camiones cisterna propios porque no quedaban bomberos en la ciudad. "Como ya est¨¢bamos en situaci¨®n de alerta y sab¨ªamos lo que pasaba [hasta 30 incendios simult¨¢neos], diversos ayuntamientos enviamos nueve cisternas y polic¨ªas municipales a la comarca del Bergued¨¢ [una de las m¨¢s devastadas]. All¨ª constataron la descoordinaci¨®n existente. Nos quedamos sorprendidos cuando, por radio, nuestra gente nos ped¨ªa instrucciones, porque sobre el terreno nadie parec¨ªa tener el mando. Cada cuerpo actuaba a su aire, y muchas cisternas - estaban paradas esperando ¨®rdenes o se daban instrucciones contradictorias. Otro problema es que no se hab¨ªa previsto el relevo del personal. Nos encontramos con conductores que llavaban tres d¨ªas sin ser sustituidos, que se ca¨ªan de fatiga"
Francesc Baltasar, alcalde de Sant Feliu (40.000 habitantes), tambi¨¦n de IC, envi¨® a sus voluntarios al cuartel de Bellaterra como le aconsej¨® la Generalitat. "Pero como all¨ª nadie les dec¨ªa qu¨¦ ten¨ªan que hacer, optaron' por dirigirse por su cuenta a los puntos de fuego del Bergued¨¢".
La alcaldesa de Monistrol (2.700 habitantes), ?ngels Queralt¨®, de CiU, no es partidaria de aprovechar los incendios para criticar a la Generalitat. La descoordinaci¨®n era l¨®gica, porque la situaci¨®n, desbord¨® a todo el mundo. "Hicimos lo que pudimos, pese a los medios escasos" se?ala. Esta alcaldesa cont¨® con un coche de bomberos, que ella detuvo personalmente. "Les dije que pasar¨ªan por encima de mi cad¨¢ver porque los necesitaba para evitar que el fuego destruyera una urbanizaci¨®n. Llamaron y sus jefes les dijeron que se quedaran", explica.
M¨¢s cr¨ªtico se manifiesta Andreu Jos¨¦ Mestres (tambi¨¦n de, CiU), alcalde de Collbat¨® (1.200 habitantes), donde se inici¨® el lunes 4 un fuego que afect¨® a la, monta?a de Montserrat y ocasion¨® la muerte de tres excursionistas. Su municipio dispone de un cuerpo de bomberos voluntarios, desde que en 1986 otro incendio arrasara Montserrat, y de un viejo cami¨®n de bomberos.
"El d¨ªa del fuego ped¨ª a los bomberos que me enviaran dos coches. Me contestaron que no vendr¨ªan porque eran necesarios en otros pueblos. De disponer de tres coches hubi¨¦ramos podido, rodear el fuego y controlarlo. Con uno, s¨®lo pod¨ªamos perseguirlo y corr¨ªa m¨¢s que nosotros". El martes, cuando las llamas ya sub¨ªan por Montserrat, y las mangueras se hab¨ªan quedado cortas y sin presi¨®n, recibieron ayuda a¨¦rea y terrestre.
En Call¨²s (1.500 habitantes) no hubo oportunidad de comprobar si hubo coordinaci¨®n o medios. El fuego le lleg¨® a las tres de la tarde del lunes con tanta fuerza que 12 horas despu¨¦s hab¨ªa consumido 900 de las 1.200 hect¨¢reas del t¨¦rmino. El fuego termin¨® porque ya no hab¨ªa qu¨¦ quemar, explica su alcalde, Florenci Bosch, independiente por CiU. "Fue. espectacular y dantesco", recuerda. "Los bomberos, tres o cuatro camiones, se parapetaron entre una. industria maderera, que ardi¨®, y las casas con el objetivo de evitar que las llamas llegar¨¢n al pueblo. Y lo, lograron. Contra el fuego en el bosque no se pod¨ªa hacer nada" Voluntarios de Call¨²s acudieron a combatir el fuego en los municipios vecinos. "Llegaban al bosque y se pon¨ªan donde les parec¨ªa, porque faltaba alguien que les dirigiera", se?ala Bosch.
"El propio Pujol me dio la raz¨®n". Joan Bernat, alcalde de La Quar (43 . habitantes) por ERC. Cuando el presidente de la Generalitat visit¨® las comarcas devastadas, Bernat se quej¨® de que cada una de las fuerzas que participaron en la extinci¨®n utilizaran sistemas de transmisiones incomunicados entre s¨ª.
En Borred¨¢ (450 habitantes), al norte de La Quar, la situaci¨®n no fue mejor. El pueblo estuvo incomunicado: las dos l¨ªneas del cuartel de bomberos de Berga comunicaban constantemente y cuando se les recomendaba utilizar la emisora de Protecci¨®n Civil, quienes estaban en los frentes de fuego se quejaban porque interfer¨ªan sus frecuencias.
"Quien diga que hubo descoordinaci¨®n es porque ha visto esta pel¨ªcula desde casa". El ' fatalismo impregna el discurso de Llu¨ªs Bertran, alcalde de Gironella (5.290 habitantes) por CiU, donde el fuego lleg¨® a quemar las persianas de algunas casas. "No admito que haya quejas. Es una falta de respeto hacia los bomberos y los voluntarios", remacha.
Bertran estaba el viernes haciendo fotocopias para informar a los payeses de las ayudas de la Administraci¨®n. "Es eso lo que tenemos que hacer, no mirar hacia atr¨¢s", se?ala asumiendo el mensaje que d¨ªas despu¨¦s transmiti¨® Pujol. Pero los alcaldes de CiU del Bages, y el Bergued¨¢ reconocen tambi¨¦n, aunque en privado, las mismas quejas que los de otros partidos. Y confiesan que la fortuna se ali¨® con ellos porque el fuego, que lleg¨® a rodear varias veces a los voluntarios,. pudo causar muchas m¨¢s v¨ªctimas de las cinco que se cobr¨®.
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