El Papa niega defender la fecundidad a ultranza

Juan Pablo II declar¨® ayer, en su residencia de verano de Castelgandolfo, que, en contra de lo que algunos piensan, la Iglesia no sostiene una "deolog¨ªa de la fecundidad a toda costa" ni fuerza a la procreaci¨®n irresponsable. Ante una audiencia de cientos de fieles, el Papa afirm¨® que el amor conyugal "tiende por naturaleza a ser fecundo".

Juan Pablo II pronunci¨® ayer una alocuci¨®n sobre la paternidad y la maternidad responsable, en la que subray¨® que la generaci¨®n de un nuevo ser humano "es una continuaci¨®n de la creaci¨®n" y un acto "en el que Dios est¨¢ presente". El valor de esta afirmaci¨®n, dijo, lo capta no s¨®lo el creyente, sino la "simple raz¨®n que reconoce en la vida naciente algo m¨¢s all¨¢ del puro hecho biol¨®gico".El Papa precis¨® que, contra lo que opinan algunos, la Iglesia "no fuerza a procrear sin discernimiento, y basta para ello con leer atentamente el magisterio para comprobar que no es as¨ª". Seg¨²n dijo, la Iglesia no sostiene una "ideolog¨ªa de la fecundidad a toda costa", sino que el hijo no es algo "externo", sino fruto del amor del matrimonio. La oposici¨®n de la Iglesia a ciertas tesis de planificaci¨®n familiar, que ser¨¢n sometidas a debate en la Conferencia sobre la Poblaci¨®n que la ONU celebrar¨¢ en El Cairo el pr¨®ximo septiembre, ha sido interpretada por los cr¨ªticos como una defensa a ultranza de la fecundidad.

Al engendrar una nueva vida, dijo, los esposos realizan una de las misiones m¨¢s altas de su vocaci¨®n, la de colaboradores de Dios; "de ah¨ª su responsabilidad a la hora de querer tener o no hijos", para lo cual no deben orientarse por el ego¨ªsmo o la ligereza, sino por la generosidad prudente.

"Cuando se tienen motivos para no procrear, esta opci¨®n es l¨ªcita y puede incluso ser obligada", dijo al romper una lanza a favor de los m¨¦todos naturales para el control de la fecundidad. Pero, subray¨®, "permanece el deber de realizar esta opci¨®n con criterios y m¨¦todos que respeten la verdad total del encuentro conyugal en su dimensi¨®n unitiva y procreativa, como es sabiamente regulada por la naturaleza misma en sus ritmos biol¨®gicos".

Uniones de homosexuales

Por otra parte, el arzobispo de Madrid, Angel Suqu¨ªa, dijo ayer que si el Gobierno espa?ol permite que las parejas homosexuales contraigan matrimonio y adopten ni?os, lo har¨¢ "por su propio deseo e iniciativa", y no porque se lo exija el Parlamento Europeo.Esta valoraci¨®n del arzobispo se produce pocos d¨ªas despu¨¦s de que la ministra de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, anunciara que promover¨¢ una legislaci¨®n que reconozca las uniones de homosexuales siguiendo las recomendaciones del Parlamento Europeo.

Suqu¨ªa se?al¨® que es su deber denunciar "el intento de hacer creer a la opini¨®n p¨²blica que determinadas restricciones legales, como la prohibici¨®n del matrimonio y de la adopci¨®n, sean discriminaciones injustas para los homosexuales".

En su opini¨®n, los ni?os "tienen derecho a crecer en un ambiente que se acerque lo m¨¢s posible al de la familia natural que no tienen", mientras que la atracci¨®n sexual entre personas del mismo sexo "debe ser considerada como desordenada".