Israel y Jordania ponen fin a 46 a?os de hostilidad
A la sombra de una tienda de campa?a blanca, erigida en el desierto, delegados de Jordania e Israel dieron ayer el primer paso en la b¨²squeda de un tratado de paz capaz de poner fin a 46 a?os de hostilidad y recelo. La reuni¨®n, altamente simb¨®lica, allan¨® el camino para la hist¨®rica cumbre entre el rey Hussein y el primer ministro Isaac Rabin en Washington dentro de una semana y puso en movimiento una de las ¨²ltimas piezas para la soluci¨®n del conflicto ¨¢rabe-israel¨ª.
Si el marco del primer contacto p¨²blico entre jordanos e israel¨ªes sirve de patr¨®n, los vecinos no van a tener grandes dificultades en firmar acuerdos de paz o de cooperaci¨®n. Tras los protocolarios discursos inaugurales y antes de comenzar las conversaciones formales en torno a una mesa colocada exactamente en la mitad del l¨ªmite fronterizo entre ambos pa¨ªses, jordanos e israel¨ªes coincidieron inmediatamente en que hac¨ªa demasiado calor como para continuar el trabajo con el traje completo puesto.El jefe de la delegaci¨®n israel¨ª, Elyakini Rubinstein, se dirigi¨® sonriente a su contraparte jordana, el embajador de Amm¨¢n ante la Casa Blanca, Fayez al Taraune, y le pregunt¨® amablemente: "Fayez, ?quieres anunciar t¨² que nos quitamos las chaquetas?". "?Ah, s¨ª!, pero ?solo las chaquetas?", repuso divertido el jordano. "Hemos logrado el primer acuerdo", anunci¨® el israel¨ª. El ambiente era pues inmejorable.
El fotografiad¨ªsimo intercambio en el punto fronterizo, 13 kil¨®metros al norte de los puertos gemelos de ?kaba, en Jordania, y Eilat, en Israel, di¨® la pauta de la distensi¨®n que caracteriza el primer di¨¢logo p¨²blico entre los antiguos enemigos. Dos a?os de machaconas negociaciones bilaterales en Washington han producido poco resultado concreto, poco acuerdo, pero indudablemente han ayudado a asentar la capacidad de di¨¢logo. Ahora ambos pa¨ªses est¨¢n ansiosos por cerrar el cap¨ªtulo de sus turbulentas relaciones, comenzar a solucionar su poco importante litigio fronterizo y pactar acuerdos sobre cuestiones m¨¢s apremiantes y potencialmente explosivas como el uso de las aguas del b¨ªblico r¨ªo Jord¨¢n. El agua en el desierto se convierte en un producto estrat¨¦gico, tan importante o m¨¢s que el petr¨®leo.
Lista de nuevos amigos
Israel, que ya consigui¨® la paz con Egipto, a trav¨¦s de los acuerdos de Camp David de 1979, y con los palestinos, tras los recientes acuerdos de autonom¨ªa de Gaza y Jeric¨®, desea a?adir cuanto antes a Jordania a la lista de sus nuevos amigos para cosechar los beneficios pol¨ªticos y econ¨®micos de una nueva relaci¨®n con sus vecinos. En eso est¨¢n de acuerdo hasta los opositores m¨¢s furibundos de Rabin, como el alcalde derechista de Jerusal¨¦n, Ehud Olmert, cuya oficina ha anunciado ya que el rey Hussein, biznieto del jerife de La Meca y descendiente del profeta Mahoma, ha sido invitado a orar en la mezquita de Al Aqsa en el coraz¨®n de la Ciudad Santa. Hussein no despierta los odios de Arafat.Por su parte, Jordania, que ve el futuro con una ¨®ptica similar a la israel¨ª, est¨¢ actuando con el acicate adicional de una condonaci¨®n de su deuda de 950 millones de d¨®lares (unos 120.000 millones de pesetas) con Estados Unidos y la modernizaci¨®n de sus Fuerzas Armadas con material estadounidense.
"Esperamos que los satisfactorios resultados de las negociaciones y los acuerdos concertados culminen con un tratado de paz que delin¨¦e cuidadosamente nuestros derechos y deberes en condiciones de paz", declar¨® Taraune. Rubinstein apunt¨®: "Esta reuni¨®n se celebra en una tienda. La tienda es temporal, pero la paz debe ser permanente".
Gran actividad diplom¨¢tica
La reuni¨®n fue el punto m¨¢s destacado de una jornada de gran actividad diplom¨¢tica en la regi¨®n y que acerc¨® a Israel a¨²n m¨¢s hacia la paz con sus vecinos. Aunque el Gobierno de Rabin no ha logrado progresos tangibles en sus esfuerzos por persuadir a Siria, la gran d¨ªscola, para establecer contactos bilaterales al margen de las conversaciones patrocinadas por Washington y Mosc¨², a¨²n no ha perdido las esperanzas.Prueba de que Israel todav¨ªa conf¨ªa en el poder diplom¨¢tico estadounidense fue su nueva gesti¨®n ayer ante el secretario de Estado norteamericano Warren Christopher, quien lleg¨® a Jerusal¨¦n en la primera etapa de su nueva gira por Oriente Pr¨®ximo. Esta vez, su visita a Damasco podr¨ªa generar alg¨²n tipo de movimiento, a juzgar por el mensaje oficial que el presidente Hafez el Asad ha dejado traslucir en las ¨²ltimas horas.
Un portavoz oficial sirio declar¨® en Damasco que el presidente Asad va a cooperar con Christopher en su empe?o por extraer del estancamiento las conversaciones con Israel. "Siria est¨¢ dispuesta a discutir todo lo que pueda ayudar a impulsar el proceso de paz hacia su objetivo, que es lograr un arreglo justo y global del conflicto ¨¢rabe-israel¨ª sobre la base de la aplicaci¨®n de las resoluciones 242 y 338 de Naciones Unidas", dijo el portavoz aludiendo a los instrumentos que inspiran la f¨®rmula paz a cambio de los territorios capturados por los israel¨ªes en la guerra de 1967, llamada de los Seis D¨ªas.
Siria insiste en que Israel debe anunciar formalmente la devoluci¨®n de los estrat¨¦gicos altos del Gol¨¢n como paso previo a cualquier negociaci¨®n con miras a un tratado de paz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.