?Y a m¨ª qui¨¦n me paga?
Maestros jubilados llevan siete a?os esperando una compensaci¨®n de 260.000 pesetas
Si no le sobrase tiempo libre, hace mucho que Gonzalo L¨®pez Rodr¨ªguez habr¨ªa arrojado la toalla. Este maestro de 71 a?os se jubil¨® en 1987, y desde entonces est¨¢ esperando que se le abonen. las cuatro pagas que le deben.
Gonzalo L¨®pez ha tenido que llevar a la Xunta de Galicia a los tribunales. La ley estaba de su parte, pero la Administraci¨®n central trataba de pasarle la pelota al Gobierno auton¨®mico, y ¨¦ste se desentend¨ªa. Tras mucho pleitear, consigui¨® que unos y otros admitiesen su responsabilidad y que desde Madrid se remitiese el dinero al Ejecutivo regional. La Xunta promete que le pagar¨¢ en las pr¨®ximas semanas.Se jubil¨® el d¨ªa que cumpl¨ªa 65 a?os. Poco despu¨¦s, leyendo revistas profesionales, cay¨® en la cuenta de que como profesor de EGB le correspond¨ªan cuatro pagas extraordinarias equivalentes al sueldo base con las que el Estado compensaba a los funcionarios que abandonaban su trabajo por razones de edad.
"Yo siempre he sido muy tenaz y de esp¨ªritu batallador", afirma Gonzalo L¨®pez. Sin pens¨¢rselo m¨¢s, consult¨® con un abogado y reclam¨® al Estado el dinero. Pronto descubri¨® que decenas de antiguos compa?eros se encontraban en la misma situaci¨®n, pero la suya fue una batalla en solitario. "Cuando te jubilas, cada uno se va un poco por su lado y es dif¨ªcil hacer algo conjuntamente", explica.
Recurri¨® a Hacienda, a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de la Xunta, al Tribunal Superior de Justicia de Galicia y al Valedor do Pobo (Defensor del Pueblo). En las oficinas dependientes de la Administraci¨®n central le remit¨ªan al Gobierno auton¨®mico, y. all¨ª le respond¨ªan que ten¨ªa toda la raz¨®n del mundo pero que el dinero deb¨ªa pagarlo la Administraci¨®n central.
Con el tiempo, acab¨® averiguando que en otras comunidades la justicia hab¨ªa avalado reclamaciones como la suya. Gonzalo L¨®pez se fue entonces al Tribunal Superior de Galicia para presentar una demanda. Al principio confiaba poco, en una soluci¨®n inmediata porque la Abogac¨ªa del Estado recurr¨ªa por sistema. Sin embargo, en 1991 el tribunal le envi¨® una carta anunci¨¢ndole que el caso quedaba resuelto porque la Administraci¨®n hab¨ªa desistido.
Gonzalo pens¨® entonces que al fin podr¨ªa cobrar. Pero se encontr¨® con la misma historia y tuvo que volver a recorrer varias veces el trillado camino entre la Delegaci¨®n de Hacienda y la Consejer¨ªa de Educaci¨®n. Hasta que en abril pasado el Bolet¨ªn Oficial del Estado recogi¨® en letra impresa sus derechos. Su dinero y el de otros maestros ser¨ªa transferido de inmediato a las comunidades aut¨®nomas, que se encargar¨ªan de repartirlo, entre los beneficiarios.
Gonzalo sigue sin cobrar y teme que la Xunta "desv¨ªe el presupuesto para cualquier otra cosa". La Consejer¨ªa de Educaci¨®n trata de tranquilizarle. Un portavoz de este departamento le asegura que ya se han recibido los fondos de Madrid y que en las pr¨®ximas semanas se empezar¨¢ a pagar. A estas alturas, a Gonzalo lo que menos le importa es el dinero: "Se trata de hacer valer un derecho. Con lo que se han devaluado en siete a?os esas 260.000 pesetas y lo que me he gastado en abogados y procuradores, poco me va a quedar
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.