Israel y Jordania sellan una reconciliaci¨®n hist¨®rica
Y la paz gan¨® ayer nuevos territorios en Oriente Pr¨®ximo. Rememorando el c¨¦lebre apret¨®n de manos que, hace poco menos de un a?o, introdujo a jud¨ªos y palestinos en la v¨ªa de la reconciliaci¨®n, el primer ministro de. Israel, Isaac Rabin, puso ayer fin al estado de guerra con otro de sus archienemigos ¨¢rabes y firm¨® con el rey Hussein de Jordania una declaraci¨®n que puede cambiar la faz de una de las regiones m¨¢s complicadas del mundo. El presidente Bill Clinton, testigo de la hist¨®rica ceremonia, prometi¨® que Estados Unidos ser¨¢ velador permanente de los, buenos prop¨®sitos expuestos en Washington.
Todo transcurri¨® con mayor naturalidad que la ma?ana de septiembre en que el presidente de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), Yasir Arafat, es tuvo en este mismo escenario. Clinton no necesit¨® esta. vez empujar a los protagonistas hacia un contacto inc¨®modo. El primer ministro Rab¨ªn y el rey Hussein, un monarca moderado que, ha explorado anteriormente los caminos hacia la paz, probablemente se hab¨ªan visto ya en secreto en otras ocasiones. Las sonrisas. que intercambiaron eran las de viejos conocidos, casi de c¨®mplices. Eso no disminuye la enorme trascendencia de su gesto., Israel y Jordania, vecinos a ambos lados del r¨ªo. Jord¨¢n han permanecido formalmente en estado de guerra durante 46 a?os. El rey Hussein es adem¨¢s una pieza fundamental en la b¨²squeda de una soluci¨®n para Jerusal¨¦n. Despu¨¦s de Egipto, que firm¨® los acuerdos de Camp David hace 15 a?os, y de la propia OLP, el arreglo con Jordania era imprescindible para que Israel pueda disfrutar de una vida tranquila dentro de fronteras seguras. S¨®lo queda ya Siria para completar la estructura de paz en esa regi¨®n."Otra pesadilla de guerra puede haber acabado", dijo Rabin despu¨¦s de poner su firma sobre la Declaraci¨®n de Washington. Este documento no es todav¨ªa un tratado de paz. Es una muestra de buena voluntad. Pero en ¨¦l se esbozan ya las bases para la colaboraci¨®n entre los dos pa¨ªses ante un futuro que se les presenta prometedor.
El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, calcul¨® que el tratado formal puede ser firmado dentro de unos pocos meses. "No todo lo que es posible est¨¢ en el documento que hemos rat¨ªficado, pero es un comienzo modesto y decidido para llevar a nuestros pa¨ªses del miedo a la seguridad", declar¨® el rey Hussein.
La Declaraci¨®n de Washington certifica que "la larga crisis entre los dos pa¨ªses est¨¢ llegando al final" y que Israel y Jordania han pasado la p¨¢gina de su estado de guerra". El texto, anuncia tambi¨¦n pasos concretos para la reconciliaci¨®n, como el . establecimiento de comunicaciones telef¨®nicas, la apertura de dos nuevos puestos fronterizos o la aceleraci¨®n de negociaciones para la creaci¨®n de un corredor a¨¦reo.
"Estamos a punto de completar el sue?o de dejar a las genera.ciones venideras de nuestra regi¨®n un legado de esperanza", dijo el rey. "En este momento, en Jerusal¨¦n y en Amm¨¢n, quiz¨¢ en todo Oriente Pr¨®ximo, una nueva era est¨¢ naciendo", declar¨® Rabin.
El presidente Bill Clinton fue m¨¢s lejos que los dos principales protagonistas al juzgar sus propios prop¨®sitos. "Su objetivo", dijo, "es una paz final y global entre Israel y todos sus vecinos, una paz en la que cada uno reconozca y respete la integridad territorial y la independencia pol¨ªtica de los otros".Fuerzas oscuras
El presidente estadounidense les advirti¨® tambi¨¦n que "las fuerzas oscuras de la violencia y el odio" est¨¢n todav¨ªa presentes sobre el terreno. Para el rey Hussein, el acuerdo con Israel es una manera de asegurar la supervivencia de su propio pa¨ªs, pero tambi¨¦n es un gran reto.
Rabin anticip¨® que "se ha encendido una gran luz" para los habitantes de Israel y Jordania con esta Declaraci¨®n de Washington, que, seg¨²n el primer ministro israel¨ª, va mucho m¨¢s all¨¢ de lo que se pensaba hace tan s¨®lo 10 d¨ªas y mucho m¨¢s lejos a¨²n de lo que se esperaba cuando el pr¨ªncipe heredero jordano, Hassan Bin Talal, y ministro de Exteriores de Israel, Sim¨®n P¨¦res, se encontraron hace diez meses en Washington.
La Declaraci¨®n ha despertado una rara unanimidad en Israel; hasta la derecha m¨¢s contumaz la apoya porque espera que con ella se frenen las ambiciones nacionales palestinas. En Jordania se da, en cambio, una clara divisi¨®n de opiniones. La oposici¨®n isl¨¢mica calific¨® la firma de la declaraci¨®n de "conspiraci¨®n" y decret¨® una jornada de luto.
Yasir Arafat, protagonista de la anterior firma hist¨®rica, felicit¨® al rey Hussein y al primer ministro Rabin por el fin de la beligerancia acordado y destac¨® que el clima de entendimiento actual en la regi¨®n es consecuencia del proceso iniciado en la Conferencia de Madrid de 1991.
Mientras tanto, en Oslo, la televisi¨®n noruega aseguraba anoche que se hab¨ªan reunido en secreto en este pa¨ªs delegados de la OLP, Israel y Jordania para de batir el tema crucial del reparto del agua en la regi¨®n, como parte del proceso de paz.
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