San Pantale¨®n contra San Jenaro
Miles de fieles se quedaron este a?o sin besar el cristal con la sangre prodigiosa
Esther Hill es una ciudadana de Tejas, pero ayer sentada en uno de los bancos de la iglesia de la Encarnaci¨®n s¨®lo parec¨ªa una m¨¢s de los miles de fieles que acudieron al monasterio para ver la sangre licuada de san Pantale¨®n. Hill sabe que el m¨¢rtir fue m¨¦dico y ha aprovechado para rogarle por su salud. Repite una y otra vez que est¨¢ muy emocionada y que no necesita ver la sangre de cerca para creer en el milagro.Esto ¨²ltimo viene a cuento porque ayer los miles de devotos no pudieron, contra lo que ocurre todos los a?os, besar la ampolla de cristal que contiene la sangre del santo, porque el a?o pasado se le cay¨® a un seminarista nervioso y qued¨® un poco deteriorada. En su lugar, se pas¨® de boca en boca una teka -as¨ª se llaman los recipientes que contienen reliquias- con un huesecillo de san Pantale¨®n. A Esther Hill no le import¨®, en Estados Unidos no podr¨ªa haber visto ni siquiera eso.
Claudia Moreno, que con sus 28 a?os era una de las mujeres m¨¢s j¨®venes que pasaron por el templo, tampoco se mostraba afectada por el cambio. Se desplaz¨® desde Arg¨¹elles para pedir al m¨¢rtir por un familiar enfermo de c¨¢ncer. Estaba completamente segura de que iba a mejorar. "La esperanza es lo ¨²ltimo que se pierde, y si los m¨¢rtires no interceden, ?qu¨¦ te queda?", explicaba.
Seg¨²n el padre Eugenio Ayape, fraile agustino recoleto que ha escrito un libro sobre el prodigio, las gotas de sangre de san Pantale¨®n se licuan cada 26 de julio a las tres de la tarde, y vuelve a solidificarse el d¨ªa 27 a las doce de la noche. Cuenta Ayape que san Pantale¨®n era un m¨¦dico hijo de una mujer cristiana y de un senador romano adorador de los dioses del imperio. Su conversi¨®n a la fe de su madre le cost¨® la vida. Fue despedazado y decapitado un 27 de julio.
Para Fernando Hern¨¢ndez, jefe del servicio de Hematolog¨ªa de La Paz, la licuaci¨®n de la sangre de san Pantale¨®n es un "fen¨®meno inexplicable y cient¨ªficamente imposible", ya que "si eso fuera sangre se habr¨ªa corrompido". Ayape argumenta que la reliquia no puede analizarse porque habr¨ªa que sacarla de la ampolla y peligrar¨ªa su integridad. Pero hay una prueba, la espectroscopia, que puede realizarse sin sacarla de su recipiente. Este an¨¢lisis, que consiste en medir la intensidad del color, su longitud de onda, permitir¨ªa, seg¨²n Hern¨¢ndez, asegurar con un margen de error de un 30% que lo que hay en la hermosa teka es sangre. Ayape lo sabe, pero explica que si se hizo con la de san Jenaro y no sirvi¨® para nada, no ve por qu¨¦ repetirlo con san Pantale¨®n.
San Jenaro es un competidor italiano de san Pantale¨®n. Tambi¨¦n su sangre se licua en una fecha fija y tiene muchos devotos, entre ellos los jugadores del N¨¢poles. "Yo le mand¨¦ mi libro a Ram¨®n Mendoza, hace 10 a?os, cuando iban a jugar contra el N¨¢poles, porque un vecino me dijo que si los italianos ten¨ªan a san Jenaro, los del Real Madrid ten¨ªan a san Pantale¨®n". Y concluye: "Gan¨® san Pantale¨®n [el Madrid elimin¨® al N¨¢poles de Maradona en la Copa de Europa], y Mendoza me mand¨® unas palabras de agradecimiento".
La sangre de san Pantale¨®n en Madrid, de Eugenio Ayape. 95 p¨¢ginas. Editorial Avgustinvs. General D¨¢vila, 5. 28003, Madrid. 500 pesetas. Tambi¨¦n se vende a la puerta de la iglesia, en la calle de la Encarnaci¨®n.
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