Un polic¨ªa municipal, acusado de secuestrar y golpear a un magreb¨ª por asuntos de droga
Un agente municipal de Madrid, Ezequiel Antoranz G¨®mez, de 41 a?os, fue detenido por la Polic¨ªa Nacional el mi¨¦rcoles acusado de golpear y secuestrar durante 10 horas a Abdelhad¨ª Lamrabet, un inmigrante magreb¨ª de 51 a?os. Con el polic¨ªa, en cuyo expediente figuran varias menciones favorables por detener delincuentes fuera de horario, fueron arrestados su hijo Ezequiel, de 22 a?os, y Hamadi A., marroqu¨ª, de 32 a?os. Fuentes policiales aseguraron que el conflicto surgi¨® cuando los tres detenidos acudieron al poblado chabolista de las Casas de Diego, en Majadahonda, para vender hach¨ªs. Minutos despu¨¦s de bajarse del coche y hablar con algunos chabolistas descubrieron que la droga que transportaban en su veh¨ªculo hab¨ªa desaparecido. La hab¨ªa robado el hijo de Abdelhad¨ª, Jamal, de 24 a?os. Como no encontraron a Jamal, los agresores se dirigieron a su chabola. All¨ª hallaron al padre del muchacho, al que sacaron a tiros. "Arrancaron de cuajo la puerta. Efectuaron tres disparos al aire. Me buscaban porque quer¨ªan recuperar la droga que yo hab¨ªa tirado al arroyo. Como no me encontraron se llevaron a mi padre", asegur¨¦ Jamal. Abdelhad¨ª permaneci¨® 10 horas amordazado y fue golpeado. Tiene dos costillas rotas y hematomas. Fuentes policiales especularon con que se trate de un ajuste de cuentas.
PASA A LA P?GINA 3
El polic¨ªa detenido y su banda escond¨ªan ocho kilos de hachis, cinco rifles y 5.000 cartuchos
VIENE DE LA P?GINA 1
En los domicilios de los detenidos la Polic¨ªa Nacional encontr¨® ocho kilos de hach¨ªs en una bolsa de viaje, cinco rifles de distintos modelos y calibres, un rev¨®lver del 38 especial, una pistola marca Beretta, diversas armas de fuego detonantes y m¨¢s de 5.000 cartuchos de munici¨®n.
El agente se encontraba de baja m¨¦dica desde el pasado 29 de enero por una lesi¨®n de tobillo. El departamento de Asuntos Internos de la Polic¨ªa Municipal le ha suspendido cautelarmente de empleo y sueldo. Ingres¨® en este cuerpo en enero de 1979, donde prestaba servicio en la Unidad de Seguridad 2, que ejerce la vigilancia callejera en turnos de tarde por los distritos de Carabanchel, Latina, Usera, Villaverde y Arganzuela.
El concejal de Seguridad de Madrid, Carlos L¨®pez Collado, asegur¨® ayer que, en el expediente de trabajo de este agente, "no hay ninguna menci¨®n desfavorable y s¨ª 10 favorables, entre ellas la detecci¨®n de un coche. bomba, varias actuaciones fuera del horario de servicio con detenci¨®n de delincuentes y donaci¨®n de sangre. La impresi¨®n del oficial que manda en su unidad es que se trata de un hombre. cumplidor con una buena hoja de servicios y car¨¢cter introvertido", a?ade.
"Eso s¨ª, *este hombre es conocido como. un profesional de las bajas m¨¦dicas", apostill¨® L¨®pez Collado. Ya que, adem¨¢s del actual periodo, tampoco , acudi¨® a trabajar desde octubre de 1991 a julio de 1993. "Dadas sus ausencias no contaba con un compa?ero de patrulla habitual que hubiera podido ver algo raro, era una de esas personas que se te despistan", concluy¨® el concejal.
En la comisarla de Pozuelo, sin embargo, s¨ª le ten¨ªan fichado. Sus habituales visitas al poblado de chabolas de las Casas de Diego, por donde pasaba una vez a la semana, y el hecho de que se le viera con relativa frecuencia entrevist¨¢ndose con inmigrantes magreb¨ªes en Carabanchel, le convirtieron en sospechoso. De ah¨ª que cuando se supo que el veh¨ªculo implicado en el secuestro de Abdelhad¨ª era un Renault 18 rojo se llegara a ¨¦l con cierta facilidad.
Un enclave chabolista
Los hechos ocurrieron a la una de la madrugada del pasado 31 de julio, en la barriada de las Casas de Diego, un enclave chabolista habitado por inmigrantes marroqu¨ªes. El polic¨ªa municipal, su hijo y el tercer compinche acudieron al asentamiento para vender hach¨ªs, y dejaron la droga en un paquete en el asiento trasero del coche. Jamal vio el bulto en el veh¨ªculo aparcado, forz¨® la puerta del oche y abri¨® el paquete. Al ver que se trataba de hach¨ªs lo tir¨® a un arroyo cercano, seg¨²n su versi¨®n. Cuando los presuntos traficantes volvieron al turismo notaron la falta de la mercanc¨ªa y preguntaron a varios chabolistas, quienes se?alaron la caseta donde vive Abdelad¨ª.
Convencidos de que el culpable de la desaparici¨®n de la droga era Abdelad¨ª derribaron la puerta de su chabola y sacaron al marroqu¨ª a la fuerza. Uno de ellos grit¨® que era polic¨ªa. Se lo llevaron a un chal¨¦ propiedad del polic¨ªa municipal, en El ?lamo. Le maniataron, le amordazaron y le golpearon para hacerle hablar. Como no lo lograron decidieron seguir el interrogatorio en el barrio madrile?o de Cuatro Caminos.
Despu¨¦s de 10 horas de maltrato y presiones decidieron soltarlo, seg¨²n la versi¨®n policial. Avisaron a un taxi y le pagaron una carrera hasta la zona del Rastro. El coche par¨® en la Ribera de Curtidores, Abdelad¨ª baj¨® y poco despu¨¦s se desplom¨® perdiendo el conocimiento. As¨ª lo encontr¨® una patrulla de la Polic¨ªa Nacional que lo traslad¨® al hospital Cl¨ªnico.
Su hijo hab¨ªa presentado una denuncia en la comisar¨ªa de Pozuelo de Alarc¨®n por el secuestro del padre. Jamal des cribi¨® ayer as¨ª la situaci¨®n vivida: "Cuatro hombres armados, uno de ellos marroqu¨ª, irrumpieron en nuestra chabola buscando droga. Arrancaron de cuajo la puerta. Efectuaron tres disparos al aire. Me iban bus cando porque quer¨ªan recuperar la droga que yo hab¨ªa tirado al arroyo. Como no me encontraron se llevaron a mi padre".
Jamal hace cuatro a?os que vive en Espa?a. Naci¨® en el norte de Marruecos. "Tengo aprobada la selectividad marroqu¨ª y estuve a punto de comenzar estudios universitarios de f¨ªsica y qu¨ªmica".
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