La justicia persigue a una madre por esconder a la hija que dio en adopci¨®n

Dos afectos compiten en el coraz¨®n de Ver¨®nica, una adolescente de 13 a?os de Valdepe?as (Ciudad Real); uno antiguo, por su familia adoptiva, y otro reciente hacia su madre biol¨®gica. El 26 de julio huy¨® de la casa familiar y lleg¨® a Madrid, donde permanece con su madre natural, a quien un juez ha ordenado arrestar.

Para Ver¨®nica, enterarse en julio de que era una hija adoptada fue un mazazo. Tres meses despu¨¦s, esta muchacha sensible y emotiva sufri¨® otro duro golpe: la muerte de Diego, su padre adoptivo desde que ten¨ªa dos a?os de edad. Su ¨¢nimo hizo aguas y comenz¨® a precisar ayuda psicol¨®gica.Tirando del hil¨® de su pasado se enter¨¦ de que ten¨ªa un hermano natural, adem¨¢s de aquellos con los qu¨¦ hab¨ªa convivido en Valdepe?as. Desde enero comenz¨® a verlo con cierta asiduidad y a trabar relaci¨®n con un amigo suyo a quien tom¨® un gran afecto.

Cada,vez se sent¨ªa m¨¢s rara y m¨¢s lejos de sus padres adoptivos. Y hace diez d¨ªas tom¨® una decisi¨®n: coger una s¨¢bana, descolgarse por el balc¨®n de su casa manchega y escapar a Madrid para reunirse con su madre, Elisa Al¨¦s, y su hermano de sangre.

El titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero dos de Valdepe?as, Adolfo Carretero, S¨¢nchez, cree que Elisa ha tomado una decisi¨®n dr¨¢stica que le puede pesar. "S¨ª ella no est¨¢ de acuerdo en como se hizo la adopci¨®n puede impugnarla, o si quiere ver a la chica puede pedirlo, pero no esconder a la menor y no hacer caso a la polic¨ªa cuando acude a su casa ni a los requerimientos del juzgado", a?ade este juez.

Elisa ha asegurado a la agencia Efe que ella lo ¨²nico que ha hecho es "abrir la puerta a su hija". Niega que cediera en adopci¨®n a Ver¨®nica. "Aquello se hizo por tr¨¢fico de influencias", manifiesta. Esta mujer afirma que se enter¨® de todo el papeleo cuando Ya estaba hecho y qu¨¦ desde entonces ha recurrido a cuantas instancias ha podido, inclu¨ªdo el Defensor del Pueblo.

La adopci¨®n data de 1987, cuando la adolescente era una ni?a de cinco a?os. A?os antes Elisa fue a trabajar a Valdepe?as al club de alterne Dulcinea, ya cerrado, y propiedad de Diego Tercero, el fallecido padre adoptivo de Ver¨®nica.

Ella afirma que tuvo que dejar a la peque?a, con dos a?os, en casa del patr¨®n -pag¨¢ndole -un dinero por su manutenci¨®n- porque se vio obligada a desplazarse a Madrid para cuidar a su otro hijo, aquejado de meningitis. El padre de los ni?os, del que est¨¢ separada, vive en Galicia. "Me qued¨¦ sin trabajo y no pude seguir mandando dinero para la ni?a", asegura.

Pero la familia adoptiva afirma que Elisa abandon¨® a la ni?a y desapareci¨® durante casi tres a?os. "Una meningitis no dura todo ese tiempo, cogimos cari?o a la peque?a y, como necesitaba papeles para ir al m¨¦dico y al colegio iniciamos los tr¨¢mites de adopci¨®n, que ella tuvo que firmar", asegura Paula Tercero, hermana adoptiva de la adolescente.

La adolescente ha dejado una nota a sus padres adoptivos dici¨¦ndoles que les quiere mucho. Pero tanto ella, como su hermano y su madre biol¨®gicos aseguran que est¨¢n dispuestos a dejarse matar antes de separarse.