"Hemos tendido un puente hacia la democracia"
La llegada al campamento zapatista La Realidad, a 400 metros de la localidad selv¨¢tica de Guadalupe Tepeyac (Chiapas), zona franca del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN), est¨¢ precedida de diversos controles militares y otros pertenecientes al grupo armado dirigido por el subcomandante Marcos. En Aguascalientes, en plena selva Lacandona mexicana, se celebra la Convenci¨®n Nacional Democr¨¢tica, uno de los principales y decisivos intentos dirigidos a detener el camino de la guerra en M¨¦xico, que se enfrenta el pr¨®ximo d¨ªa 21 a una cita electoral de enorme trascendencia hist¨®rica.El lodazal en que las lluvias han convertido el camino de selva que separa la localidad de San Crist¨®bal de las Casas de la aldea de Guadalupe Tepeyac es s¨®lo uno de los muchos obst¨¢culos que es preciso sortear para poder hablar con Marcos. Tras cuatro d¨ªas de espera, concede el visto bueno a la entrevista.
"?Estoy bien as¨ª, con el sol a mis espaldas?", pregunta Marcos. De estatura media, complexi¨®n atl¨¦tica, y un aspecto que difiere notablemente del ofrecido por los medios de comunicaci¨®n tras el inicio de la insurrecci¨®n, el pasado enero, el sub recibe a los periodistas con su sempiterna pipa que surge del pasamonta?as.
Los resultados de la Convenci¨®n Nacional Democr¨¢tica, que el EZLN prepar¨® con el m¨¢ximo cuidado durante varias semanas, es el primer motivo de referencia de Marcos. "Hemos llamado a la convenci¨®n como un esfuerzo, como un puente para lograr el tr¨¢nsito a la democracia por la v¨ªa pac¨ªfica, en el sentido de que si no es posible por esta v¨ªa, tendr¨¢ que ser por la violenta", asegura Marcos. El concepto de sociedad civil est¨¢ constantemente en boca del l¨ªder insurgente. Ese nuevo movimiento popular que ha hecho suyas varias de las banderas enarboladas por revolucionarios como Zapata y Villa. "Son esas gentes que hasta ahora estaban dispersas y que eran movidas de un lado a otro, pero que han dejado de ser el vag¨®n de atr¨¢s del tren social y est¨¢n empujando para convertirse en la locomotora, como aut¨¦nticos conductores del proceso social", detalla el sub.
Su capacidad de liderazgo desde el estallido de la revuelta, se percibe a cada momento. Ordena con los ojos.
Marcos sonr¨ªe cuando recuerda los primeros d¨ªas de la revuelta. "No hay reglas, estamos descubriendo que no hay reglas en este pa¨ªs. Jam¨¢s podr¨ªamos haber dicho en enero: Nos vamos a alzar en armas; en 12 d¨ªas vamos a hacer el cese del fuego; en un mes y 20 d¨ªas vamos a dialogar; en seis meses, vuelta a decir que no, y a los tantos meses van a asesinar al candidato del partido del Estado", relata.
La mirada de Marcos adquiere viveza cuando se le interroga por la identidad de este nuevo zapatismo del siglo XX. "Lo determinante es la presencia masiva de ind¨ªgenas en nuestra estructura de mando. El zapatista es una mezcla entre la tradici¨®n y la modernidad. Nosotros decimos que el resultado es la unidad entre Vot¨¢n, que era el dios bueno, el dios del coraz¨®n del pueblo y Zapata, la lucha por la tierra", afirma.
Mientras, varios miembros del EZLN no pierden detalle de cada movimiento de Marcos, ¨¦ste se pregunta en voz alta sobre algunos de los hechos que han convertido a la naci¨®n mexicana en algo desconocido hace pocos meses. "?Qu¨¦ est¨¢ pasando en este pa¨ªs para que una interlocuci¨®n importante, a nivel nacional, la tenga un grupo armado, ilegal, rebelde, sin rostro y sin nombre tambi¨¦n?", se pregunta. E insiste: "?Y qu¨¦ forma de sue?o es que un grupo ilegal y violento llame a una reuni¨®n pac¨ªfica democr¨¢tic¨¢?"
El l¨ªder del EZLN asegura llevar m¨¢s de 10 a?os viviendo en la selva, pero procura mantenerse informado. "Cuando el 1 de enero bajamos a las ciudades despu¨¦s de una d¨¦cada, tambi¨¦n baj¨¢bamos a ver qu¨¦ estaba pasando en el resto del mundo. Vaya, sabemos lo que ha ocurrido en general: la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, la descomposici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y la desaparici¨®n del campo socialista", reconoce el l¨ªder del EZLN. Las reivindicaciones de los derechos de los ind¨ªgenas, mayoritarios en esta guerrilla de nuevo tipo, constituyen un punto fundamental en las propuestas de, los zapatistas al Gobierno de la Rep¨²blica Federal.
"Nosotros usamos la imagen del desv¨¢n. En el desv¨¢n se ponen las cosas que ya no te sirven y que no quieres que vean las visitas. Los ind¨ªgenas de este pa¨ªs est¨¢n en el desv¨¢n", afirma Marcos.
Respecto a Estados Unidos, el subcomandante denuncia que los norteamericanos han llevado su alta tecnolog¨ªa a la zona para garantizar el control t¨¢ctico militar de su Ej¨¦rcito. El l¨ªder guerrillero afirma que Washington sabe que en la selva existen importantes yacimientos petrol¨ªferos por explotar. "El petr¨®leo es uno de los problemas, pero sobre todo la cruz para los americanos es que no entienden de qu¨¦ madre es el Ej¨¦rcito Zapatista. No entra en sus coordenadas que, realmente, queremos lo que decimos que queremos", precisa el subcomandante, quien a?ade: "Ellos saben que todas esas marruller¨ªas de que si ETA nos financiaba, de que si los salvadore?os nos financiaban, que si Cuba nos financiaba, que si Mosc¨² nos financiaba, son pura mentira".
El l¨ªder del EZLN se muestra especialmente radical en relaci¨®n con el futuro, la renuncia a las armas y la paz. "Los compa?eros dicen que la paz depende del precio de nuestros muertos. Lo, ¨²nico que puede pagar estas muertes, o sea, detenernos, es que caigan los que los mataron". La ¨²nica traducci¨®n de esta exigencia es la ca¨ªda del partido gubernamental, el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En relaci¨®n a las pr¨®ximas elecciones, el EZLN, que ha llamado a los ciudadanos a participar en los comicios, se muestra esc¨¦ptico. As¨ª lo expresa Marcos: "Yo no me atrever¨ªa a predecir, pero el d¨ªa 21 va a ser determinante".
El subcomandante, que no deja de tocarse el pasamonta?as, que evidentemente le molesta en un caluroso d¨ªa de verano, es finalmente lac¨®nico, "La moneda est¨¢ en el aire".
Desde el alzamiento zapatista, la leyenda sobre el subcomandante no ha hecho m¨¢s que crecer dentro y fuera del pa¨ªs. "Est¨¢n hablando del Marcos que ellos quieren que sea, el Marcos que es Robin Hood, o que es el Don Juan o el Casanova, o que es el payaso o el asesino", se?ala el subcomandante, quien a?ade: "No. Marcos es tan com¨²n y corriente como cualquier ciudadano, y con sus mismos problemas, y el hecho de que lleve m¨¢scara y est¨¦ armado se debe a la situaci¨®n hist¨®rica, es algo completamente aleatorio, accidental".
El l¨ªder del EZLN, dentro de las limitaciones de comunicaci¨®n que imponen la selva y las exigencias militares de ambos bandos no deja de recibir cartas de mexicanos que no ocupan representaci¨®n pol¨ªtica alguna ni le conocen. "Te escriben y te dicen que qu¨¦ pas¨®, que qui¨¦n me hizo enojar, que porqu¨¦ estoy haciendo la guerra; o, por el contrario, que tienen problemas y que quieren que los tome en cuenta el EZLN. Incluso me escriben amas de casa que dicen: 'Te escribo a ti, porque no me siento implicada en nada'. Y me cuentan sus problemas".
"Ya no me siento que sea Marcos", dice el l¨ªder de los sin rostro para recalcar la transformaci¨®n que ha experimentado su vida.
"Yo pienso que el Gobierno ya sabe qui¨¦n soy. Y al final dicen, bueno es que este cabr¨¢n es un ciudadano com¨²n y corriente, en efecto. Cualquiera puede serlo. No les podr¨ªa salir peor si resulta que Marcos no es un monstruo, sino que es un ciudadano como cualquier otro", afirma.
No sabe a¨²n cu¨¢ndo se quitar¨¢ la m¨¢scara, pero el l¨ªder del EZLN augura un futuro con escasas alternativas: "Si los compa?eros dicen que es necesario que yo me quite el pasamonta?as y diga qui¨¦n soy para que se difunda nuestra lucha, y es posible que los compa?eros lo digan en un determinado momento, pues bien, as¨ª ser¨¢. Pero no que Marcos diga: 'Yo ya me quit¨¦ el pasamonta?as. Voy a hacer esto'. No, nunca ser¨¢ por ese lado".
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