La mecha del polvor¨ªn prende en Chechenia
Rusia se enfrenta a su historia en una frontera, al norte y al sur de las monta?as del C¨¢ucaso, que amenaza con guerras y secesiones
El norte del C¨¢ucaso, tal¨®n de Aquiles de la Federaci¨®n Rusa, siempre ha sido un polvor¨ªn, pero las probabilidades de que estalle y suma a Rusia en una guerra de graves consecuencias han aumentado bruscamente en los ¨²ltimos d¨ªas, debido a la explosiva situaci¨®n en Chechenia, rep¨²blica rebelde que declar¨® su independencia de Mosc¨² en 1991. Ayer mismo, el presidente checheno, Dzhojar Dud¨¢iev, decret¨® la movilizaci¨®n general de los varones para poder defenderse del enemigo ruso. La medida puede afectar a medio mill¨®n de hombres, sobre una poblaci¨®n total de entre 1,2 y 1,5 millones de personas.El C¨¢ucaso del Norte ha tenido des de hace siglos una gran importancia estrat¨¦gica para el Kremlin, pero ¨¦sta ha aumentado despu¨¦s de la desintegraci¨®n de la URSS, pues como consecuencia de ella, Mosc¨² perdi¨® el C¨¢ucaso del Sur, conocido como la Transcaucasia, donde han surgido tres pa¨ªses independientes: Armenia, Azerbaiy¨¢n y Georgia. En realidad son m¨¢s, si se cuenta a Abjazia y Osetia del Sur, que formalmente pertenecen a Georgia, pero de hecho son soberanos, y al Alto Karabaj, que formaba parte de Azerbaiy¨¢n.
El norte del C¨¢ucaso est¨¢ habitado por una cincuentena de pueblos monta?eses que se resistieron ferozmente a la colonizaci¨®n por parte de la Rusia imperial y que difieren de los rusos en cultura y religi¨®n (la mayor¨ªa son musulmanes). Adem¨¢s de Chechenia, la regi¨®n del norte del C¨¢ucaso la forman las rep¨²blicas de Adigueya, Daguest¨¢n, Ingushetia, Kabardino-Balkaria, Karachay-Cherkessia y Osetia del Norte, m¨¢s las provincias rusas de Krasnodar, Rostov y St¨¢vropol.
Los zares se apoderaron formalmente del C¨¢ucaso -incluida Transcaucasia- despu¨¦s de las guerras del siglo XVII y principios del XVIII contra Ir¨¢n y Turqu¨ªa. "La subyugaci¨®n y pacificaci¨®n del C¨¢ucaso que sigui¨® es una historia de robo colonial, de crueldades, asesinatos y saqueo de las nacionalidades cauc¨¢sicas. Pueblos enteros fueron deportados al norte. u obligados a emigrar a Turqu¨ªa; las tierras que les quitaron a ellos fueron entregadas a los cosacos y a los nobles rusos". As¨ª interpretaba la primera Peque?a Enciclopedia Sovi¨¦tica la conquista rusa del C¨¢ucaso y la derrota de los monta?eses despu¨¦s de 40 a?os de resistencia.
El poder sovi¨¦tico dio autonom¨ªa a los pueblos cauc¨¢sicos, pero luego hizo suyas las aspiraciones imperiales de sus antecesores, revis¨® el papel de Rusia como conquistadora de la zona y aplast¨® todo signo de nacionalismo, consiguiendo congelar, pero no eliminar, durante m¨¢s de 60 a?os, las contradicciones . que exist¨ªan entre los diferentes pueblos de la regi¨®n.
Su primera fisura se produjo en el C¨¢ucaso del Norte, tambi¨¦n despu¨¦s de la disoluci¨®n de la URSS, en 1991, cuando Chechenia, dirigida por el general de aviaci¨®n Dzhojar Dud¨¢iev, se rebel¨® y proclam¨® su independencia. Pero Chechenia no es el ¨²nico foco de tensi¨®n en esta zona estrat¨¦gica, donde desde hace siglos han chocado los intereses de Rusia, Turqu¨ªa e Ir¨¢n.
Como en la Transcaucasia, en el norte del C¨¢ucaso hay contradicciones inter¨¦tnicas y ya hubo enfrentamientos sangrientos entre los osetios y los ingushes (a finales de 1992), que fueron detenidos con los tanques rusos y la imposici¨®n de un estado de excepci¨®n todav¨ªa vigente.
En cualesquiera de las rep¨²blicas norcauc¨¢sicas esta situaci¨®n se puede repetir. Daguest¨¢n, por ejemplo, con su cuarentena de nacionalidades, puede convertirse en un gran campo de batalla. Tambi¨¦n hay tensiones entre los kabardinos y los balkarios, entre los karachui y los cherkesos, etc¨¦tera.
Sin embargo, la mayor amenaza en estos momentos no es de car¨¢cter inter¨¦tnico, sino pol¨ªtico, y la representa Chechenia. Rusia no desea aceptar su independencia -a pesar de la opini¨®n del gran escritor Alexandr Solzhenitsin- porque ello crear¨ªa un precedente peligroso. El Kremlin tiene tres opciones: una intervenci¨®n militar, una intervenci¨®n siguiendo el modelo de Georgia en la ¨¦poca de Zviad Gamsajurdia o llegar a un acuerdo con Dud¨¢iev. La ¨²ltima posibilidad es la m¨¢s remota en estos momentos, y la segunda es por la que, al parecer, Mosc¨² ha apostado por ahora: apoyar a la oposici¨®n y provocar la ca¨ªda de Dud¨¢iev con ayuda de los ex appar¨¢tchiki del r¨¦gimen sovi¨¦tico en Chechenia. Pero la primera posibilidad no est¨¢ descartada, a juzgar por diversas declaraciones de pol¨ªticos cercanos al presidente ruso y algunos art¨ªculos de influyentes analistas, y por eso vale la pena insistir en las consecuencias que podr¨ªa tener una intervenci¨®n militar directa en Chechenia.
La mayor¨ªa de los grupos de oposici¨®n se unir¨ªan a Dud¨¢iev para resistir a los rusos. Y esto tiene su explicaci¨®n: si el general zarista Alex¨¦i Yerm¨®lov opinaba que hab¨ªa que matar a todos los chechenos, el r¨¦gimen comunista casi lo consigui¨® cuando los expuls¨® de sus, tierras natales. ?Seiscientos cuarenta vagones de carga partieron de Grozni en febrero de 1944 llenos de chechenos e ingushes con destino a Siberia y Kazajst¨¢n, donde m¨¢s del 50% de ellos muri¨®! Las aldeas monta?esas dif¨ªciles de evacuar fueron destruidas: sus habitantes murieron quemados, bombardeados o ahogados en alg¨²n lago cercano.
Pero incluso despu¨¦s de conquistar Grozni -lo que quiz¨¢ no sea tan f¨¢cil: los chechenos tienen experiencia combativa reciente, pues ayudaron a los abjazos a derrotar a los georgianos- la guerra puede no terminar: 300.000 chechenos viven dispersos por la Federaci¨®n Rusa y muchos de ellos podr¨ªan elegir el terrorismo para vengarse. Blancos del terrorismo en la misma Chechenia pueden ser el ferrocarril que une a Rusia con Azerbaiy¨¢n, los oleoductos o las refiner¨ªas, y en Rusia, desde arterias de comunicaci¨®n hasta plantas nucleares.
El granero de Rusia -la zona de Kub¨¢n, en Krasnodar- puede asimismo convertirse en campo de batalla entre los chechenos y los cosacos (rusos descendientes de la casta militar de los colonizadores del C¨¢ucaso). Por ¨²ltimo, el aplastamiento de los chechenos puede tambi¨¦n despertar recelo en los otros pueblos cauc¨¢sicos y poner en tela de juicio el papel pacificador que Rusia desea desempe?ar en la zona, adem¨¢s de aumentar la influencia de Turqu¨ªa sobre los pueblos musulmanes de la regi¨®n.
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