Una expedici¨®n cient¨ªfica estadounidense quiere encontrar el tesoro de Gengis Jan
Una leyenda de secretos y maldiciones ha ocultado la tumba del Gran Mongol
Uno de los m¨¢s contumaces secretos de la Historia, el emplazamiento de la tumba y del tesoro de Chingu¨ªs Jan (traducible como Se?or del Mundo, mal llamado en Occidente Gengis Yhan) es la meta de una expedici¨®n cient¨ªfica de EE UU que Regar¨¢ a Mongolia la pr¨®xima primavera. Maury Kravitz, intermediario comercial, de 62 a?os, historiador aficionado, ha firmado un contrato en exclusiva con el Gobierno mongol para la aventura.
"Creo que se trata del mayor secreto intacto de la historia mundial", dijo Maury Kravitz al hacer p¨²blica la noticia el pasado lunes. Kravitz, que dice haber estudiado durante 34 a?os la figura de Chinguis (1155?-1227), prepara una aventura cuyo coste se eleva a 5 millones de d¨®lares (unos 650 millones de pesetas). "No se tratar¨¢ de algo as¨ª como una caza del tesoro, sino de una expedici¨®n hist¨®rico-geogr¨¢fica. La revista National Geographic la califica de la ¨²ltima gran expedici¨®n del siglo XX", dijo el organizador.Kravitz viaj¨® recientemente a Mongolia y logr¨® convencer al Gobierno de ese pa¨ªs ex comunista -que ha hecho de Chingu¨ªs el padre de la patria- de que s¨®lo ¨¦l conoce en qu¨¦ paraje de las aisladas estepas puede encontrarse la tumba.
La leyenda dice que al morir Chingu¨ªs Jan, que hab¨ªa llegado a dominar las tres cuartas partes del mundo civilizado -tom¨® Pek¨ªn en 1215, sojuzg¨® lo que hoy es Uzbekist¨¢n, entr¨® en Rusia y Persia-, fue enterrado por 2.000 siervos que luego fueron asesinados por soldados, a quienes a su vez se ejecut¨® para que el secreto del emplazamiento de la tumba no fuese conocido.
Hoyse habla a¨²n bajo cuerda en Mongolia de una maldici¨®n de Chingu¨ªs, similar a la supuesta del fara¨®n Tutankam¨®n para el violador de su tumba. De ah¨ª que los habitantes de las estepas podr¨ªan hasta ahora haber dado adrede informaciones confusas a los curiosos, pues la maldici¨®n tambi¨¦n alcanzar¨ªa a quien revele algo.
En 1992 una expedici¨®n de paleont¨®logos y arque¨®logos japoneses encontr¨® cientos de tumbas, pero todas databan de periodos posteriores a Chingu¨ªs. Otras expediciones niponas, como las de los rodajes de series como El r¨ªo amarillo o La ruta de la seda hicieron referencias al secreto, pero no pudieron desvelarlo.
Moda Chingu¨ªs
En Mongolia se vive un frenes¨ª Chingu¨ªs. Miles de ni?os reciben el nombre del constructor del primer Estado mongol en el a?o 1206.
Mongolia rod¨® hace un par de a?os un largometraje ¨¦pico sobre Chingu¨ªs, a imitaci¨®n de los peplum de Hollywood. o Italia, y dirigido por el ministro de Cultura. Chingu¨ªs es la marca de f¨¢brica del r¨¦gimen: en la capital, Ulan Bator, florece una industria de recuerdos para turistas con la imagen de Chingu¨ªs. Hace tres a?os, el hit parade estaba encabezado por una canci¨®n dedicada a Chingu¨ªs por el conjunto Honk (Campana), cuya letra ensalzaba al m¨ªtico Jan y le ped¨ªa perd¨®n por el largo olvido oficial.
Los mongoles hist¨®ricos, de origen n¨®mada, lograron un imperio descentralizado que, islamizado desde principios del siglo XIV, se extendi¨® en su apogeo -segunda mitad de ese siglo, reinado de Timur Tamerl¨¢n El Cojo- con capital en Samarkanda, por Crimea, el C¨¢ucaso, Asia Menor, Ucrania, Uzbekist¨¢n, Kazajst¨¢n, Turkmenist¨¢n, Tayiskist¨¢n, Kirguisia, Afganist¨¢n, el Xinjiang chino y el Panyab indost¨¢nico.
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