Gran retorno L¨®pez Cobos

Orchestre de Chambre de Lausanne

Mar¨ªa Bayo, soprano. Jes¨²s L¨®pez Cobos, director. Obras de Haydn, Haendel y Mozart. Festival Castell de Peralada. Peralada, 18 de agosto.

Tras cinco a?os de voluntario alejamiento, de exilio, Jes¨²s L¨®pez Cobos, el director espa?ol con mayor proyecci¨®n internacional, ex-pol¨¦mico director de la Orquesta Nacional de Espa?a, volvi¨® a dirigir en su pa¨ªs y lo hizo en Peralada al frente de la Orchestre de Chambre de Lausanne de la que es titular el espa?ol.Es ¨¦ste un buen conjunto, muy cohesionado, no excesivamente brillante pero bien equilibrado, una orquesta muy hecha, seria y de edad media alta. Su rendimiento fue ¨®ptimo y s¨®lo se les puede reprochar a los m¨²sicos suizos que podr¨ªan haber sido un poco menos sosos y circunspectos y agradecer, aunque fuera con una sonrisa, los merecidos aplausos. Si llegan a tocar en un funeral no habr¨ªan puesto m¨¢s cara de palo.En forma

L¨®pez Cobos est¨¢ en una espl¨¦ndida forma art¨ªstica. En la Sinfon¨ªa n¨²m: 73 'La Caza' de Haydn y en la Sinfon¨ªa n¨²m. 40 de Mozart practic¨® una direcci¨®n exquisita, de gesto corto, flexible pero no blando y de extrema claridad y precisi¨®n. Era una direcci¨®n experta y con ideas muy claras que sab¨ªa exactamente lo que quer¨ªa obtener y c¨®mo obtenerlo.

Fue una direcci¨®n equilibrada entre el hedonismo y la raz¨®n y en donde la fuerza de lo primero no puso jam¨¢s en peligro lo segundo. La m¨²sica, en Haydn y Mozart, consiste a menudo en tempestades en el interior de un reloj. Pueden -deben- haber taquicardias e hipertensiones con su m¨²sica pero no hay, que dejar parar el reloj, la l¨®gica del movimiento, la inercia, pues entonces desaparece la m¨²sica y nos queda la tempestad pelada, puro y simple meteoro desordenado. L¨®pez Cobos parece entenderlo as¨ª.

Intervino tambi¨¦n en el concierto como solista, acompa?ada con tino por la orquesta, la soprano Mar¨ªa Bayo. Cant¨® dos arias de la ¨®pera Giulio Cesare de Haendel, "Se piet¨¤ di me non sent¨ª" y "Da tempeste il legno infranto" y dos arias de Mozart, "Zeffiretti lusinghieri" de la ¨®pera Idomeneo, Re di Creta y el aria de concierto "Voi avete un corfedele" K. 217.

Cumpli¨® muy bien en todas las piezas, las sac¨® con seguridad, elegancia y buen estilo y s¨®lo se apreci¨® una cierta falta de soltura y transparencia vocal en el paso por los adornos, que no acaban de quedar perfectamente engarzados en la frase musical y poco poder para ensanchar la voz en algunas notas largas que lo requer¨ªan.

Meras nimiedades sin demasiada importancia pero que son las que impidieron que le quedaran un Mozart y un Haendel perfectos, redondos, f¨¢ciles, sueltos y a¨¦reos. La tradici¨®n de este canto -que no este cr¨ªtico- es as¨ª de mani¨¢tica.