Alemania recupera a sus figuras
La Bundesliga se inicia con el retorno de los futbolistas que jugaban en Italia
Cinco miembros de la plantilla alemana que gan¨® el Mundial de 1990 ya militaban en Italia y cinco m¨¢s siguieron sus pasos nada m¨¢s concluirse el torneo. Once de los veinte alemanes convocados para la Eurocopa de 1992 hab¨ªan realizado el viaje transalpino. Ahora casi todos han vuelto a casa para disputar una Bundesliga que se inici¨® ayer viernes con tres partidos adelantados y que se ha convertido en una exposici¨®n de cuadros comparable a cualquier galer¨ªa italiana.Los alemanes han sido los primeros en detectar augurios sobre la ca¨ªda del Imperio romano. Primero han realizado una invasi¨®n para recuperar los tesoros expropiados. Y despu¨¦s han dado avisos sobre inminentes pillajes y saqueos.
El Borussia Dortmund, por ejemplo, inicia la campa?a con los repatriados Reuter, Riedle y M?ller y, de propina, ha birlado el defensa brasile?o Julio C¨¦sar al Juventus.
El Bayern M¨²nich basa la defensa de su t¨ªtulo y su nuevo asalto a las cumbres de la Copa de Europa sobre Giovanni Trapattoni. Es decir, que ha captado al t¨¦cnico m¨¢s emblem¨¢tico del calcio pese a su falta de dominio de la lengua alemana. Sus primeros ex¨¢menes han producido dos rotundos suspensos. Una derrota por 1-3 ante el Werder Bremen en. la Supercopa y la eliminaci¨®n en la primera ronda de la Copa a manos de los jugadores aficionados del TSV Vestenbergsgreuth, un nombre que ni Trapattoni ni sus pupilos sab¨ªan pronunciar. No son los ¨²nicos.
Sin embargo, el Bayern es el favorito para ganar un segundo t¨ªtulo consecutivo, si bien se vislumbra una lucha encarnizada contra rivales reforzados con teutones de acento italiano. Al margen de las figuras repatriadas por el Borussia Dortmund, destacan las incorporaciones del diminuto centrocampista Thomas Haessler al Karlsruher, equipo revelici¨®n de la temporada pasada e innombrable en Valencia, y de Stefan Effenberg, cuyos gestos digitales le ganaron la expulsi¨®n del Mundial. El rubio y d¨ªscolo centrocampista ha abandonado el Fiorentina para incorporarse al Borussia Moennchengladbach.
Effenberg representa un vivo resumen de las dificultades que aparecen en la columna de d¨¦bitos. Se cuestionan actitudes y aptitudes de una nueva generaci¨®n que se muestra' poco preparada para aceptar el testigo de las manos veteranas que se acercan al fin de su carrera. La ex RDA ha hecho unos m¨ªnimos ingresos en la cuenta futbol¨ªstica de la Alemania unida -el Dinamo Dresden es su ¨²nico representante en la Primera Divisi¨®n- y la masiva repatriaci¨®n se erige como una barrera m¨¢s para el relevo generacional. La presencia de 33 delanteros extranjeros -entre ellos el franc¨¦s Papin (Bayern) y el nigeriano Amunike (Duisburgo)- ha impulsado al seleccionador Berti Vogts hacia las quejas ya pronunciadas por Sacchi y Clemente.
La actitud de los j¨®venes es lo que m¨¢s ha chocado a Jupp Heynckes tras su regreso desde San Mam¨¦s hasta el Eintracht Frankfurt. Aunque le seduc¨ªa la perspectiva de poder trabajar sin la camisa de fuerza que supone la pol¨ªtica vasca del Athletic, el Eintracht ha actuado con cautela en el mercado y Heynckes se ha visto obligado a realizar unos duros comentarios sobre el comportamiento de un equipo que, en las ¨²ltimas ligas, se ha especializado en adquirir importantes ventajas para luego cederlas.
La cantidad de figuras ha disparado la venta de abonos para la incipiente temporada hasta una nueva plusmarca de 156.000. Supone un incremento del 30% sobre las cifras registradas en las mismas fechas del a?o pasado. El fichaje de Haessler ha significado 4.000 abonos m¨¢s para el Karlsruher. En un pa¨ªs donde el concepto de socio no existe, resulta llamativo que el Borussia Dortmund, haya vendido 28.000 abonos y el Kaiserslautern 21.000. Se especula con cifras de asistencia superiores al promedio de 26.000 por partido alcanzado durante la pasada temporada.
La ca¨ªda de la lira ha colaborado con la consolidaci¨®n de la Bundesliga entre las divisas m¨¢s fuertes del f¨²tbol europeo. A los alemanes s¨®lo les hace falta que los titulares dejen de reflejar las vicisitudes de Matthaus y otros veteranos para plasmar la llegada, de nuevos y m¨¢s frescos valores.
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