El Atl¨¦tico de Madrid naufrag¨® en el Trofeo Colombino
El Atl¨¦tico navega hacia el naufragio. El Zaragoza coloc¨® pronto al Atl¨¦tico en el laberinto. Marc¨® a los cuatro minutos, cuando los madrile?os realizaban un ejercicio de autoconvencimiento de que son un equipo s¨®lido y con aspiraciones. El Atl¨¦tico actual necesita un repaso de su propia historia. Sufre una profunda crisis de identidad. Alguien debiera recordar a estos j¨®venes que, en la ¨¦poca no lejana de G¨¢rate, Abelardo y Luis, este equipo era temido en toda Europa.En el campo municipal de Huelva incluso hubo una pan-, carta de apoyo a los rojiblancos de seguidores llegados desde el barrio madrile?o de Entrev¨ªas. El ¨²nico jugador que conecta con el pasado es Kiko: su forma trompicada y alocada de entrar en el ¨¢rea y rematar recuerda los peores momentos de Rub¨¦n Cano.
Hay fases en los que el Atl¨¦tico transmite la penosa sensaci¨®n de dar patadas a una sand¨ªa: el bal¨®n parece pesar much¨ªsimo, sobre todo en los tiros a puerta. Este equipo necesita un delantero centro, un goleador.
Pacho Maturana, su entrenador, continu¨® anoche con las pruebas y pronto puede ser como esos cient¨ªficos a los que la pipeta les explota en la mano. No sac¨® el equipo B, como se preve¨ªa, el que mejor ha jugado en esta pretemporada. Pero hizo una modificaci¨®n destacable: coloc¨® a Ton? en el mediocampo, de 10, por delante de Caminero, en la posici¨®n que frente al Betis, en el primer partido del Colombino, ocup¨® Simeone. Ton? tampoco encontr¨® la salida del laberinto. En vanguardia, Kiko, Ruano -un joven con voluntad pero todav¨ªa con dificultades para parar alg¨²n bal¨®n-, y Manolo, que se desespera en los balones altos, dada su baja estatura. Simeone no jug¨® por la sanci¨®n impuesta tras su expulsi¨®n en el primer partido del Trofeo Colombino, frente al Betis.
Maturana quiere un equipo que ataque pase a pase, ordenadamente, poco a poco. Ha roto los esquemas de 30 a?os de juego rojiblanco, el contraataque. El resultado de esta t¨¢ctica, que fracas¨® con Colombia en el ¨²ltimo Mundial, es una inc¨®gnita entre los rojiblancos. El Atl¨¦tico desilusiona. La cara de Gil en el palco del campo onubense augura, como no cambien r¨¢pidamente las cosas, tormenta.
El Zaragoza, que anoche gan¨® por primera vez el Colombino, tiene aires de gran equipo. El actual campe¨®n de Copa es un conjunto equilibrado y sobrio, que practica buen f¨²tbol, un juego incluso preciosista a veces.
La segunda parte repiti¨® los esquemas de la primera. El Zaragoza esper¨® en su campo que el Atl¨¦tico se enredara en su infortunio, para salir en contraataques que colocaban a los rojiblancos en el abismo.
Los jugadores atl¨¦ticos han recibido en Huelva, donde el equipo goza de un cartel extraordinario, un verdadero ba?o de multitud. Han firmado infinidad de aut¨®grafos en sus paseos por las calles, han recibido aclamaciones, e incluso han sido descaradamente abrazados por las jovencitas. Anoche fueron despedidos con una fuerte pitada.
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