Un solitario jugador de cartas
Ni siquiera los compa?eros de partida del asesinado sab¨ªan que era polic¨ªa
Jos¨¦ Santana Ramos era, ante todo, un jugador de cartas. ?sa era su forma de relacionarse con la gente. Prefer¨ªa el mus y el tute al domin¨®, pero, no hac¨ªa ascos a nada. "Siempre ten¨ªa tiempo en su ronda de poteo para buscar compa?eros y darle a los naipes", indica Jacinto tras la barra del Elkartetxe (sede social de Eusko Alkartasuna) de Berango. Pocos metros m¨¢s abajo, en el lugar del crimen, Gondra, el enterrador, estruja un ejemplar del Deia con la foto en primera p¨¢gina del f¨¦retro portado a manos de dos ertzainas. De fondo, el batzoki [sede del PNV]; encima, la ikurri?a. "Lo ¨²nico que le interesaba era ganarme la partida. Nunca hablaba de pol¨ªtica ni de su profesi¨®n", comenta Gondra encasquetado en una min¨²scula boina negra a dos pasos del escenario de la ¨²ltima partida. "Ayer, cuando dieron la noticia yo me pregunte ?polic¨ªa, pero qui¨¦n es ese polic¨ªa de Berango? Me he enterado ahora de que era polic¨ªa".Todos los vecinos sab¨ªan que su compa?era, madre de una ni?a de 14 a?os, era agente de la Ertzaintza, pero muchos desconoc¨ªan que ese joven, natural de R¨ªo Tinto (Huelva) pero adoptado por el pueblo sevillano de Dos Hermanas, era funcionario del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa. El hecho de que Santana trabajase en Santurtzi s¨®lo tres d¨ªas a la semana le permit¨ªa disponer de mucho tiempo libre. Algunos pensaban que era guarda jurado pero "otra gente o sab¨ªa o se imaginaba que era polic¨ªa", asiente Jacinto. "Casi siempre estaba solo y hacia su ronda habitual: primero el Lizarra, luego ¨¦ste [por el bar de EA], bajaba al batzoki a echar la partida, y alg¨²n otro m¨¢s", relata Jacinto.
Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Carmona, Koldo, el nuevo Gadafi del comando Vizcaya, lo tuvo f¨¢cil. El recorrido habitual y el hecho de que Santana jugara muchas veces la partida por las tardes en la sede social del PNV facilit¨® el atentado. Ninguno de los vecinos dio importancia al hecho de que un batzoki fuese, por primera vez, el escenario: de un atentado de ETA. "Pod¨ªa haber sido en cualquiera de los bares de la ronda. De hecho lo m¨¢s normal ha sido que lo hicieran en la sede del PNV porque era all¨ª donde habitualmente echaba la partida por las tardes, porque nuestro local abre a las seis de la tarde y a esa hora la gente ya est¨¢ delante de la mesa d¨¢ndole", afirma Jacinto mientras sirve tintos y claros. La gente tampoco comentaba el hecho de que Santana estuviera conviviendo con una polic¨ªa vasca, algo que no es habitual y que muchos podr¨ªan considerar sorprendente. "Era una persona correcta y para nosotros ha sido siempre uno m¨¢s", se?alaban unos militantes del PNV en el lugar del atentado.
Junto al portal donde resid¨ªa la v¨ªctima estaba ayer la madre de Francisco Gernika, vecina del agente asesinado. El portal de la v¨ªctima est¨¢ literalmente pegado a la Herriko Taberna (sede social & Herri Batasuna) de Berango. Cariacontecida por lo sucedido, esperaba al ascensor para subir al segundo piso. "Hace dos a?os le toc¨® llevar a ¨¦l la administraci¨®n de la casa. ?Oyes!, maj¨ªsimo. Se sab¨ªa al dedillo qui¨¦n pagaba, qui¨¦n faltaba de pagar, y lo que deb¨ªa cada cual. Llevaban aqu¨ª por lo menos ocho a?os. A ella la ve¨ªamos menos". Francisco Gernika, su hijo, tambi¨¦n desconoc¨ªa la profesi¨®n de la v¨ªctima. "Cre¨ªa que estaba en el paro".
Santana era, adem¨¢s, un hombre solitario. A pesar de que ten¨ªa mucho tiempo libre. no se integr¨® en ninguna cuadrilla fija. Jugaba a las cartas con todo el mundo pero, en realidad, era un hombre sin amigos fijos. A veces paseaba con su hija, pero era m¨¢s f¨¢cil verle solo que en compa?¨ªa. ¨²nicamente ten¨ªa algo m¨¢s de relaci¨®n con Manolo, apodado Pejo. De hecho, cuando se organiz¨® una competici¨®n de mus en la sede de EA se trajo como pareja a un compa?ero de Santurtzi, donde trabajaba en el control de documentaci¨®n de los pasajeros del ferry. "Lo intentaba, pero era un jugador del mont¨®n", resum¨ªa Jacinto tras la barra. En la noche del domingo, el liberado del comando Vizcaya Mart¨ªn Carmona convirti¨® la improvisada partida con un jubilado de 71 a?os en el ¨²ltimo carteo de Santana, que ayer recibi¨® sepultura en Dos Hermanas, donde viven sus padres.
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