El ¨¦xodo de 'balseros' bate su r¨¦cord: 1.293 en un d¨ªa
M¨¢s de mil balseros -1.189 el s¨¢bado, 1.293 el domingo y 900 hasta el mediod¨ªa de ayer- siguen siendo rescatados del mar, cada jornada por patrulleras y guardacostas de EE UU. El ¨¦xodo no se detiene, a pesar de los riesgos, de los llamamientos para que se queden por parte de los dirigentes del exilio y del destino provisional que les espera: el env¨ªo a la base de Guant¨¢namo, en la propia isla de Cuba, a donde llegaron ayer los primeros 1.027 refugiados ilegales. La operaci¨®n mar¨ªtima y a¨¦rea para controlar la marca humana en el estrecho de Florida oblig¨® ayer a William. Perry, secretario de Defensa, a trasladarse a Cayo Hueso para supervisar las operaciones. Los refuerzos de los ¨²ltimos d¨ªas hacen que las autoridades de inmigraci¨®n -que han rescatado a m¨¢s de 11.000 personas desde enero- no est¨¦n desbordadas.
"Dice que nunca m¨¢s en su vida se monta en una barca". Mar¨ªa Josefa Arp¨®n acaba de salir del Centro, de Detenci¨®n Krome, donde ha visto a su sobrino, Alexis Amador Herrera. Alexis "se tir¨¦" al agua el martes por la noche en Santa Fe y fue recogido por los guardacostas el jueves, cuando iba a la deriva con dos extenuados compa?eros. "Dice que yo diga a los que est¨¢n en Cuba que no se arriesguen, y menos con ni?os. Dice que vio ni?os flotando en el mar". Alexis le cont¨® tambi¨¦n a su t¨ªa que "toda Cuba est¨¢ arrancando la puerta a las, casas para hacer balsas y no hay un carro que se parquee que no le quiten las gomas".La polic¨ªa bloquea la carretera en la que est¨¢ el Centro Krome, en las afueras de Miami, y no permite los contactos con los refugiados. Los familiares que llegaron a primera hora de la ma?ana han podido entrar por turnos, a bordo de autobuses escolares del condado, y salen, casi todos, alborozados. No es el caso de Jos¨¦ Manuel Le¨®n Blanchet: "Vengo aqu¨ª en procura de mi hijo, que sali¨® el jueves por la noche y no s¨¦ si lleg¨®, si est¨¢ aqu¨ª, si no est¨¢... Estoy esperando una nueva lista para ver si lo llevaron a Guant¨¢namo o si no pudo llegar". La camisa de colores de este hombre de 46 a?os no acompa?a a su rostro sombr¨ªo: "Estoy en la incertidumbre, porque es el ¨²nico hijo que me queda. Y s¨¦ que sali¨®, porque me llam¨® mi hermana de Espa?a y me dijo que un vecino de mi hijo le llam¨® para dec¨ªrselo desde el edificio A29, apartamento 8, zona 4, Alamar, Habana del Este". Pronunciar la antigua direcci¨®n de su hijo -lo m¨¢s concreto que tiene a mano ahora mismo- alivia el ¨¢nimo de Jos¨¦ Manuel. Le¨®n."Flaco pero contento"Voluntarios del condado de Dade circulan entre los familiares con listas de refugiados: "Mi amor, si me permites, a ver si est¨¢ ah¨ª Julio C¨¦sar Hern¨¢ndez, que es mi nieto". "Hern¨¢ndez, Hern¨¢ndez.... No se?ora, no est¨¢ aqu¨ª, pero puede que est¨¦ en la lista nueva".
Los que no, encuentran a los suyos escuchan con envidia a los que salen con la misi¨®n cumplida: Mercedes Fern¨¢ndez consigui¨® abrazar a un sobrino de 36 a?os al que no ve¨ªa desde que era un ni?o de 12: "Se les rompi¨® la balsa, casi se ahogan, pero ya pas¨® todo". Manuel Su¨¢rez Labastida todav¨ªa tiene escalofr¨ªos, despu¨¦s de haber escuchado la odisea de su sobrino -"est¨¢ muy flaco, pero contento"- la esposa y un beb¨¦ de dos meses: "Veinte horas en el mar hasta que les recogieron. Vieron muchas balsas vac¨ªas y un hombre muerto".
Entre las historias que acabaron bien y las que todav¨ªa est¨¢n cercadas por la angustia de los que no aparecen, L¨¢zaro L¨®pez Cordero, que ha localizado a su hermano, cree que no merece la pena lanzarse a la aventura: "Tengo un hijo all¨ª y por nada quiero que se tire en una balsa a arriesgar su vida. No se lo aconsejo a nadie".
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