Una ley checa deja ap¨¢tridas a 100.000 gitanos
Los tr¨¢mites de nacionalidad exigen dos a?os de residencia fija y cinco sin delitos
Los gitanos son despreciados por la poblaci¨®n checa, perseguidos por los cabezas rapadas y rechazados por la econom¨ªa de libre mercado, en la que no encuentran trabajo. Ahora, una nueva ley de nacionalidades aprobada este verano por la mayor¨ªa del Parlamento checo ha convertido a unos 100.000 gitanos en ap¨¢tridas que, de un plumazo, han perdido sus derechos al voto, al trabajo y a los servicios estatales de salud, educaci¨®n y ayuda social. Las organizaciones pro derechos humanos claman contra la medida adoptada y la tremenda discriminaci¨®n que acarrea.
Con esta nueva ley, 100.000 gitanos de la Rep¨²blica Checa, en su mayor¨ªa nacidos en Eslovaquia, han perdido su nacionalidad y se enfrentan ahora a una vida casi clandestina. Las condiciones para obtener el preciado documento de nacionalidad, una palabra que nunca ha significado demasiado para ellos, fijan dos a?os de residencia fija en el pa¨ªs y cinco sin delitos registrados, incluyendo en esta cl¨¢usula a ni?os de entre 15 y 18 a?os."La ley es populista y tiene la intenci¨®n de deshacerse de los gitanos", asegura Ina Zoon, de la Fundaci¨®n Tolerancia, una organizaci¨®n a favor de los derechos humanos en Praga. Zoon public¨® recientemente un estudio sobre la nueva ley, que perjudica especialmente a los que han cometido delitos, un 20% de los 300.000 gitanos que viven en la Rep¨²blica Checa. "No hay balance entre la ofensa y el castigo, y se le niega la nacionalidad tanto a un ni?o que roba comida como a un adulto que ha matado".
Trato de criminales
La fundaci¨®n envi¨® folletos explicativos a los municipios para que fueran distribuidos a los gitanos de todo el pa¨ªs, alivi¨¢ndoles el laberinto burocr¨¢tico. El vicealcalde de la ciudad de Teplice se los devolvi¨® con una indignada carta en la que advierte que no los repartir¨ªa, "porque as¨ª todos los criminales se convertir¨ªan en checos". A miles les fue negada la nacionalidad porque no pudieron reunir los documentos necesarios: certificados de nacimiento, otro que acreditara su re nuncia a la nacionalidad eslovaca y un tercero probando que no deb¨ªan impuestos al fisco en Eslovaquia.El Gobierno checo ha minimizado las consecuencias de la ley y asegura que s¨®lo 20.000 gitanos no han recibido la nacionalidad. Como soluci¨®n ofrece la alternativa de pedir la residencia, imposible en muchos casos, porque exige pr¨¢cticamente las mismas condiciones que para obtener la nacionalidad. "Nadie se atrever¨¢ a ir a un hospital sin papeles", asegura Zoon, "y por miedo a las denuncias un gran n¨²mero de personas vivir¨¢ en la absoluta clandestinidad, marginalizados, sin educaci¨®n, sin salud
El Gobierno de Eslovaquia, invadido por el p¨¢nico ante la perspectiva de recibir a decenas de miles en su pa¨ªs, logr¨¦ un acuerdo bilateral con la Rep¨²blica Checa para que hasta diciembre de este a?o los clandestinos reciban servicios sociales como si fueran residentes. "No soluciona nada; ?qu¨¦ pasar¨¢ cuando termine el plazo?", dice Zoori. "No estar¨¢n dispuestos a irse a Eslovaquia, porque no es su pa¨ªs, y finalmente intentar¨¢n emigrar hacia Occidente, alegando que son perseguidos en la Rep¨²blica Checa", termina.
"Los gitanos quieren aprovecharse de lo mejor de la democracia, no quieren trabajar, y la mayor¨ªa de ellos vive de la ayuda social", dice Jelena Stransova, una asistenta social cincuentona encargada de minor¨ªas y que ocupa una oficina en el Ayuntamiento de Most. "No son capaces de autogestionarse, son como los monos, escuchan algo de un pol¨ªtico y lo repiten", a?ade.
Emil Scuka, de 36 a?os, abogado y l¨ªder del mayor partido pol¨ªtico gitano de la Rep¨²blica Checa, la Iniciativa C¨ªvica Ruman¨ª (ROI), pertenece al 0,5% de esta minor¨ªa que cuenta con estudios universitarios. A pesar de que los gitanos del pa¨ªs son en su mayor¨ªa sedentarios desde que los comunistas checoslovacos penalizaran el nomadismo en 1958, el jurista tiene nostalgia por el pasado.
Con un solo diputado gitano en el Parlamento checo, que representa al partido comunista, los esfuerzos pol¨ªticos de Scuka por cambiar la ley de nacionalidades han sido in¨²tiles. "Nos hemos reunido con el primer ministro, hemos escrito cartas al Parlamento Europeo; no. ha servido para nada". El presidente V¨¢clav Havel ha desilusionado al dirigente. "Havel ha recibido premios por derechos humanos en todo el mundo, pero ?qu¨¦ pasa con los derechos humanos en la Rep¨²blica Checa?", pregunta. La intenci¨®n de la ley es, seg¨²n ¨¦l, "expulsar a 100.000 personas a Eslovaquia, y all¨ª no hay trabajo, ni casas, y se convertir¨¢n en refugiados, como los palestinos", termina.
Hana Fristenska, del Consejo de Minor¨ªas del Gabinete del primer ministro, V¨¢clav Klaus, contesta con un escueto: "No habr¨¢ deportaciones masivas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.