Schumacher, v¨ªctima de la guerra entre Benetton y la federaci¨®n internacional
El t¨ªtulo de campe¨®n del mundo de F-1 se puede decidir esta temporada en los despachos de la Federaci¨®n Internacional de Automovilismo (FIA), en lugar de en la pista. La escuder¨ªa Benetton y Michael Schumacher, actual l¨ªder del certamen, se hallan en el ojo del hurac¨¢n y pendientes de sanciones.El Mundial de f¨®rmula 1, muy cuestionado este a?o (muertes en accidente de Senna y Ratzenberger), podr¨ªa perder gran parte de su credibilidad. La descalificaci¨®n de Schumacher tras su triunfo en B¨¦lgica fue un cap¨ªtulo m¨¢s en la pugna entre Flavio Briatore, director comercial de Benetton, y Max Mosley, presidente de la FIA.
En el Gran Premio de Espa?a, Briatore apoy¨® la. decisi¨®n de Schumacher de no correr si no se modificaba una chicane. Esto molest¨® a un Mosley debilitado por los incidentes de Imola y M¨®naco. A partir de ah¨ª las acusaciones contra Benetton se multiplicaron: utilizaci¨®n de un sistema de arranque autom¨¢tico (desmentida despu¨¦s), sanci¨®n a¨²n pendiente a Schumacher por no respetar la bandera negra en el Gran Premio de Inglaterra (se conocer¨¢ hoy) y manipulaci¨®n de piezas del repostaje que produjo el incendio de uno de los coches de Benetton en Alemania.
El ¨²ltimo acto de este enfrentamiento fue el de Spa. Schumacher fue despose¨ªdo de la victoria cinco horas despu¨¦s de haberla conseguido. Charles Whiting, que hab¨ªa tenido ya un incidente con Benetton, descubri¨® que una pieza de madera situada en la parte baja del coche del alem¨¢n med¨ªa s¨®lo 7,4 mil¨ªmetros y, por tanto, no se ajustaba a los 10 m¨ªnimos reglamentarios.
Los argumentos de Benetton ni se tuvieron en cuenta. Fueron desestimados. Les queda el recurso de apelar la sanci¨®n. Pero Whiting aparece como un enemigo, muy poderoso. Si hoy es sancionado con no poder correr en dos grandes premios, Schumacher, que ahora lleva 21 puntos a Damon Hill en la clasificaci¨®n, podr¨ªa quedar a un s¨®lo punto del brit¨¢nico. Se habr¨ªa dado un nuevo impulso al Mundial, pero a costa de su credibilidad.
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