Indur¨¢in busca la epopeya en Burdeos
Miguel Indur¨¢in eligi¨® la hora y las armas. Ser¨¢ ma?ana, a lastres de la tarde, cuando el tetracampe¨®n del Tour aparezca en el oval de Burdeos con una bicicleta llamada Espaday la firme intenci¨®n de recorrer alg¨²n metro m¨¢s de los 52.713 que convirtieron el 28 de abril al escoc¨¦s Graeme Obree en actual recordman mundial. No es un r¨¦cord m¨¢s. Requiere un trabajo intenso, exhaustivo y cient¨ªfico. A cambio, devuelve un argumento de peso para litigar con los m¨¢s grandes de la historia del ciclismo, con Eddy Merckx, Jacques Anquetil o Fausto Coppi. Indur¨¢in busca la epopeya.
La pista es otra cosa. Nada ver con la carretera. Indur¨¢in lo ha sufrido en sus carnes. El mejor ciclista del mundo se las ve y se las desea para agazapar su corpach¨®n -1,88 metros y 81 kilos- en la Espada y adquirir la posici¨®n m¨¢s aerodin¨¢mica posible, un factor decisivo para la consecuci¨®n del r¨¦cord. Despu¨¦s de seis d¨ªas de rodar en el vel¨® dromo de Burdeos y a tan s¨®lo dos del d¨ªa clave, as¨ª lo admiti¨® ayer el corredor navarro: "Lo m¨¢s duro ha sido adaptarme a la posici¨®n. Me he bloqueado y es el tema en el que hemos perdido m¨¢s tiempo". Indur¨¢in y el equipo que le apoya en la tentativa han tenido que claudicar. No es un pistard. No puede adoptar ciertas posturas sobre la m¨¢quina. No posee la flexibilidad que requiere el ve l¨®dromo. Ni su facilidad de con ducci¨®n. Por eso ha tenido que renunciar a adelantar m¨¢s de 1,5 cent¨ªmetros el sill¨ªn respecto al que utiliza habitualmente. "Al principio parece f¨¢cil poder adelantar cuatro cent¨ªmetros pero m¨¢s adelante te das cuenta de que los m¨²sculos no responden y no rindes de la forma que esperas. Por eso es mejor compensar la aerodin¨¢mica con la fuerza".
Ayer, a dos d¨ªas del asalto definitivo, el ciclista del equipo Banesto dedic¨® la jornada a determinar el material con el que lo afrontar¨¢. Queda descartada la utilizaci¨®n de un rayo l¨¢ser como liebre -por problemas t¨¦cnicos y de homologaci¨®n-, se ha des estimado tambi¨¦n un manillar en forma de ala delta que le hubiera facilitado una mejor arrancada, una horquilla revolucionaria que se sujetaba horizontalmente a la rueda, un par de cascos" un determinado tipo de vestimenta e incluso es posible que hoy decida montar neum¨¢ticos de carretera de 22 ¨® 23 mil¨ªmetros, propios de las bicicletas de carretera en lugar de hacerlo de 19 ¨® 21 como las de pista. Muchas pruebas, muchas decisiones para resolver inc¨®gnitas casi siempre en favor del material menos exigente. Indur¨¢in no quiere sacrificarlo todo en base a la aerodin¨¢mica.
Finalmente Indur¨¢in decidi¨® ayer que la Espada ser¨¢ equipada con el manillar del triatleta, el mismo que se suele utilizar en las contrarreloj y dos cuartos de lo mismo suceder¨¢ con la horquilla, aunque el fabricante del material, Pinarello, intentar¨¢ estilizarla ligeramente.
Indur¨¢in se tomar¨¢ la hora como una contrarreloj, un tanto especial, pero como una contrarreloj. Hasta el punto de que se ha fijado las tres de la tarde como hora de inicio por expreso deseo suyo: "Es la hora en la que habitualmente estoy en las rampas de salida de las contrarrelojes". En la elecci¨®n del horario, no obstante, Indur¨¢in ha seguido los consejos de su equipo seg¨²n los cuales a esa hora la temperatura ser¨¢ de entre 21 y 22 grados y la humedad relativa del aire de entre el 60% y el 70% y a la que contribuye el gran lago que existe junto al vel¨®dromo. El equipo Banesto intent¨® buscar una soluci¨®n para mitigar el calor de forma artificial -no hay aire acondicionado en el recinto- pero desisti¨® al comprobar que para ello ser¨ªan necesarios seis trailers.
Las dudas no se han resuelto del todo en cuanto al desarrollo a utilizar. Indur¨¢in prob¨® ayer un 55x13 pero parece decidido a arrastrar un 59x14, lo cual le permitir¨¢ avanzar 8,98 metros por pedalada. Por lo dem¨¢s, la suerte est¨¢ echada.
Las series m¨¢s largas que ha realizado hasta ahora han sido de 18 minutos en las que rod¨® en un tiempo cercano al r¨¦cord sobre los 52,800 kil¨®metros. No ha hecho esfuerzos m¨¢s prolongados que ese y sesiones de media hora tras moto. Ya no los har¨¢ m¨¢s. Es la receta del equipo que le acompa?a en el intento de r¨¦cord.
El buen ambiente aument¨® con las noticias que llegaron desde la Federaci¨®n Francesa de Ciclismo. Su presidente, Daniel Baal, reconoci¨® que no se ha seguido el proceso correcto al darse a conocer antes de su estudio los posibles casos de dopaje de Miguel Indur¨¢in y del suizo Tony Rominger, inmerso en un proceso similar.
Un intruso en la pista
La lista de r¨¦cordrnans de la hora hacen de Indur¨¢in un aut¨¦ntico intruso en estas lides. Hay un denominador com¨²n al que no responde Indur¨¢in. Todos son grandes especialistas en pista, o cuanto menos, compartieron sus grandiosos ¨¦xitos de la ruta con el vel¨®dromo. Sin embargo, Indur¨¢in apenas ha competido nunca en un vel¨®dromo. Algunas exhibiciones o pruebas de bajo rango son todo su bagaje. Nada que ver con Anquetil, subcampe¨®n mundial de persecuci¨®n, o con Coppi, Rivi¨¦re, Moser y Boardman, todos ellos campeones mundiales de persecuci¨®n, o con Merckx, campe¨®n de Europa de carreras a la americana o de pruebas de los Seis D¨ªas. El caso del actual r¨¦cordrnan, el escoc¨¦s Graeme Obree, es un punto y aparte puesto que se benefici¨® de la particular posici¨®n que adopt¨® sobre la bicicleta, posteriormente prohibida por la UCI.?Por qu¨¦ no es facil que un campe¨®n supere los 54 kil¨®metros en una hora en pista si en carretera ya se ha conseguido muchas veces? El esfuerzo en pista no es comparable al que se efect¨²a en carretera. En ruta, los descensos, y a veces las curvas, ofrecen al corredor un tiempo de recuperaci¨®n. El ciclista en carretera puede mover un desarrollo, en pista no. En la pista se tiene que ir con un pi?¨®n fijo y hacer frente a los efectos de la fuerza centr¨ªfuga en una curva casi eterna. Indur¨¢in ha tenido que adaptarse en apenas ocho d¨ªas.
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