Mosc¨² se queda sin salidas al exterior

Los nuevos problemas geoestrat¨¦gicos con los que Rusia se enfrenta tras la retirada de sus tropas de Europa preocupan al estamento militar, obligado a reformar su estrategia defensiva sin las ventanas que Pedro I abriera al mar B¨¢ltico en el siglo XVIII. La hist¨®rica jornada de ayer, en la que las tropas rusas se marcharon con gran pompa de Alemania y sin ceremonias de Estonia y Letonia, genera vivas reflexiones sobre el futuro de Rusia en Europa.Las opiniones est¨¢n divididas, y mientras el peri¨®dico Sevodnia, de tendencia liberal, destaca que "la Segunda Guerra Mundial se ha acabado", el diario de oposici¨®n Nezav¨ªsima¨ªa Gazeta se?ala que es necesario impedir que el concluido periodo de posguerra se transforme "en un nuevo periodo de preguerra".

La inquietud militar por los nuevos desaf¨ªos quedaba recogida en Krasna¨ªa Zvezda, el ¨®rgano del Ej¨¦rcito, que, en un art¨ªculo firmado por dos oficiales del Estado Mayor, ha analizado el "empeoramiento" de la situaci¨®n geoestrat¨¦gica de Rusia tras la desintegraci¨®n de la URSS. En lugar de la zona tamp¨®n que los Estados socialistas de Europa constitu¨ªan para la URSS, Rusia tiene en su frontera una zona tamp¨®n de Europa occidental, se?alan tanto el coronel Nikol¨¢i J¨®mchenko como el mayor Igor Biziuk.

Rusia tiene peores salidas al mar que la Rusia zarista o la URSS. La ventana a Europa abierta por Pedro I en el mar B¨¢ltico, permit¨ªa, seg¨²n los oficiales, "controlar los acontecimientos que suceden en el norte de Europa e influir en ellos". Ahora, a Mosc¨² s¨®lo le queda una fortoshka (un ventanuco) en la regi¨®n de Kaliningrado (ex Prusia Oriental) que asegura la salida al mar, pero que carece de la anterior ventaja geoestrat¨¦gica. Lo mismo puede decirse del mar Negro, que, seg¨²n el peri¨®dico, era una ventana a Europa del sur, el Oriente Pr¨®ximo y ?frica.

Desintegraci¨®n de la URSS

La desintegraci¨®n de la URSS ha alterado el sistema de defensa antia¨¦rea y de detecci¨®n de un ataque de misiles, que en gran parte ha quedado en otros paises. De las ocho estaciones de alarma de ataque de misiles de la URSS, s¨®lo tres se encuentran en territorio de la Federaci¨®n Rusa, se?alan los dos militares.

El Estado ruso, que ha cumplido las obligaciones internacionales de la URSS, no ha hecho honor a sus compromisos ante sus propios ciudadanos de uniforme, y s¨®lo ha construido 30.000 de los 126.700 pisos que deber¨ªa haber edificado para quienes regresan. El delicado car¨¢cter de la vuelta a casa del ex Ej¨¦rcito Rojo se manifestaba en Rossiskaia Gazeta, el diario gubernamental, que presentaba a Bor¨ªs Yeltsin como un reh¨¦n de la pol¨ªtica del ex presidente sovi¨¦tico Mija¨ªl Gorbachov y del ex ministro de Exteriores Eduard Shevardnadze, firmantes del acuerdo de la retirada de tropas rusas de Alemania en el a?o 1990.