Abstinencia

?Insin¨²a don Ram¨®n de Espa?a (Abstinencia, en este peri¨®dico el pasado 22 de agosto) que los que no fumamos, bebemos o tomamos otras drogas somos equiparables en estupidez y peligrosidad a los puritanos del sexo y algo as¨ª como la primera oleada de una cruzada abstencionista m¨¢s vasta que terminar¨¢ por prohibir la lectura de libros, o¨ªr m¨²sica o salir a la calle, todo ello debido a una irrefrenable ansia de seguridad y eliminaci¨®n del riesgo en la vida, pero a costa de no disfrutar de ella? Si as¨ª piensa (por descontado, le asiste el derecho a pensar y escribir lo que quiera), debo mostrarme asombrado ante tal muestra de cortedad y confusi¨®n mental y, parad¨®jicamente, intolerancia. Yo no fumo, bebo poco y no tomo otras drogas, pero practico el sexo tranquilamente (sin obsesiones), leo much¨ªsimo (tengo una biblioteca con 5.000 libros), escucho m¨²sica frecuentemente, tanto en vivo como grabada (poseo 4.000 discos), me entusiasma el cine en pantalla grande y, si no hay otro remedio, peque?a (m¨¢s de 500 pel¨ªculas de ficci¨®n, adem¨¢s de numerosos documentales y filmaciones de todo tipo, componen mi videoteca), salgo a la calle todos los d¨ªas, viajo cuanto puedo y permite el presupuesto, y me lo paso en general muy bien.

Aunque me faltan 15 a?os para cumplir 50, no me parezco a L¨®pez Rod¨® ni a Keith Richards (ni ganas me dan). Tampoco yo niego los buenos d¨ªas a un fumador, bebedor o drogadicto. Procuro respirar optimismo, aunque reconozco que en ocasiones se me pone cara de vinagre. Me temo que tambi¨¦n la mayor¨ªa de los bebedores, fumadores y drogadictos pasan de los libros; opino, por contra, que si se leyese m¨¢s (incluida prensa), su n¨²mero se reducir¨ªa: cuesti¨®n de inteligencia. - Jos¨¦ Antonio Ruiz Rojo.

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