Los l¨ªmites de TVE Internacional

Suelen aparecer cartas al director en EL PA?S dudando de la calidad de la programaci¨®n de TVE Internacional. Un lector alem¨¢n se quejaba el pasado 25 de agosto por la emisi¨®n en dicho canal de programas tales como No te r¨ªas, que es peor, ?Hola, Raffaella! C¨®digo Uno o ?Qui¨¦n sabe d¨®nde?El hecho de que TVE Internacional no adopte el modelo de su colega TV-5 Europe, que ofrece programas tanto de la televisi¨®n p¨²blica como privada francesa, impide a los espa?oles residentes en el exterior contar con una visi¨®n ajustada de nuestro pa¨ªs, que s¨ª tienen quienes viven en la piel de toro. Tenemos, eso s¨ª, la ventaja de poder- sintonizar los programas de arte de la BBC para saciar nuestro apetito cultural -televisivo, pero ?c¨®mo llenar las horas vac¨ªas que tan ricamente podr¨ªamos pasar con Isabel Gemio y sus teleenamorados, la objetividad y teleprogres¨ªa de Carrascal, el estado moral de nuestros matrimonios que aparecen en Su media naranja?

?Nos compensa alguien por nuestra imposibilidad de conocer el futuro a trav¨¦s de La consulta de Rappel? ?C¨®mo podemos actualizar nuestros conocimientos jur¨ªdicos sin las salom¨®nicas decisiones del magistrado de Veredicto? ?Llegar¨¦ a saber alg¨²n d¨ªa si los chicos de Sensaci¨®n de vivir hablan con acento de Puerta de Hierro o de Neguri? ?Saben los responsables televisivos que los emigrantes espa?oles estuvimos leyendo durante semanas comentarios sobre la participaci¨®n de Antonia Dell'Atte en La m¨¢quina de la verdad sin que ninguno de nosotros hubiese podido ver el programa?

?Por qu¨¦ nos castiga TVE Internacional sin las pel¨ªculas de Ozores, Pajares y Esteso de la pantalla amiga? ?Son conscientes en TVE Internacional de la imagen centralista que dan al mundo por no emitir el Parker Lewisek ez du sekula galtzen, la telenovela gallega Fabiola (aqu¨ª tendr¨ªa mucho ¨¦xito), el Oliana Molls a la recerca de l'Ast¨¤les de bronze, de telejordi, o el Ol¨¦ tus v¨ªdeos, de teleguina?

Conf¨ªo en que la Europa sin fronteras permita pronto a la furgoneta de Lo que necesitas es amor pasar por la Grand Place bruselense, camino de mi casa- Juan M. Acedo.