Destino: Familia Gil. El Puerto de Santa Mar¨ªa Remite: Abuelos Gil. Madrid.

El estanque de El Retiro lleno de barcas. La estatua de Alfonso XXII se recorta en el cielo. Al fondo, ajena a la belleza, asoma una torre de hormig¨®n plagada de balcones.

Queridos hijos y nietos: ya estamos en casa. Parecer¨¢ cursi pero, como aqu¨ª, no se est¨¢ en ning¨²n sitio. Despu¨¦s de tanto descanso, coge uno la ciudad con gusto.Gracias a dios, todo est¨¢ tan bien como lo dejamos. Nicol¨¢s, el portero, sigue gru?endo cada vez que dejamos huellas en el pasamanos de la escalera. La bombilla del ascensor sigue fundida. Los ni?os de arriba trotan por el pasillo como de costumbre. Escuchamos el televisor de la vecina a trav¨¦s de la pared del dormitorio. El grifo de la pila gotea al ritmo habitual. En la cuerda de la ropa hay unos calzoncillos del cuarto. Abajo en la calle, unos obrero! levantan la acera por decimoquinta vez desde que alquilamos la casa. El calentador del gas tarda unas seis cerillas en encenderse. La ducha no tiene t¨¦rmino medio: o te hielas, o te abrasas. El cami¨®n de la basura nos despierta a las tres de la ma?ana. El se?or de abajo ha subido a quejarse de una gotera del ba?o. El contestador autom¨¢tico s¨®lo ha grabado durante media hora el pitido de comunicando. EI congelador est¨¢ lleno de taperwares con comida pero, como est¨¢n cubiertos de escarcha, no hay manera de saber que contiene cada uno. La asistenta ha llamado que no puede venir el lunes. El banco nos ha pasado la cuenta de una visa que no es nuestra. El m¨¦dico nos ha dado hora para dentro de dos meses. Y, como era de esperar, hemos encontrado una pel¨ªcula de v¨ªdeo que ten¨ªamos que haber devuelto el 1.2 de julio. As¨ª que, como veis, todo sin novedad. Lo hemos pasado estupendo con vosotros. A ver si ven¨ªs pronto a vernos. Muchos besos".