Samaranch intenta meter en el COI a una decena de federaciones Internacionales
La modernizaci¨®n del olimpismo, que se ha debatido durante esta semana en el Congreso de Par¨ªs, tomar¨¢ cuerpo real tras la 103? sesi¨®n que se celebrar¨¢ ma?ana y pasado en la capital francesa. El presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, tratar¨¢ de in cluir como miembros a una decena de presidentes de las m¨¢s importantes federaciones internacionales. Esta soluci¨®n, en aras de reforzar la unidad ol¨ªmpica y de lograr un organismo m¨¢s operativo, es una compensaci¨®n a la negativa general que ha tenido en su consulta a los miembros actuales para que los pr¨®ximos dejen de ser vitalicios.
Samaranch envi¨® una carta confidencial con fecha 31 de marzo a todos los miembros del COI. El motivo era bien concreto y lo divid¨ªa en dos puntos: el primero se refer¨ªa a la elecci¨®n de los miembros del COI, y el segundo al fortalecimiento de la unidad del Movimiento Ol¨ªmpico.La carta ten¨ªa un largo preludio en el que el presidente recordaba el reciente ¨¦xito de los Juegos de Invierno de Lillehammer y volv¨ªa a hacer hincapi¨¦ en su idea fija: la unidad del olimpismo. Bas¨¢ndose en ambas cosas, en la pujanza actual del movimiento y en preservar el futuro, Samaranch pasaba a pedir la opini¨®n de los miembros tras alabarles diplom¨¢ticamente.
En el primer punto, dentro de la modernizaci¨®n ol¨ªmpica, les expresaba su convencimiento de limitar la elegibilidad a un per¨ªodo de tiempo -aun sin decirlo, su intenci¨®n era de ocho a?os-. Defend¨ªa que el c¨¢r¨¢cter vitalicio actual no es operativo, pues las condiciones de los elegidos pueden cambiar sustancialmente en unos pocos a?os. Su aportaci¨®n muchas veces acaba siendo nula, bien a causa de enfermedades, bien por problemas personales, pol¨ªticos u otros. Por ejemplo, la c¨¢rcel, como ha sucedido con el b¨²lgaro Slavkov; la expulsi¨®n del pa¨ªs, como el tunecino Mzali, o las acusaciones de malversaci¨®n de fondos, como el norteamericano Helmick, por poner s¨®lo tres casos recientes.
Perder para ganar
Sin embargo, las respuestas de los miembros -que el presidente ped¨ªa fueran estrictamente confidenciales y en el plazo de un mes-, resultaron abrumadoramente a favor del car¨¢cter vitalicio. Los miembros no quieren perder las prebendas ni su eternidad ol¨ªmpica.Pero Samaranch, que casi contaba con ello, tiene la t¨¢ctica de encajar una derrota para ganar otra. Y ¨¦sta ser¨¢ la inclusi¨®n de 10 o 12 presidentes de las federaciones internacionales m¨¢s importantes para dar un mayor peso espec¨ªfico al COI en el conocimiento del deporte actual.
En defensa de su postura, el presidente dec¨ªa en la carta que existe una desproporci¨®n en el COI entre miembros procedentes de Comit¨¦s Ol¨ªmpicos Nacionales (CON) y de las Federaciones Internacionales (FI), dos de los pilares del olimpismo. Actualmente hay 30 presidentes o secretarios generales de CON en activo y 25 antiguos, o sea, m¨¢s del 50% de toda la Asamblea del COI. Sin embargo s¨®lo existen ocho miembros presidentes o secretarios de FI actuales y uno antiguo.
Samaranch ya consigui¨® en la Sesi¨®n de 1992, en Courchevel (Francia), antes de los Juegos de Invierno de Albertville, incorporar un hecho hist¨®rico a la Carta Ol¨ªmpica, la Biblia del olimpismo. En el particular sistema de cooptaci¨®n con que se nombra a los miembros del COI, es decir, a dedo -pero tras consultas a la Asamblea-, ¨¦l logr¨® sacar un poder personal para excepciones. As¨ª entr¨®, por ejemplo, Primo Nebiolo, presidente del Atletismo. El apartado 1.2 del cap¨ªtulo 2 dice: "El presidente puede nombrar dos o m¨¢s miembros sin condicionamiento de nacionalidad o domicilio, por los cargos de los interesados o por sus calificaciones particulares. Nunca podr¨¢ haber m¨¢s de dos miembros nombrados simult¨¢neamente por este procedimiento".
Samaranch, que ha ido adecuando la Carta Ol¨ªmpica para que el COI avanzara, no tendr¨¢ problema alguno para cambiarla una vez m¨¢s si existe el consenso.
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