Decepci¨®n y amargura en la capital de Bosnia por el aplazamiento del viaje del Papa
La cancelaci¨®n del viaje papal a Sarajevo, ha ca¨ªdo como una bomba en la capital bosnia, donde todo estaba previsto para recibir el jueves a Juan Pablo II. La amargura dominaba anoche en el Gobierno y en la poblaci¨®n de esta asediada ciudad, donde la decisi¨®n final vaticana se interpreta como un triunfo m¨¢s para el jefe de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, que el domingo se neg¨® a garantizar la seguridad del Pont¨ªfice y cuyas fuerzas protagonizan en los ¨²ltimos d¨ªas una escalada militar en Sarajevo y otras zonas del pa¨ªs.
La noticia de la supresi¨®n del viaje papal fue dada por un enviado pontificio en Bosnia al presidente del pa¨ªs, el musulm¨¢n Alia Izetbegovic. El Gobierno bosnio esperaba convertir esta visita en un altavoz mundial sobre la justeza de sus aspiraciones en la guerra que le enfrenta a los serbios. La autoridad moral del jefe de la Iglesia cat¨®lica pod¨ªa servir para dar una nueva oportunidad a la paz, en un momento en que se perfila de nuevo la guerra a gran escala.El presidente Izetbegovic expres¨® anoche su pesar por el aplazamiento de la visita y confirm¨® que su deseo hubiera sido acompa?ar al Papa durante su recorrido por la ciudad. "Muchos cat¨®licos y ciudadanos de Bosnia, que esperaban la visita con gran inter¨¦s, se han visto decepcionados", se?al¨® un comunicado difundido anoche por la Presidencia de Bosnia.
Tanto el Gobierno como la ONU ten¨ªan todo a punto para el viaje papal, que deb¨ªa estar rodeado de unas medidas de seguridad te¨®ricamente inexpugnables. Brigadas de limpieza trabajaban ayer fren¨¦ticamente adecentando las calles m¨¢s c¨¦ntricas de la ciudad y preparando el antiguo estadio ol¨ªmpico, donde Juan Pablo II deb¨ªa protagonizar un acto de masas.
Colas de cat¨®licos
Numerosos cat¨®licos guardaban cola todav¨ªa para conseguir una entrada pagada que les permitiera acceder a la misa que el Papa (Ivan Paule II, como rezan los carteles pegados en Sarajevo) iba a celebrar en la catedral. Hasta el papam¨®vil, llegado en un vuelo especial de las Naciones Unidas estaba listo para pasear a Juan Pablo II durante cuatro horas por las calles de la ciudad. Doscientos periodistas llegados de todo el mundo iban a ser testigos del acontecimiento.
El argumento final esgrimido para suspender el viaje papal es que Juan Pablo II no quiere poner en peligro la vida de los habitantes de Sarajevo. Radovan Karadzic, el jefe de unos serbios de Bosnia, que la semana pasada rechazaron en refer¨¦ndum el ¨²ltimo plan de paz de las potencias mediadoras, hab¨ªa desaconsejado el domingo en Pale la visita de Juan Pablo II. Karadzic comunic¨® a un enviado papal que sus fuerzas no estaban en condiciones de comprometerse sobre la seguridad del Pont¨ªfice.
El portavoz militar de la ONU en Sarajevo, comandante Eric Chaperon, confirmaba ayer que la escalada b¨¦lica en la capital bosnia la hace en estos momentos "tan peligrosa para el Papa como para cualquiera de los que ahora est¨¢n en ella". Sin embargo, en la sede central de la ONU en Nueva York se mantuvo anoche silencio sobre el aplazamiento de la visita papal.
De todos modos, el mensaje del enviado especial de la ONU para la antigua Yugoslavia, Yashusi Akashi, que desaconsejaba el viaje result¨® decisivo a la hora de que los responsables vaticanos anularan la visita a la capital bosnia. El ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Martino, mostr¨® ayer su "amargura" y se?al¨®: "Ahora m¨¢s que nunca la diplomacia internacional debe intensificar sus esfuerzos para que la raz¨®n pueda prevalecer en los Balcanes sobre la violencia y la irracionalidad".
Los serbios han multilplicado su hostigamiento en Sarajevo en los ¨²ltimos d¨ªas. Anoche se escuchaban frecuentes disparos de armas autom¨¢ticas y el lunes los tiroteos en los alrededores de la capital bosnia incluyeron artiller¨ªa pesada. Los habitantes de la sitiada Sarajevo comienzan a refugiarse de nuevo en sus casas, a pesar de que el verano todav¨ªa se hace sentir.
Tras la cancelaci¨®n del viaje a Bosnia, Juan Pablo II mantiene su visita a la vecina Croacia, otro de los pa¨ªses protagonistas de la guerra en la antigua Yugoslavia. El Papa, que ser¨¢ recogido en Roma por un avi¨®n de las l¨ªneas croatas, llegar¨¢ a Zagreb el s¨¢bado y regresar¨¢ al Vaticano el domingo. En la cat¨®lica Croacia se trabaja a destajo para recibirle. La capital est¨¢ tapizada con im¨¢genes del Pont¨ªfice y el esl¨®gan Papa jes vama (El Papa est¨¢ con nosotros) empapela los muros de Zagreb. Los vecinos colocan velas junto a los ¨¢rboles y los comercios exhiben im¨¢genes de Juan Pablo II y adornos alusivos a la visita.
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