El gasto p¨²blico crecer¨¢ el 5% en 1995 y bajar¨¢n las cotizaciones de empresas y trabajadores

El Consejo de Ministros acot¨® ayer un poco m¨¢s el proyecto de Ley de Presupuestos para 1995, que quiere aprobar el pr¨®ximo d¨ªa 23. "EI presupuesto ser¨¢ riguroso" dijo el ministro de la Presidencia, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, "y el gasto p¨²blico crecer¨¢ el 5%, por debajo del crecimiento nominal de la econom¨ªa". El rigor en el presupuesto vendr¨¢ por un recorte en las inversiones para conseguir un d¨¦ficit del 4,6% del PIB. Rubalcaba anunci¨® que "es casi seguro" que se reduzcan las cotizaciones a la Seguridad Social, tanto en la cuota empresarial como en la del trabajador.

El Gobierno debati¨® ayer las cifras de los presupuestos para 1995 correspondientes a cada ministerio, dijo P¨¦rez Rubalcaba, y estableci¨® un acuerdo en tres par¨¢metros. El m¨¢s importante fue establecer que el gasto p¨²blico crecer¨¢ un 5%, 1,3 puntos por debajo del crecimiento nominal de la econom¨ªa para 1995 ya que se estima que el PIB aumentar¨¢ un 2,8% y los precios un 3,5%. El Consejo de Ministros estableci¨® como objetivo de d¨¦ficit del Estado -Administraci¨®n central y Se guridad Social- el 4,6% del PIB, al que habr¨¢ que sumar un punto de las comunidades aut¨®nomas y unas d¨¦cimas de las entidades locales. Finalmente, P¨¦rez Rubalcaba anunci¨® que las cantidades destinadas a cooperaci¨®n internacional aumentar¨¢n en 1995 en 7.500 millones de pesetas.Con estas cifras "el presupuesto ser¨¢ riguroso", dijo el ministro. El ajuste en este a?o se centrar¨¢ tanto en determinados gastos como por el lado de los ingresos, lo cual repercutir¨¢ m¨¢s todav¨ªa en la necesidad de controlar los gastos. En 1995 el Estado dejar¨¢ de ingresar -en comparaci¨®n con el a?o anterior- una cifra superior al medio bill¨®n de pesetas por menos beneficios del Banco de Espa?a. Ajustar la tarifa del IRPF a la inflaci¨®n prevista supondr¨¢ tambi¨¦n menores ingresos de los habituales por este impuesto. Adem¨¢s, la reducci¨®n de las cuotas a la Seguridad Social obligar¨¢ a una mayor aportaci¨®n del Estado para mantener el equilibrio de este organismo.

El Gobierno se ha comprometido este a?o a elevar las pensiones en la misma proporci¨®n en que se espera suban los precios y lo mismo har¨¢ con los salarios de los funcionarios, lo que no s¨®lo cierra una tradicional v¨ªa del ajuste de gastos sino que obliga a ser m¨¢s duro en las restantes. Los gastos financieros del Estado seguir¨¢n aumentando en 1995, a pesar de la ca¨ªda registrada en los tipos de inter¨¦s, debido al aumento de la deuda en circulaci¨®n y a que el Tesoro se ha endeudado a corto plazo y no a medio y largo plazo. Por ello parece probable que los gastos que deben reducirse para que el, presupuesto no crezca m¨¢s de un 5% sean los de inversi¨®n en infraestructuras y transferencias a empresas p¨²blicas.

Rubalcaba confirm¨® que en los presupuestos se incluir¨¢n medidas de apoyo a la familia que se concretar¨¢n en que las deducciones por hijo ser¨¢n mayores, y crecientes a partir del tercer hijo. El ministro despej¨® ayer una de las inc¨®gnitas al se?alar que "es probable que se bajen las cotizaciones sociales" y que en todo caso "se reducir¨¢ tanto la cuota empresarial como la de los trabajadores".

Liberalizaci¨®n telef¨®nica

El Gobierno dio el ¨²ltimo paso para que se pueda convocar el concurso para la segunda licencia de tel¨¦fono m¨®vil al establecer las tarifas que este operador deber¨¢ pagar a Telef¨®nica para las transmisiones a tel¨¦fonos normales y las que Telef¨®nica podr¨¢ cobrar a sus clientes. "El concurso se convocar¨¢ en muy poco tiempo", dijo el ministro. La cuota de conexi¨®n se ha fijado en 733.971 pesetas, la cuota de abono mensual en 59.011, la llamada entre fijo y m¨®vil en 15 pesetas minuto para tarifa normal, en 10 pesetas para tarifa reducida y las llamadas internacionales en 25 pesetas-minuto.

El otro tema de car¨¢cter econ¨®mico que aprob¨® el Consejo de Ministros fue el reglamento de elecciones sindicales por el que la Administraci¨®n deja de jugar el papel que ha desempe?ado hasta ahora, recayendo las tareas de organizaci¨®n sobre los sindicatos. La Administracion ser¨¢ el registrador de los resultados.