El Gobierno presiona al presidente de la Generalitat para que acuda al debate auton¨®mico del Senado

La Moncloa ha solicitado insistentemente al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que acuda al debate sobre el Estado de las autonom¨ªas que se celebrar¨¢ los pr¨®ximos d¨ªas 26, 27 y 28 en el Senado. Pujol, que a¨²n no ha respondido formalmente a la invitaci¨®n del presidente de la C¨¢mara alta, Juan Jos¨¦ Laborda, ha dado a entender, indirectamente, que acudir¨¢.El aplazamiento del debate sobre pol¨ªtica general en el Parlamento de Catalu?a, previsto para esas mismas fechas, es un s¨ªntoma del anuncio de su presencia en Madrid. Las razones de la actitud del Gobierno son poderosas. La ausencia de Pujol, unida a la ya confirmada del lehendakari, Jos¨¦ Antonio Ardanza, devaluar¨ªa de forma considerable un debate, in¨¦dito en la historia de Espa?a, en el que el Gobierno pretende visualizar la cohesi¨®n territorial del pa¨ªs, con la presencia de Felipe Gonz¨¢lez y los presidentes auton¨®micos, en un momento de importantes tensiones entre comunidades.

La ausencia de Pujol, unida a la de Ardanza, debilitar¨ªa la tesis de Felipe Gonz¨¢lez de que el pacto del Gobierno con CiU contribuye a integrar a los nacionalismos en la pol¨ªtica del Estado y, de rebote, dar¨ªa la raz¨®n al PP cuando cuestiona el limitado alcance del pacto.

La importancia que el Gobierno concede a este debate la expresan tambi¨¦n las numerosas reuniones preparatorias. El dirigente del PSOE TxIki Benegas ha mantenido reuniones con el vicepresidente, Narc¨ªs Serra; el ministro para las Administraciones P¨²blicas, Jer¨®nimo Saavedra, y los presidentes socialistas de autonom¨ªas para aunar posiciones. Ma?ana lunes se reunir¨¢n Narc¨ªs Serra y Jer¨®nimo Saavedra.

El Gobierno afronta un doble riesgo ante este debate: que se convierta en una sucesi¨®n de agravios de algunos presidentes de comunidades hacia Catalu?a y que otros aprovechen su primera intervenci¨®n en el Senado para plantear sus problemas espec¨ªficos y no para debatir sobre el futuro del Estado de las autonom¨ªas.

En el primer caso, el Gobierno teme la actitud de los presidentes del PP, especialmente el de Castilla y Le¨®n, Juan Jos¨¦ Lucas, que se ha convertido en el abanderado de la pol¨ªtica auton¨®mica de su partido, con una actitud muy cr¨ªtica hacia la Generalitat catalana. Lucas ya ha anunciado su actitud beligerante ante el debate.

El secretario de Estado para las autonom¨ªas, Francisco Pe?a, afirma: "Si el debate se convierte en una cr¨ªtica de presidentes auton¨®micos a Pujol o una confrontaci¨®n entre pacto de Gobierno y Estado de las autonom¨ªas ser¨ªa un desastre".

El debate coincide tambi¨¦n con un proceso de reformas al alza de los estatutos en algunas comunidades. Las Cortes deArag¨®n, que cuentan c¨®n un presidente auton¨®mico socialista, Jos¨¦ Marco, han aprobado una reforma del Estatuto, que recoge reivindicaciones como un concierto econ¨®mico y la polic¨ªa aut¨®noma. La comunidad canaria, presidida por el nacionalista Manuel Hermoso, ha constituido una ponencia para reformar su Estatuto.

En La Rioja, su presidente, el socialista P¨¦rez S¨¢enz, tambi¨¦n se lo plantea. Y en el caso de Andaluc¨ªa, el presidente de la Junta, el socialista Manuel Chaves, en minor¨ªa frente a la suma de votos del PP e Izquierda Unida, cuenta con el desaf¨ªo de su Parlamento, que pretende imponerle un discurso de fuerte contenido andalucista.

"un debate protagonizado por estas reivindicaciones quedar¨ªa desnaturalizado, porque se trata de hablar del futuro del Estado de las autonom¨ªas. No puede reducirse a una sesi¨®n de control del Gobierno", dice Pe?a.