El consuelo de tener raz¨®n, reaparece el revoltigrama
En pocas ocasiones el Departamento de Defensa del Lector tiene la oportunidad de anunciar una soluci¨®n r¨¢pida para sus quejas. De hecho, un lector, J. Navarro, de Madrid, ya me hab¨ªa enviado un inquietante reproche: "?Nos dan, la raz¨®n a los lectores porque eso nos consuela de carecer de otra cosa?".Esta vez, tienen ustedes raz¨®n y otra cosa: reacci¨®n inmediata. EL PAS admite que fue un error suprimir un pasatiempo , el revoltigrama, y modificar el tama?o del crucigrama, y aprovecha esta columna para anunciarles que rectifica. La verdad es que cre¨ª que durante el mes de agosto ustedes leer¨ªan el peri¨®dico con cierta indulgencia y que a la vuelta de las vacaciones encontrar¨ªa pocas quejas. No ha sido as¨ª: casi dir¨ªa que la calma veraniega les ha permitido leer el diario con m¨¢s atenci¨®n e, incluso, con ojo todav¨ªa m¨¢s cr¨ªtico.
Este departamento empieza el curso con una peque?a colecci¨®n de cartas de protesta. La mayor¨ªa denuncian erratas, sobre todo en las primeras ediciones (debo decir que en muchos casos fueron corregidas posteriormente), pero algunas plantean otro tipo de problemas. Las quejas m¨¢s insistentes procedieron de un numeroso grupo de lectores que lament¨® y critic¨® los cambios introducidos en las llamadas p¨¢ginas de Agenda. Les irrit¨® especialmente la nueva f¨®rmula de la secci¨®n de pasatiempos.
Santiago Gallego, que telefone¨® desde Madrid, resumi¨® muy bien su estado de ¨¢nimo: "Tienen ustedes poco respeto por sus lectores habituales y muy poco respeto por las personas mayores a las que nos resulta ahora m¨¢s dif¨ªcil rellenar los peque?os cuadros del crucigrama. ?Nosotros no pagamos el peri¨®dico? ?Les molestamos como lectores?". Tanto la secretar¨ªa de Redacci¨®n (Marina Cantos y Rosa Rodr¨ªguez) como este departamento trasladaron las protestas a la direcci¨®n. El director adjunto Javier Valenzuela ha aceptado la invitaci¨®n para que explique en esta misma columna qu¨¦ sucedi¨®.
"He sido informado por la Defensora del Lector de las protestas de algunos lectores en relaci¨®n a los cambios en los pasatiempos de los primeros d¨ªas de septiembre", escribe el, director adjunto. "Considero que esos lectores tienen derecho a una explicaci¨®n y a una satisfacci¨®n".
"En cuanto a la explicaci¨®n", prosigue, "les dir¨¦ que los cambios se produjeron en el marco de una remodelaci¨®n d¨¦ las p¨¢ginas, de Agenda destinada a dar m¨¢s espacio a las secciones de Gente y Necrol¨®gicas., Muchos otros lectores nos ven¨ªan reclamando un mayor protagonismo de esas secciones. Es cierto que, en el cambio, desapareci¨® el revoltigrama y qued¨® ligeramente reducido el tama?o de las casillas del crucigrama. Por el contrario, y atendiendo a las peticiones de otros lectores, fue ligeramente aumentado el tama?o de las letras del crucigrama".
"Pasando al terreno de la satisfacci¨®n", asegura Valenzuela, "subrayar¨¦ que la direcci¨®n del peri¨®dico considera que la fuerza de un diario independiente como el nuestro estriba en los lectores, cuyo esp¨ªritu cr¨ªtico nos ayuda a mejorar EL PA?S. En ese sentido, nada m¨¢s tener conocimiento a trav¨¦s de la Defensora del Lector de las reclamaciones en relaci¨®n a los pasatiempos, la direcci¨®n orden¨® al departamento de confecci¨®n que buscara la f¨®rmula para recuperar el revoltigrama y aumentar el tama?o de las casillas del crucigrama. Los lectores habr¨¢n apreciado que, ayer mismo [s¨¢bado], reapareci¨® el revoltigrama y se ampli¨® el tama?o de las casillas del crucigrama".
Las p¨¢ginas de Agenda suscitaron tambi¨¦n algunas quejas por su tono. Varios lectores creen que el estilo pretendi¨®, ser desenfadado-, pero que se qued¨® en vulgar.
As¨ª lo mantiene, por ejemplo, Margarita Guti¨¦rrez, de Legan¨¦s. "El pasado d¨ªa 2", afirma, "publicaron ustedes una noticia en las p¨¢ginas de verano titulada ?Muslo o pechuga? que dec¨ªa as¨ª: 'Si le hacen esta pregunta a la poblaci¨®n de Legan¨¦s, la respuesta no dejar¨¢ lugar a dudas. Los habitantes de esta localidad madrile?a responder¨¢n lo segundo y buena prueba de ello es la expectaci¨®n despertada por la actuaci¨®n glandular de Samantha Fox".
"Est¨¢n ustedes equivocados", ironiza Guti¨¦rrez. "Si hacen esa pregunta, simplemente les mandaremos a freir monas. Una cosa es que intenten hacer un peri¨®dico ligero en verano y otra que se vuelvan tan tontamente vulgares".
El subdirector F¨¦lix Monteira considera que la lectora tiene raz¨®n: "Ni es adecuado el encabezamiento de la informaci¨®n (?Muslo o pechuga?) ni el estilo desenfadado que a veces se utiliza en las noticias de la secci¨®n Gente justifica que se identifique a los habitantes de una poblaci¨®n (en este caso, Legan¨¦s) con los asistentes a un espect¨¢culo que se celebra en un recinto de esa localidad".
Monteira considera que "tampoco la reacci¨®n, al parecer entusiasta, de los presentes en el concierto de Samantha Fox debe dar pie para presuponer que la mayor¨ªa de los espectadores acudi¨® motivada m¨¢s por los atributos f¨ªsicos de la cantante que por sus cualidades art¨ªsticas".
Una vez m¨¢s, s¨®lo cabe darles la raz¨®n y prometerles mayor atenci¨®n. ?Es un consuelo?
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