Atentados contra l¨ªneas el¨¦ctricas en Santiago de Chile en el aniversario del golpe de Estado del general Pinochet

Varios atentados con bombas contra l¨ªneas el¨¦ctricas de Santiago dejaron a oscuras al centro de la capital chilena en la madrugada de ayer, 21 a?os despu¨¦s del golpe de Estado del general Augusto Pinochet que derroc¨® al presidente socialista Salvador Allende. El aniversario del golpe militar demostr¨® que a¨²n no han cicatrizado las heridas que abri¨® el golpe militar del 11 de septiembre de 1973.Por primera vez, un socialista, el ministro del Interior, Germ¨¢n Correa, emcabez¨® los actos oficiales en su calidad de vicepresidente, mientras el jefe del Estado, Eduardo Frei, regresaba a Santiago procedente de Brasil, donde particip¨® en la reuni¨®n del Grupo de R¨ªo. Despu¨¦s de depositar una ofrenda floral en la tumba de Allende, Correa pidi¨® que "nunca m¨¢s se produzca un derrumbe institucional".

Al t¨¦rmino de una misa en el palacio presidencial de la Moneda, donde se suicid¨¦. Allende hace 21 a?os, su viuda, Hortensia Bussi, reproch¨® a los militares su falta de generosidad por negarse a indicar d¨®nde est¨¢n los cuerpos de los desaparecidos durante la dictadura.

Minutos antes, el general Augusto Pinochet descart¨® toda posibilidad de que el Ej¨¦rcito admitiera haber cometido atropellos a los derechos humanos cuando recibi¨® en su domicilio el saludo del alto mando. "?A qui¨¦n le vamos a pedir perd¨®n? ?A quienes trataron de matarnos, a los que trataron de liquidar la patria? ?A qui¨¦n? Ellos [los izquierdistas] tienen que pedir perd¨®n por todos los desmanes y lo que causaron antes del 11 de septiembre".

Pinochet, quien ha continuado en su cargo de jefe, del Ej¨¦rcito durante los gobiernos de Patricio Aylwin y Frei, presidi¨® despu¨¦s una misa de campa?a en la Escuela de Oficiales, en la que participaron dirigentes de la derecha. En las afueras, manifestantes enarbolaban banderas con s¨ªmbolos nazis y de Chile. Una pancarta dec¨ªa: "Vuestros nombres, valientes soldados, valen mucho m¨¢s que mil gusanos marxistas en una placa".

En el acto que. cont¨® con mayor respaldo, cerca de 6.000 personas marcharon hasta la tumba de Allende, en el cementerio general. Los manifestantes, convocados por el Partido Comunista y grupos de derechos humanos, aplaudieron a los ca¨ªdos durante un minuto, en lugar de guardar el habitual minuto de silencio. "Pinochet al pared¨®n, ni olvido ni perd¨®n", clam¨® la multitud.