El ministro de Educaci¨®n franc¨¦s quiere prohibir el velo isl¨¢mico en la escuela

Fran?ois Bayrou, actual ministro de Educaci¨®n franc¨¦s, ha recordado al comenzar el curso que ¨¦l se opone a que las muchachas puedan llevar el velo isl¨¢mico en clase "porque se trata de un signo ostentoso de diferenciaci¨®n que crea separaci¨®n entre los j¨®venes". El ministro ha recordado que "la fe es un asunto privado y que la sociedad debe mantener su unidad y laicidad, muy especialmente en el ¨¢mbito sensible de la escuela". Bayrou es cat¨®lico practicante.Las declaraciones ministeriales van acompa?adas de un deseo de "jurisprudencia por parte del Consejo de Estado". En ese sentido conviene recordar que dicho organismo ya se pronunci¨® en 1989, cuando comenz¨® la llamada "guerra del velo". Entonces el Consejo de Estado dictamin¨® que "llevar insignias religiosas no era, en si mismo, incompatible con el principio de laicidad ya que se trata de una manifestaci¨®n m¨¢s del derecho y el ejercicio de la libertad de expresi¨®n". Pero luego llegaba la matizaci¨®n: "esa libertad no debe comportar manifestaciones de car¨¢cter ostentoso o reivindicativo, que constituyan un acto de presi¨®n, proselitismo o propaganda, que comporte un atentado contra la libertad o la dignidad del alumno". Para el ministro el velo infringe esa ¨²ltima exigencia, ya que muchas de las chicas que lo llevan se ven obligadas a ello por su familia o por los imanes.

Los sindicatos, especialmente la FEN (Federation de l'Education Nationale), que hace un a?o montaron una gran manifestaci¨®n contra el ministro cuando este intent¨® aumentar las subvenciones destinadas a los centros privados, han expresado ahora su aprobaci¨®n: "Sintonizamos perfectamente con lo que dice el ministro: al fin una posici¨®n clara". Pero la realidad es m¨¢s compleja ya que hay tantas sentencias favorables como contrarias a su uso. El ministro dice querer respaldar a los directores de los centros y "no dejar que tengan que afrontar el conflicto en solitario y desarmados".

El director de un centro del extrarradio de Par¨ªs declaraba a este diario: "no veo porque tengo que prohibir el velo y admitir los cr¨¢neos rasurados, acompa?ados de botas militares. El velo en si no es nada, el afeitado en si tampoco, pero el integrismo religioso tiene su contrapartida de racismo fascista".