Solana recomienda a Pakist¨¢n que firme el tratado que proh¨ªbe las armas nucleares

I .C. "No tenemos ninguna duda de lo que dice el propio Gobierno de Pakist¨¢n", afirm¨® de entrada el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, dando por buenos los desmentidos de Islamabad sobre la bomba at¨®mica paquistan¨ª. Por primera vez desde hace 38 a?os, un primer ministro de Pakist¨¢n, Benazir Bhutto, inici¨® ayer una visita oficial a Espa?a con una entrevista, tras los honores militares en La Moncloa, con el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez.

Gonz¨¢lez y Solana hicieron, aparentemente, caso omiso de las recomendaciones de sus colaboradores, en las que les aconsejaban que no preguntaran a su hu¨¦sped por el programa nuclear paquistan¨ª, que, seg¨²n el ex primer ministro Nawaz Sharif y otros dignatarios, permiti¨® a Islamabad poseer la bomba at¨®mica a finales de los ochenta."Entre dos pa¨ªses amigos no hay temas tab¨²es, se habla de todo lo que se considera oportuno", declar¨® Solana en una rueda de prensa en la que otorg¨® gran cr¨¦dito a los desmentidos del Gobierno de Bhutto. "Nos gustar¨ªa que el mayor n¨²mero de pa¨ªses firme el Tratado de No Proliferaci¨®n Nuclear (TNP)", a?adi¨® recordando el ejemplo espa?ol.

Sarder Aseff Ahmad, el hom¨®logo paquistan¨ª de Solana, reiter¨® que su pa¨ªs no fabricaba armas nucleares, pero asegur¨® que no firmar¨¢ el TNP mientras la India, que s¨ª hizo estallar una bomba at¨®mica hace 20 a?os, no haga otro tanto. "Hemos sido atacados tres veces por nuestro vecino y no podemos bajar la guardia", dijo.

En el discurso que pronunci¨® al t¨¦rmino de la cena que ofreci¨® a Bhutto, Gonz¨¢lez se deshizo en elogios de su hu¨¦sped, a la que a ¨²ltima hora decidi¨® conceder un cr¨¦dito de 13.000 millones de pesetas, la mitad con tipos de inter¨¦s blandos, para financiar exportaciones espa?olas.

El presidente le expres¨® "nuestra admiraci¨®n por su empe?o en las nobles causas de la modernizaci¨®n de la mujer, la defensa de los principios democr¨¢ticos y la preocupaci¨®n por las clases marginadas". No hizo Gonz¨¢lez ninguna menci¨®n al camino que le queda a Pakist¨¢n para asentar la democracia, sobre todo en materia de derechos humanos.

S¨ª pidi¨®, en cambio, impl¨ªcitamente a Islamabad y a Nueva Delhi que renuncien "al uso de la fuerza y la amenaza de uso de cualquier tipo de armamento". Ambos pa¨ªses han estado en guerra tres veces y el incremento de la tensi¨®n en Cachemira, una regi¨®n fronteriza musulmana administrada en gran parte por la India, hace temer un rebrote de la violencia.

El Gobierno espa?ol es consciente de ello y por eso su presidente insisti¨® en la necesidad de que "Pakist¨¢n y la India encuentren una soluci¨®n justa, pac¨ªfica y respetuosa de los derechos humanos en la cuesti¨®n de Cachernira".

Gonz¨¢lez empez¨® su discurso ante la primera ministra del segundo pa¨ªs musulm¨¢n del mundo -Pakist¨¢n tiene 120 millones de habitantes- hablando de la "tradici¨®n isl¨¢mica" de hospitalidad heredada por los espa?oles.

Debido en parte a que cree que Espa?a es el pa¨ªs europeo m¨¢s sensible a las revindicaciones de Pakist¨¢n frente a la India, Butto ha decidido reunir hoy en Madrid a sus embajadores en el Viejo Continente para exponerles las l¨ªneas maestras de su ofensiva diplom¨¢tica para lograr la autodeterminaci¨®n de Cachemira.