Clinton env¨ªa por sorpresa a Carter a Hait¨ª para negociar la salida del general C¨¦dras
En un sorprendente movimiento de ¨²ltima hora, el presidente de EE UU, Bill Clinton, orden¨® ayer el traslado a Hait¨ª del ex presidente Jimmy Carter al frente de una delegaci¨®n de alto nivel que intentar¨¢ convencer a los jefes militares haitianos de que abandonen voluntariamente el pa¨ªs para evitar la inminente invasi¨®n que se prepara. Carter, que viajar¨¢ acompa?ado del ex jefe de Estado Mayor, Colin Powell, y del senador dem¨®crata, Sam Nunn, tiene la misi¨®n de negociar exclusivamente la forma de retirada del general Raoul C¨¦dras y los otros dos miembros de la troika militar que detenta el poder en Hait¨ª.
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo ayer que la delegaci¨®n, de la que tambi¨¦n forma parte un miembro del Consejo Nacional de Seguridad y otro de la Junta de Jefes de Estado Mayor, se trasladar¨¢ a Hait¨ª "probablemente dentro de las pr¨®ximas 24 horas", lo que significa que hoy mismo podr¨ªan comenzar las negociaciones con los militares haitianos. La misma fuente, que no quiso ser identificada, asegur¨® que "nada de esto cambia la urgencia de la situaci¨®n ni los preparativos militares".El consejero nacional de Seguridad, Anthony Lake, declar¨® exclusivamente que "el prop¨®sito de este viaje es participar en discusiones con los l¨ªderes de facto de Hait¨ª en el marco de los objetivos establecidos por el presidente Clinton y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas". Lake no revel¨® otros detalles sobre esta imprevista misi¨®n de paz.
El presidente Clinton declar¨® el jueves por la noche que todos los esfuerzos diplom¨¢ticos en Hait¨ª hab¨ªan sido agotados y que lo ¨²nico que quedaba por hablar con el general C¨¦dras y sus colaboradores era su salida del pa¨ªs. "Nuestro mensaje es claro: Tienen que irse o los echaremos por la fuerza", se?al¨®.
Al mismo tiempo que una flota norteamericana con dos portaaviones al frente se situaba frente a las costas de Hait¨ª para participar en una invasi¨®n en cualquier momento, el presidente Clinton hab¨ªa ordenado a su Embajada en Puerto Pr¨ªncipe mantener contacto con el general C¨¦dras para ofrecerle una ¨²ltima oportunidad de retirarse.
Esa gesti¨®n sirvi¨®, al parecer para que la Casa Blanca aceptase enviar a Carter, que recientemente actu¨® con ¨¦xito como mediador con Corea del Norte, pero que, en 1989, fracas¨® en su intento de evitar la invasi¨®n de Panam¨¢.
Divisiones internas
La ¨²ltima oferta de la Administraci¨®n norteamericana hab¨ªa abierto, seg¨²n fuentes oficiales en Washington, divisiones entre los tres hombres que comparten el poder militar en la isla. El jefe de la polic¨ªa de Puerto Pr¨ªncipe, teniente coronel Michel Fran?ois, hab¨ªa enviado a su familia a la Rep¨²blica Dominicana y parec¨ªa listo para ofrecer su rendici¨®n.
Por su parte el jefe del Estado Mayor haitiano, general Philippe Biamby, parec¨ªa partidario de resistir a la invasi¨®n, mientras que el general C¨¦dras hab¨ªa declarado el jueves a la cadena CBS que estaba dispuesto a morir antes de aceptar una salida indigna. Pero tras el nuevo giro diplom¨¢tico de EE UU el presidente de Panam¨¢, Ernesto P¨¦rez Balladares, ofreci¨® ayer asilo pol¨ªtico para C¨¦dras.
Anoche se ignoraba si la misi¨®n de paz enviada por el presidente Clintlon era una respuesta a alg¨²n gesto de buena voluntad ofrecido por el general C¨¦dras y sus colaboradores. Un portavoz de la Administraci¨®n coment¨® que, hasta donde sab¨ªa, ese gesto no exist¨ªa, pero que Clinton que r¨ªa agotar todas las posibilidades de evitar el derramamiento de sangre en Hait¨ª. El alto nivel de la delegaci¨®n hace pensar, sin embargo, que no viaja a Puerto Pr¨ªncipe con las manos absolutamente vac¨ªas.
Mientras se concretan los esfuerzos de esa delegaci¨®n, el portaaviones America lleg¨® ayer a aguas haitianas, y el otro portaaviones, el Eisenhower, as¨ª como el buque Mount Whitney, en el que est¨¢ establecido el mando de la operaci¨®n, alcanzar¨¢n hoy mismo sus posiciones, por lo que la invasi¨®n podr¨ªa tener lugar en el plazo de pocos d¨ªas o incluso de horas.
Clinton ha dejado claro que s¨®lo la salida inmediata del general Raoul C¨¦dras y sus colaboradores de la dictadura haitiana puede evitar la primera acci¨®n de guerra protagonizada unilateralmente por los norteamericanos desde la desaparici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y la segunda de la historia contra el ¨²nico r¨¦gimen antidemocr¨¢tico de Am¨¦rica Latina, adem¨¢s de Cuba.
En cualquier momento a partir de ahora -y, seguramente, no despu¨¦s de la noche del pr¨®ximo martes- 2.000 soldados de la 820 Divisi¨®n Aerotransportada, otros 2.000 de la 10? Divisi¨®n de Monta?a y 1.800 marines desembarcar¨¢n en la noche en Puerto Pr¨ªncipe, apoyados con fuego de helic¨®ptero y aviones C-130 y A-10, para hacerse en pocas horas con el control del aeropuerto y de las principales instalaciones militares. El secretario de Defensa, William Perry, anunci¨® ayer que espera que la operaci¨®n est¨¦ completada "en cuesti¨®n de horas, como mucho uno o dos d¨ªas", pero advirti¨® que cabe esperar "bajas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.