Noche de asesinos en Anoeta

"La mejor sala de cine del mundo". As¨ª calific¨® el director norteamericano Oliver Stone el vel¨®dromo de Anoeta de San Sebasti¨¢n, donde el s¨¢bado por la noche proyect¨®, ante 3.000 personas que rebosaron el recinto, su ¨²ltimo y controvertido filme: Natural born killers (Asesinos natos). Lo hab¨ªa solicitado expresamente a los responsables del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n. Oliver Stone quer¨ªa revivir, y as¨ª lo reconoci¨® ante el p¨²blico, la experiencia gloriosa de 1986, cuando present¨® en este mismo vel¨®dromo su pel¨ªcula El Salvador ante el clamor y la complicidad de los asistentes, que no encontr¨® en otros lugares.M¨¢s parec¨ªa un concierto de rock que una sesi¨®n de cine. Las localidades se agotaron muy pronto y una hora antes de su comienzo, el p¨²blico, exclusivamente joven, ya formaba una largu¨ªsima cola ante la puerta de entrada. Los primeros fueron los m¨¢s afortunados, ya que se repartieron 100 discos compactos de la banda sonora del filme y 300 camisetas con la foto del asesino protagonista. Y si hab¨ªa alguna duda sobre la naturaleza del espect¨¢culo, se despej¨® con la llegada de un Oliver Stone exultante y crecido. Era la imagen aut¨¦ntica de una estrella del rock. Entr¨® saludando brazos en alto, mientras escuchaba complacido los aplausos de los asistentes. El vel¨®dromo se qued¨® a oscuras y un haz directo de luz ilumin¨® la figura del cineasta, quien, tras dirigir unas breves palabras de agradecimiento al, p¨²blico, termin¨® con la siguiente advertencia: "Aj¨²stense los cinturones de seguridad y buen viaje".

La curiosidad por ver el filme 'del director norteamericano alcanz¨® a muchos de los asistentes al festival donostiarra. Los cineastas Pilar Mir¨®, Julio Medem y Juanma Bajo Ulloa, y los actores Fernando Guill¨¦n -padre e hijo- y Carmelo G¨®mez fueron algunos de los que acudieron al vel¨®dromo. El joven director vasco Juanma Bajo Ulloa se qued¨® totalmente impactado. "Me ha interesado porque creo que marca, en cierto modo, una manera de ver las cosas, la sociedad y el cine. Es un filme muy especial que hay que asimilar, pero que tiene muchas cosas reprochables", dijo Bajo Ulloa, para quien la apolog¨ªa dela violencia de Natural born killers era evidente. La m¨¢s veterana cineasta Pilar Mir¨® fue m¨¢s all¨¢: "Es detestable. Es el producto de un director esquizofr¨¦nico. No es ni violenta, ni sangrienta, es dif¨ªcilmente soportable. Lo que m¨¢s me preocupa es el da?o que puede hacer a los chavales que vayan a verla". Parecida opini¨®n ten¨ªa sobre ella Carmelo G¨®mez. "Es una pel¨ªcula llena de trampas", dijo el actor. "Me ha provocado bastante rabia, ya que hay que tener mucho cuidado con la capacidad de hipnotismo que tiene el cine. Yo no s¨¦ mucho de este cine moderno, pero para m¨ª que est¨¢ lleno de filosofia barata. El artista tiene que tener un compromiso de potenciaci¨®n del individuo y no de las masas", se?al¨® Carmelo G¨®mez.

El p¨²blico s¨ª se ajust¨® bien el cintur¨®n. No hab¨ªa m¨¢s remedio. Quien no lo hizo fue el autor de la recomendaci¨®n. Oliver Stone prefiri¨® saltar del aparato en marcha med¨ªa hora despu¨¦s del comienzo de la proyecci¨®n para acudir a cenar a uno de los m¨¢s exquisitos restaurantes de la ciudad. Ayer s¨ª se lo ajust¨®, pero para abandonar San Sebasti¨¢n a bordo de un jet privado.