"Llegu¨¦ al cine huyendo del teatro"
ROC?O GARC?A, Era un perfecto desconocido hasta hace nada y de pronto se convierte en uno de los actores revelaci¨®n del cine espa?ol. Todos hablan de su mirada. Carmelo G¨®mez, de 32 a?os, es el protagonista, junto a Javier Bardem, de dos de los tres filmes espa?oles que se han presentado en la secci¨®n oficial del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n: D¨ªas contados, de Imanol Uribe, y El detective y la muerte, de Gonzalo Su¨¢rez. Antes hab¨ªa trabajado en Vacas, de Julio Medem, y, m¨¢s de pasada, en La ardilla roja, tambi¨¦n del cineasta vasco, y en Canci¨®n de cuna, de Jos¨¦ Luis Garci. Formado en el teatro, este corpulento leon¨¦s, protest¨®n e ingenuo, que iba para campesino, confiesa, no sin resquemores: "Llegu¨¦ al cine huyendo del teatro".
Pregunta. ?C¨®mo fue su llegada al teatro?
Respuesta. Muchas veces tengo la sensaci¨®n de que la vida me ha pasado por encima, que el azar ha ido mandando y que yo no he tomado decisiones muy importantes y dr¨¢sticas, excepto la de ser actor, que ¨¦sta ha sido medular. Empec¨¦ a currar con mi padre en el campo, ¨¦se era el destino que estaba preparado para m¨ª: trabajar con el tractor en los fr¨ªos y calores de mi tierra. Pero el pueblo me asfixiaba, todo el mundo te observaba, y cuando eres joven tienes ganas de que tu imaginaci¨®n se dispare y nadie te lo critique. As¨ª que un d¨ªa me fugu¨¦ de casa y me fui a Salamanca. Me fui para tres d¨ªas y me qued¨¦ tres a?os. All¨ª compatibilic¨¦ distintos trabajos con un grupo de teatro semiprofesional que me anim¨® a probar suerte en Madrid. Ingres¨¦ en la Escuela de Arte Dram¨¢tico, donde encontr¨¦ a Miguel Narros, quien me meti¨® en el Teatro Espa?ol. Yo no ser¨ªa lo que soy si no fuera por Miguel Narros.
P. O sea, que usted creci¨® con el teatro?
R. Crec¨ª mucho con el teatro y ahora estoy creciendo con el cine. Estoy cambiando mucho, estoy en un proceso de maduraci¨®n importante en el que me ha pillado el cine, y lo veo con m¨¢s solidez y m¨¢s seriedad, pero es que yo tambi¨¦n estoy m¨¢s serio. La verdad es que el cine me ha tocado la m¨¦dula.
P. ?C¨®mo fue el salto del teatro al cine?
R. Ha sido muy dif¨ªcil, porque el mundo del cine es muy estanco y no perdona a la gente que viene del teatro. Creen, err¨®neamente, que el actor de teatro es un actor exagerado y, a lo mejor, algo de raz¨®n tienen, porque su mec¨¢nica de trabajo es distinta. El cine se acerca mucho al individuo, la c¨¢mara es una radiograf¨ªa perfecta que cuando se acerca a los ojos tienes que tener muy claro lo que est¨¢s pensando. La c¨¢mara capta la idea; en cambio, en el teatro la idea tienes que lanzarla a grito pelado para que llegue hasta el gallinero. A lo mejor exagero, pero creo que la cantera del cine est¨¢ en el teatro.
P. Pues con la crisis que vive el teatro...
R. S¨ª; por desgracia, la gran madre se est¨¢ viniendo abajo. Pero tienen que hacer algo, porque de ah¨ª salen los actores de peso, capaces de hacer cualquier interpretaci¨®n.
P. Dicen que es usted un apasionado.
R. ?Eso dicen? Puede ser. Me pasa con la vida y puede ser que tambi¨¦n con la interpretaci¨®n. Mi actitud ante la vida es muy peleona, y, como siempre he sido un poco ingenuo, siempre he cre¨ªdo que peleando se consiguen las cosas. As¨ª he configurado un car¨¢cter. No soy capaz de ir a ning¨²n sitio donde se est¨¦ produciendo una injusticia y no protestar, a pesar de que eso te puede costar muy caro. A m¨ª no me ha costado tan caro, a lo mejor es porque he conseguido ir escap¨¢ndome a la vez que me iban cerrando puertas.
P. ?Por ejemplo, en el teatro?
R. S¨ª. Cuando conoc¨ª el funcionamiento de lo que es la c¨²pula del teatro la machaqu¨¦. Sent¨ªa que estaban destruyendo todo el teatro y que nadie estaba interesado en un proceso de cambio. No hab¨ªa paso para nadie, y a aquel que ven¨ªa con un poco de juventud y aire fresco le cerraban el paso a ese t¨²nel oscuro y sin salida en el que se ha convertido el teatro. De hecho, no hay autores ni textos, nadie renueva nada. Bueno, a lo que iba. Hubo mucha gente influyente en el teatro que se enfad¨® conmigo y me vet¨®. Vi que se me iban cerrando las puertas y me fui fugando.
P. O sea, que su llegada al cine ha sido una huida del teatro.
R. En el teatro te dan coces si hablas un poco alto. Y como yo las coces no las soporto, pues fui metiendo la cabeza en el cine. L¨®gicamente, cuando te dejan entrar en el cine, entras, porque es un mundo muy atractivo. Pero si yo llego a pillar, un teatro mucho m¨¢s solidario conmigo, posiblemente estar¨ªa ahora en un escenario y no en el Festival de San Sebasti¨¢n.
P. En D¨ªas contados, de Imanol Uribe, pone rostro humano a un etarra.
R. Tuve muchos problemas, porque necesitaba un personaje concreto, con sus taras, sus man¨ªas y sus gestos. Pero eso era imposible, porque no pod¨ªa acercarme a la c¨²pula de ETA y a nadie que tuviera un pasado de estas caracter¨ªsticas. As¨ª que decid¨ª que un etarra puede ser cualquiera con el que nos crucemos en la calle, igual que un pederasta. Y como lo principal del personaje es su pasi¨®n y su amor por una mujer, me dije: "?Qu¨¦ m¨¢s da que sea o no un etarra, si yo lo que, tengo que ser es un rom¨¢ntico?".
P. ?Es verdad que se bas¨® en Urrusolo Sistiaga?
R. Aparece este nombre porque, cuando ¨ªbamos a rodar la pel¨ªcula, era el ¨²nico etarra que hab¨ªa hecho p¨²blico su enfrentamiento con la c¨²pula de ETA. Las cartas publicadas de Urrusolo tienen una referencia clara con el personaje del filme, que tambi¨¦n se enfrenta a los m¨¢ximos responsables de la organizaci¨®n.
P. Del rostro humano de ETA da paso al hombre sin rostro, oscuro, en el filme de Gonzalo Su¨¢rez.
R. Cuando le¨ª el gui¨®n de Gonzalo, cre¨ª que era un poema. Rimaban hasta las frases. No pude imaginarme la pel¨ªcula con la primera lectura, pero supe que detr¨¢s de aquello hab¨ªa algo muy grande. Eso grande es la salvaci¨®n del hombre. Mi personaje, el hombre sin rostro, oscuro, representa el destino. Su¨¢rez tiene su filme muy claro desde un principio, es uno de esos directores que saben que no tienen que contar todo a un actor, porque, si no, ¨¦ste se anticipa y no sue?a. Es casi cubista. La verdad es que he sufrido mucho con Su¨¢rez.
P. Tanto este personaje de El detective y la muerte como el que interpret¨® en Canci¨®n de cuna eran papeles pensados para Antonio Banderas.
R. A m¨ª, Hollywood me cae muy bien, porque se lleva a nuestros actores y as¨ª los que nos quedamos tenemos trabajo. Pero que tengan cuidado, porque a lo mejor cuando quieran volver se encuentran con un panorama distinto.
P. ?A qu¨¦ le tiene m¨¢s miedo?
R. Siempre he tenido pavor al futuro y a que mi vida est¨¦ predestinada. Y a la muerte, claro.
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