"Hay gran satisfacci¨®n en Am¨¦rica por la soluci¨®n encontrada en Hait¨ª"

La llegada de C¨¦sar Gaviria a la Secretar¨ªa General de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), puesto del que tom¨® posesi¨®n el d¨ªa 15, ha coincidido con el periodo m¨¢s turbulento de la pol¨ªtica de la Administraci¨®n de Bill Clinton en Am¨¦rica Latina, especialmente con las crisis de Hait¨ª y Cuba y los problemas presentados ante la pr¨®xima cumbre de las Am¨¦ricas en diciembre. El ex presidente colombiano, de 47 a?os, opina que la soluci¨®n encontrada en Hait¨ª ha sido recibida con "gran satisfacci¨®n" por Am¨¦rica Latina, e invita a abrir un di¨¢logo directo con Fidel Castro para favorecer "el cambio gradual" en Cuba. Su nombramiento puede dar mayor dinamismo a una organizaci¨®n casi paralizada por la ineficacia, el burocratismo y la excesiva intromisi¨®n de Estados Unidos.Pregunta. ?Est¨¢ usted de acuerdo en la forma en que EE UU ha resuelto la crisis de Hait¨ª?

Respuesta. Hay que distinguir qu¨¦ es resolver la crisis. Si estamos hablando de la soluci¨®n pac¨ªfica que se encontr¨® el domingo pasado con la mediaci¨®n de Jimmy Carter, yo podr¨ªa se?alar sin duda que en Am¨¦rica hay una gran satisfacci¨®n por que ello se haya dado de esa manera. En todo el continente hay una idea positiva de que eso se haya desenvuelto de esa manera, aun con todos los problemas y dificultades que se han presentado en Hait¨ª.

P. ?Comparte la idea de que se han creado incertidumbres sobre el futuro de ese pa¨ªs?

R. El regreso del presidente Jean-Bertrand Aristide, y suponiendo que todo saliera bien de aqu¨ª a que el presidente regrese, que es cosa que no es f¨¢cil, es apenas el comienzo de lo que puede llamarse la recuperaci¨®n de la democracia. El proceso, al cual tiene que contribuir la OEA, va a ser complejo.

P. ?Est¨¢ usted de acuerdo en que el general Raoul C¨¦dras se quede en Hait¨ª?

R. Este asunto tiene en este momento unos responsables. Las fuerzas multinacionales y las Naciones Unidas tienen ah¨ª una responsabilidad. Yo creo que el problema m¨¢s inmediato al que hay que hacer frente tiene que ver con los atropellos cometidos por el Gobierno de facto y las fuerzas de polic¨ªa contra la poblaci¨®n. En general, eso tiene que ver con el desarme de esas fuerzas y con la necesidad de que lleguen nuevas fuerzas de polic¨ªa. Y, en el m¨¢s mediano plazo, hay problemas de tipo institucional: por un lado, el retiro del Gobierno de facto; por otro, asegurarse de que el Parlamento que va a tomar las decisiones fundamentales sobre Hait¨ª no vaya a ser un Parlamento sin legitimidad. En este sentido, creo que se tienen que atender las preocupaciones bastante v¨¢lidas que tiene el presidente Aristide.

P. ?Defiende usted, entonces, la necesidad de desarmar al Ej¨¦rcito haitiano?

R. S¨ª, claro. A esas fuerzas tienen que desarmarlas. Es comprensible que eso sea un proceso, pero ¨¦sa es una tarea bien importante. La siguiente es poner all¨ª fuerzas de polic¨ªa.

P. ?Se siente usted, como secretario general de la OEA, vinculado al acuerdo alcanzado por Jimmy Carter?

R. La OEA est¨¢ vinculada al acuerdo de la isla del Gobernador. Yo entiendo el acuerdo [de Carter] como un acuerdo de car¨¢cter operativo relacionado con las operaciones militares que, en lo pol¨ªtico, no se puede colocar al mismo nivel que el de la isla del Gobernador.

P. ?Le inform¨® Washington sobre esa negociaci¨®n?

R. Me informaron con anticipaci¨®n a la intervenci¨®n televisiva del presidente Clinton el domingo. No es que me hayan consultado, ni que yo crea que tienen que consultarme. Me dieron informaci¨®n.

P. ?Ha llegado usted a este despacho con ideas nuevas para afrontar la crisis de Cuba?

R. Yo creo que el tema de Cuba tiene que ser afrontado de una manera menos ideol¨®gica y m¨¢s pragm¨¢tica. Es indudable que en este continente todos los pa¨ªses desean que en Cuba haya cambios pol¨ªticos y econ¨®micos y avances hacia un r¨¦gimen de libertades, pero tambi¨¦n tengo la profunda convicci¨®n de que se debe estimular el cambio gradual, que la teor¨ªa del todo o el nada, que la teor¨ªa de cambios abruptos y radicales en Cuba puede no ser la mejor. Yo creo que todos deber¨ªamos hacer un esfuerzo para estimular los intercambios, las comunicaciones y la colaboraci¨®n para que se ayude a que el cambio gradual sea posible.

P. ?Es usted contrario al embargo de EE UU contra Cuba?

R. Yo no quiero opinar sobre la pol¨ªtica de otros pa¨ªses. Obviamente, la mayor¨ªa de los pa¨ªses del continente no comparten esa pol¨ªtica. Es indudable que esa pol¨ªtica ha demostrado sus limitaciones a lo largo de las d¨¦cadas.

P. ?Es cierto que es usted amigo de Fidel Castro?

R. S¨ª, yo tengo una buena relaci¨®n con Fidel Castro desde hace muchos a?os, y m¨¢s recientemente hemos intensificado esas charlas. Yo creo que la charla franca con Castro es ¨²til. Yo creo que mucha m¨¢s gente deber¨ªa hacerlo. Creo que es bueno hablar con Castro, con los funcionarios de Cuba, cooperar para buscar salidas a problemas espec¨ªficos. El Gobierno espa?ol ha estado en eso tambi¨¦n, y creo que ha hecho cosas ¨²tiles.

P. ?Es de suponer que Cuba ser¨¢ un tema de la agenda de la OEA en los pr¨®ximos meses?

R. S¨ª, es muy probable. La mayor parte de la agenda de esta organizaci¨®n va a estar al servicio del fortalecimiento del sistema interamericano, y en el camino se va a encontrar con temas como ese.

P. Supongo que es usted testigo de las quejas de muchos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina por la indiferencia que la Administraci¨®n de Bill Clinton ha mostrado hacia el continente.

R. Lo que puede haber es cierto enfriamiento de las expectativas, porque se ha visto que la velocidad de la integraci¨®n hemisf¨¦rica es m¨¢s lenta de lo que nosotros quisi¨¦ramos. Lo que hay es el reconocimiento de que es imposible pensar que Estados Unidos o cualquier otro pa¨ªs va a venir a resolver los problemas del hemisferio.

P. ?Teme usted que la cumbre de diciembre en Miami se vea entorpecida por la decisi¨®n de Estados Unidos de retrasar las negociaci¨®n de acuerdos comerciales con Am¨¦rica Latina?

R. Las relaciones de Am¨¦rica Latina con Estados Unidos no pueden depender s¨®lo de temas coyunturales. La cumbre de las Am¨¦ricas no est¨¢ supeditada ¨²nicamente a temas comerciales.

P. Da la impresi¨®n de que la Cumbre de las Am¨¦ricas va a suponer la muerte de las cumbres con Espa?a y Portugal, y que el acercamiento de Am¨¦rica Latina con EE UU puede ser a costa de la relaci¨®n con Espa?a.

R. No. Con Estados Unidos tenemos tareas comunes que desarrollar que no son siquiera competitivas con aquellas que nos unen a Espa?a y Portugal. No veo de ninguna forma que el fortalecimiento de los lazos en Am¨¦rica compita con el tipo de relaci¨®n que Espa?a y Portugal tienen con los pa¨ªses latinoamericanos.